Piden 22 años de cárcel para el acusado de asesinar a su yerno con 25 puñaladas en Mieres

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

Vivienda situada en la calle Numa Guilhou de Mieres, donde tuvo lugar el crimen
Vivienda situada en la calle Numa Guilhou de Mieres, donde tuvo lugar el crimen J. L. Cereijido

La Fiscalía sostiene que los hechos ocurrieron porque el acusado no quería que su nieto, de dos años, pasara con su padre el fin de semana

28 jul 2021 . Actualizado a las 13:47 h.

La Fiscalía solicita 22 años de prisión y diez de libertad vigilada para un hombre acusado de asesinar de 25 puñaladas a su yerno, del que su hija se estaba divorciando, porque no quería que su nieto, de dos años e hijo de la pareja, pasara con su padre el fin de semana según había establecido un juzgado en el proceso de separación.

Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, el juzgado había atribuido la guarda y custodia del menor a la madre y el derecho de visita del padre los fines de semana alternos de cada mes con pernocta desde el viernes hasta el lunes y, ante la posibilidad de que la víctima pudiera hacer uso de ese derecho de visitas por primera vez ese mismo fin de semana, el acusado decidió matarlo.

Así, poco antes de las ocho de la mañana del 12 de noviembre de 2019, el acusado se dirigió al domicilio de la víctima y, tras acceder a la vivienda, su yerno le invitó a charlar en la cocina, momento en el que, de forma absolutamente sorpresiva, sin que mediara palabra alguna, el acusado sacó de entre su ropa un arma blanca, tipo cuchillo o machete, con una hoja de gran tamaño, y se lo clavó en el abdomen con gran violencia y a continuación en la muñeca.

La víctima intentó defenderse sin éxito durante los pocos segundos que consiguió mantenerse en pie y cayó tendido en el suelo donde el acusado, aprovechando que su víctima ya no podía repeler sus ataques, le propinó numerosos cortes tanto en la cabeza como en el cuello hasta propinarle un total de veinticinco puñaladas.

Tras la agresión, el acusado salió de la casa con el arma homicida, que ocultó y que nunca fue localizada por la Policía, según el relato de la Fiscalía, que incide en que el número de puñaladas que le propinó excedieron de las necesarias para producirle la muerte «y solo lo hizo para asegurarse de que causaba a la víctima un dolor y un sufrimiento absolutamente innecesarios».

Pocos minutos después, el acusado, que se encuentra en prisión provisional sin fianza por esta causa desde el 14 de noviembre de 2019, acudió a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Mieres donde reconoció al agente que estaba en servicio de vigilancia en la puerta que «creía» que acababa de matar a su yerno «pinchándolo en la barriga».

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con la atenuante de confesión y, además de los veintidós años de prisión y diez de libertad vigilada con la prohibición de aproximarse a los diez hermanos del fallecido, pide que indemnice al hijo de la víctima con 200.000 euros y con 25.000 a cada uno de sus hermanos, informa Efe.