Sin banco ni cajero: la vulnerabilidad financiera de más de 8.500 asturianos

L.F / A.B. REDACCIÓN

ASTURIAS

Los habitantes de once concejos no tienen acceso a dinero en efectivo

05 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Dificultades para acceder a la atención sanitaria, infraestructuras deficientes, mala o nula conexión a internet… Los problemas a los que se enfrentan cada día los habitantes de la España vaciada son muchos y de muy diversa índole, y en los últimos años se ha sumado uno nuevo: la vulnerabilidad financiera. El Banco de España utiliza este término para referirse a las personas que no tienen acceso al dinero en efectivo en su concejo porque no hay ni cajeros automáticos ni sucursales bancarias. Según sus datos, en Asturias hay 8.639 personas que viven en once municipios en esta situación.

Los datos del Banco de España recogidos en el informe analítico elaborado por Diana Posada Restrepo, de la dirección general de Efectivo y Sucursales, sobre las infraestructuras del efectivo y la vulnerabilidad en el acceso él en España, reflejan que en Asturias existen 1.487 puntos de acceso al efectivo (cajeros y oficinas bancarias). Además, hay 8.639 personas -repartidas en once municipios- en esa situación de vulnerabilidad financiera, lo que supone el 0,8% de la población de la comunidad autónoma. El informe especifica que el 0,4% de los asturianos en está una situación de vulnerabilidad financiera alta, mientras que la media nacional es del 0,7%. Si se compara la vulnerabilidad media, Asturias sigue mejor que el conjunto del país, ya que el porcentaje es del 1,1% frente al 2,1%.

Castilla y León y Galicia, la más vulnerables

El informe señala a Castilla y León y a Galicia como las comunidades más vulnerables en este aspecto, que en el resto del país está cubierto en su práctica totalidad. Se considera que hay un mayor grado de vulnerabilidad cuando el banco o el cajero no se localiza donde existe una  mayor necesidad de uso del efectivo, como ocurre en los núcleos más pequeños, con mayor porcentaje de población envejecida y menores recursos económicos.

El documento subraya que la reducción de la red de oficinas y cajeros ha sido desigual entre provincias, lo que ha tenido un efecto asimétrico, profundizando la brecha de los territorios que, como los señalados, ya tenían históricamente una menor cobertura financiera, debido a factores como su baja densidad de población o la orografía. Así, aunque más del 98%  de la población tiene un punto de acceso al efectivo en un radio de 5 kilómetros, aunque no sea en su municipio, la desigualdad entre provincias es manifiesta: mientras que en seis -Vizcaya, Tenerife o Cádiz entre ellas- el 100 % de los habitantes disponen de una oficina bancaria o de un cajero a una distancia máxima de 5 kilómetros; en otras 36 provincias el porcentaje se sitúa entre el 90% y el 99 %, y en ocho es inferior al 90 %.

Castilla y León es la comunidad con una cobertura más deficiente, con Zamora y Ávila como las provincias que presentan menores ratios de población con un punto tradicional de acceso al efectivo (sucursal o cajero) en un radio de 5 kilómetros (el 81 % y el 85 %, respectivamente).

Mayores, más pobres y a diez kilómetros del banco

El Banco de España subraya que aunque la mayor parte de la población española vive en localidades con un nivel bajo o muy bajo de vulnerabilidad, es decir, la oferta y la demanda de efectivo están alineadas y se accede con facilidad al efectivo en cajeros o sucursales bancarias, un 3 % de la ciudadanía sufre una vulnerabilidad alta o media. En concreto, alrededor de 340.000 personas residen en municipios en los que no disponen de oficina o cajero y para encontrarlos tienen que recorrer una distancia media de 9,4 kilómetros. Además, en dichos núcleos vulnerables la población mayor de 60 años supera el 40 % del total y la renta disponible está por debajo de la media nacional.

El retrato robot coincide con municipios pequeños, con una población media de 400 habitantes, y León, Salamanca y Zamora son las provincias con un mayor número de ciudadanos altamente vulnerables en el acceso al efectivo. 

Oficinas de Correos y tiendas como alternativas

El supervisor alerta de que es previsible que el número de oficinas y de cajeros continúe reduciéndose en los próximos años por la galopante concentración bancaria en pos de la eficiencia y la creciente digitalización. Admite que la situación se está viendo parcialmente compensada por el auge de ciertas alternativas para acceder al efectivo por otros canales, entre los que destaca, por ejemplo, las oficinas móviles, el uso de la red de correos o la disposición de dinero en tiendas.

El estudio apunta, sin embargo, que frente al uso extendido de las oficinas postales para dar servicio a las zonas rurales en otros países (es el caso de Irlanda, Reino Unido o Australia), en España «es todavía poco habitual». Por eso aboga por generalizar su uso, al considerar que las oficinas de Correos -generalizadas en núcleos de más de 10.000 habitantes- podrían ser «puntos de acceso complementarios» a sucursales y cajeros, de modo que el 99 % de los españoles tendría uno en un radio de 5 kilómetros

En lo que respecta a los agentes financieros y las oficinas móviles, el Banco de España apunta que no todas las entidades de crédito los ofrecen mientras que la retirada o el depósito de efectivo en un establecimiento comercial (el cashback y el cash-in-shop) son otras «fuentes alternativas de disponibilidad de efectivo», pero aún de muy reciente implantación en España y más concentrada en los grandes núcleos urbanos.