Miguel Ángel García Prieto: «En Asturias no vemos factible el certificado covid»

ASTURIAS

Miguel Ángel Prieto, jefe de Alertas y Emergencias Sanitarias Covid-19 en Asturias
Miguel Ángel Prieto, jefe de Alertas y Emergencias Sanitarias Covid-19 en Asturias

El jefe de Alertas y Emergencias Sanitarias Covid-19 destaca la buena evolución de la incidencia pero no descarta un repunte a mediados de agosto

15 ago 2021 . Actualizado a las 09:29 h.

Asturias cumplió esta semana el objetivo de lograr tener al 70% de su población con la pauta completa de la vacuna contra el covid; pero la meta final vuelve a alejarse. Nuevas variantes, como la delta, y el aumento de la movilidad en el verano, han facilitado el contagio y será preciso un porcentaje mayor de cobertura para alcanzar la ansiada inmunidad de grupo. Con todo, las perspectivas son optimistas, el jefe de Alertas y Emergencias Sanitarias Covid-19, Miguel Ángel García Prieto, destacó que esperan cumplir los objetivos de cara al nuevo curso escolar con la administración ya dirigida a los grupos más jóvenes.

-Se ha logrado vacunar a mucha gente y empiezan a bajar los contagios ¿cuál es el panorama general de la epidemia en Asturias en este momento? 

-Sufrimos un incremento explosivo en el número de contagios desde finales del mes de junio, pero a finales de julio podemos considerar que se alcanzó el pico de la onda y, desde entonces, llevamos ya dos o tres semanas de descenso. De hecho en estos momentos tenemos una incidencia acumulada a 14 días que es un tercio menos de la que teníamos al 21 de julio. Es evidente que estamos descendiendo, tenemos una buena evolución en las últimas dos semanas sobre todo por el descenso de contagios entre personas jóvenes, de 15 a 30 años, que fueron quienes claramente protagonizaron esta onda porque eran el grupo de población más vulnerable y al descender en ellos hay un descenso también de forma global. Aún así, y con todo ese descenso, la incidencia en este grupo todavía es mayor de la que tuvieron en cualquier otro momento de la pandemia; ni en la segunda ni en la tercera ola tuvieron la que tienen ahora. Como consecuencia de todo esto la semana pasada se empezó a ver un descenso en el número de hospitalizaciones y a lo largo de esta semana, y esperemos que la que viene, se empezará a ver un descenso en la ocupación de camas de UCI.

-¿Cómo se explica esa explosión de casos en esta ola y el descenso actual relativamente rápido?

-En el estallido confluyen una serie de circunstancias, que acaba el curso escolar, aumentó mucho la movilidad, empezó un período vacacional en el que la interacción social aumenta de manera evidente y todo ello entre el grupo de población más vulnerable porque es el que estaba sin vacunar. Sí esperábamos que se incrementaran los casos, igual que puedo decir que no es nada descartable que se incrementen a lo largo del mes de agosto, lo que no esperábamos es que fuera tan explosivo. En el descenso creo que han influido dos cosas fundamentalmente; que se tomaron ciertas medidas restrictivas que tuvieron su impacto, y que hubo un cierto cambio en el comportamiento de la población. Suele ocurrir que cuando aumentan los casos la población asume cierta autocontención del mismo modo que cuando los casos disminuyen y se lanzan mensajes positivos porque las noticias son buenas, pues suele haber una relajación y todo eso redunda en lo que se ve en los datos.

-Al comienzo de esta ola se señaló que el rastreo era más complejo al ser los jóvenes quienes se contagiaban ¿sigue siendo así, hay alguna dificultad en la vacunación de estos tramos de edad?

 -Se percibe que a mayor sociabilidad, mayor interacción y movilidad es más difícil el rastreo. Es mucho más fácil hacerlo cuando tienes contacto con cuatro o cinco personas a lo largo del día que cuando estás en un período como el de ahora, estival, de vacaciones y que al final del día una persona joven pudo estar con 20 o 30 personas. Esa dificultar sigue existiendo pero al ser menor el número de casos, el impacto también es menor y se controla. Es cierto que al inicio de la quinta onda, entre la explosión de casos y esas características en la sociabilidad de alguna forma se perjudicó el rastreo de aquellos días pero esa situación ya está superada. Y cuanto a la vacunación el grupo más joven no está presentando especial dificultad, las únicas dificultades que nos podemos encontrar son más de carácter administrativo porque cuanto menor es la edad a veces es más difícil que tengan un teléfono de acceso, que puedan tener un DNI en sus datos, o que estén actualizados. De todas formas quiero recordar que está abierta una autocita para todos los mayores de 20 años que pueden pedir cita para ser vacunados.

-Asturias llegó esta semana al 70% de población con pauta completa, algo se habrá hecho bien.

-Llegar a este porcentaje es resultado de un esfuerzo tremendo y no se puede dejar pasar la ocasión para ponerlo en valor. Es el esfuerzo de innumerables profesionales del servicio de salud, de salud pública, de diferentes ámbitos para conseguir que esto se lleve a cabo de la mejor manera posible. Hay aspectos que a nosotros nos beneficiaron, con la población más envejecida hemos tenido una capacidad de vacunación por grupos de edad más alta; pero el esfuerzo fue tremendo, es un hito en los servicios de salud afrontar una campaña de vacunación como esta y lo que sí se hizo de manera estupenda es que no hubo dosis que llegase que no se pusiera. Eso no es fácil de conseguir y detrás de ello está el trabajo de muchísimas personas con una dedicación tremenda y que hay que poner en valor.

