San Martín de Oscos busca a quien se haga cargo del único bar del concejo

Carmen Liedo REDACCION

ASTURIAS

Casa da Vila, el único establecimiento hostelero de San Martín de Oscos
Casa da Vila, el único establecimiento hostelero de San Martín de Oscos

«Económicamente va bien y, aunque me da pena que el pueblo se quede sin bar, personalmente no me compensa», explica la propietaria de Casa da Vila, que cierra el 29 de agosto si el traspaso no fructifica

17 ago 2021 . Actualizado a las 13:19 h.

Casa da Vila, el único establecimiento hostelero de San Martín de Oscos, es el lugar de reunión del pueblo, donde acuden los vecinos a tomarse un café, a leer el periódico o a conversar y comentar la actualidad. Desde hace unos días el propio bar es motivo de noticia, desde que su regente Pilar Roger colocara el cartel de «se traspasa» en una de las ventanas, un anuncio que inquieta a los vecinos porque, si no aparece quien se haga cargo del bar-restaurante, el próximo 29 de agosto cerrará sus puertas de forma definitiva después de dos años en funcionamiento.

Pilar Roger decidió reabrir y ponerse al frente de Casa da Vila en 2019 después de toda una vida trabajando en hostelería. «Entonces estaba cerrado y me animé a cogerlo porque pensaba que mejor que trabajar para otro era trabajar para mí, pero es muy duro porque no tienes vida», indica, reconociendo la dificultad de conciliar la vida laboral y la familiar cuando tienes un negocio de estas características: «Si no estoy yo, está mi pareja y tenemos hijas a las que hay que atender».

Es por ello que ahora considera que «casi es mejor trabajar para otro y tener un horario y un día libre, porque aquí no libramos ningún día». «Me da pena que el pueblo se quede sin bar por el pueblo, pero yo estoy deseando dejarlo porque personalmente no me compensa», dice, indicando que de ahí la decisión de traspasarlo porque, eso sí, reconoce que «económicamente va bien».

La importancia que tiene para los residentes de San Martín de Oscos el bar de Pilar se la han trasladado estos días en forma de petición expresa: «Los vecinos me dicen que no lo deje, que no cierre, pero si no se hace cargo alguien volverá a estar cerrado como cuando lo cogí hace dos años». Una situación que choca con la historia hostelera del propio pueblo, en el que llegó a haber «13 o 14 bares».

Pilar Roger reconoce que «parece que si San Martín de Oscos se queda sin bar, el pueblo se muere» porque hace las veces de lugar de reunión, y más para una zona como esta porque, añade, «los Oscos están muy despoblados». 

La confianza de la regidora de Casa da Vila es llegar a traspasar el bar-restaurante. Y esperanzas tiene, y es que en las últimas semanas señala que ha recibido «varias llamadas» y alguna alentadora, como «la de unos chicos de Zaragoza que parecían muy interesados en cogerlo», aunque no le precisaron cuando podrían acercarse a San Martín de Oscos a visitar el establecimiento que, por el momento, mantiene el 29 de agosto como fecha de cierre.