-Con todo ahora el porcentaje que se espera para la inmunidad es mayor.

-Respecto a la inmunidad de rebaño es un concepto claro, qué cantidad de personas tenemos que tener en un grupo de población inmunizadas o no sensibles a una enfermedad para evitar que se transmita, el problema es ponerle un número a ese concepto porque varía dependiendo de muchas circunstancias, de qué agente infeccioso estemos hablando porque unos son más contagiosos que otros, depende también del mecanismo de transmisión o del comportamiento social y cultural del grupo de población. El 70% se calculó en un inicio, bastante teórico, y que no tiene por qué ser el real; si aparecen variantes que son más transmisibles, y por ser más transmisibles pueden terminar siendo preponderantes, eso influye en que el número de personas que deben estar inmunizadas, aumenta. Si cambia el comportamiento de las personas y aumenta la movilidad y la sociabilización, tiene que aumentar también ese porcentaje. Así que va a ser mayor que el 70%, y hay que tener en cuenta que es una pandemia mundial y la proporción de personas vacunadas en muy desigual según los países. Siempre que haya grandes grupos de población susceptibles de contagiarse todavía la capacidad transmisión entre ellos, dando lugar a nuevas cepas, más transmisibles va a seguir existiendo.

-Asturias recibirá ahora menos vacunas va a bajar porque ya se llega a los tramos de población más joven, ¿se llegara al objetivo marcado para el comienzo del curso?

-La perspectiva es que se mantendrá el ritmo porque lo que habrá es menos dosis a poner, recibiremos menos porque tenemos menos población susceptible de ser vacunada; el ritmo depende de la obtención del recurso, de la vacuna, y no creemos que vaya a haber cambios. Si quitásemos a los menores de 12 años que, en este momento no es un grupo vacunable, tendríamos a más del 90% de la población asturiana con una dosis puesta y prácticamente el 80% con la completa. La perspectiva es seguir avanzando para que empiece el curso con todos los grupos susceptibles de ser vacunados estando vacunados.

-¿Nos tiene que preocupar que aparezcan nuevas variantes?

-Evidentemente es uno de los riesgos que siempre están presentes, vivimos en un mundo hiperglobalizado, la comunicación con cualquier lugar del mundo se puede hacer en horas y con un virus que se transmite por vía área se puede pasar de un lugar a otro del planeta en menos de 24 horas. Mientras haya grupos de personas que estén sin vacunar con una alta transmisión la posibilidad de aparición de mutaciones es mayor. Si eso se produce, tenemos que tener en cuenta que las cepas que al final terminan siendo dominantes son siempre las que más transmisión tienen.

-Está en debate que haya que ponerse una tercera dosis de la vacuna ¿lo veremos en Asturias?

-Es algo que está en discusión. Es cierto que pudiera ser que con el paso del tiempo la reacción inmunitaria producida por la vacuna puede ir disminuyendo con lo que puede aumentar la posibilidad de que haya un porcentaje de personas vacunada que puedan tener síntomas severos. Es algo que está todavía en debate y además es un problema complejo porque están los criterios epidemiológicos y también la priorización de a quién se ponen las dosis. La OMS es partidaria de completar la vacunación en países que todavía están muy retrasados mientras en Europa y el entorno más cercano hay voces que prefieren usar esas vacunas para terceras dosis. No es descartable que haya que poner una tercera dosis de recuerdo a lo largo del año que viene pero no para todos sino para grupos de edad escogidos, muy concretos, que tengan una respuesta inmunitaria más escasa, que responda de manera más leve a las vacunaciones y por tanto necesiten ese refuerzo en su sistema inmunitario.

-¿Seguirá igual el sistema de restricciones actual de Asturias, el 4+; o cambiará según avanza la vacunación?

-Se hace una evaluación continua de la situación pero, en principio, no tenemos previsto hacer cambios sino basarnos en la presión en el sistema de salud, en la letalidad. No es descartable que veamos un repunte de casos a lo largo del mes de agosto. Según los datos de movilidad que se utilizan a nivel nacional, Asturias está siendo de las comunidades con mayor movilidad del estado, entre las que mayor turismo está recibiendo y por tanto eso siempre es un riesgo. Podemos tener un repunte a mediados de agosto con consecuencia en septiembre en el sistema hospitalario. Esperamos, de todas formas, que no sea un gran repunte. Así que en lo que respecta a las medidas 4+ puede haber localizaciones concretas en los que pueda darse una situación problemática desde el punto de vista epidemiológico y por eso creo que debemos poder usar esta herramienta, que fue eficaz para la gestión de las ondas previas y que está siendo eficaz en la actual. Es una herramienta que no tiene por qué ser eliminada a corto plazo. Independientemente de lo bien que nos vayan las cosas, que esperemos que nos vayan de maravilla, tener esa posibilidad de poner en marcha ciertas medidas para situaciones que se salgan de lo normal, es bueno tenerlas. Ya no hay estado de alarma y hubo algunas medidas que planteamos que no se nos permitieron.

-¿Cómo valora que la posibilidad de un certificado covid para la hostelería o el ocio nocturno?

 -En principio no lo tenemos encima de la mesa, no es una propuesta que a nosotros nos parezca factible de poner en marcha. Por ejemplo, en Galicia que se propuso no se va a permitir por parte de los tribunales. Es un tema muy complejo y yo no soy experto en ese ámbito, todo lo que afecte a las libertades de las personas va a tener difícil encaje en este momento jurídico así que tendremos que utilizar las herramientas que tengamos y que estén consideradas adecuadas por los órganos que tenemos encargados de velar por los derechos de todos.