Llegó a Asturias Alberto Garzón como ministro de Consumo y tuvo tiempo para hablar de los precios de la electricidad, de otras políticas sociales y también de la polémica, que dio por zanjada, sobre la ingesta de carne roja. De hecho estuvo en una explotación ganadera en Quirós con el coordinador de IU Asturias, Ovidio Zapico.
Y es que además de los debates de la actualidad política inmediata hay también cuestiones orgánicas aún sin limar entre la organización asturiana y al dirección federal, dos entes que no tuvieron las mejores relaciones en los años pasados inmediatos pero que en el presente parecen haberse apaciguado bastante, eso parece al menos. Garzón llegó en su día a amenazar con intervenir IU Asturias, los choques permanentes terminaron con la marcha de Gaspar Llamazares y aún en su último congreso autonómico saltaron más que chispas sobre un conflicto latente el del sector, minoritario en Asturias pero mayoritario en la federal, que busca la integración con Podemos.
Claro que todas estas cuitas parecen de la prehistoria después de dos sucesos fundamentales y una pandemia de por medio. La coalición de gobierno en la Moncloa suavizó muchos ánimos (no pocos en Asturias recordaron que casi anteayer del acuerdo con Pedro Sánchez se les acusaba de traidores y 'muletas' por defender negociar con los socialistas); un cambio de paradigma total fue la marcha y abandono de la política de Pablo Iglesias.
En el futuro inmediato de Podemos aumenta y crece el prestigio de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz con el que el sector mayoritario de IU Asturias siente más afinidad que respecto a propio Alberto Garzón. De hecho en la última visita de Díaz a Asturias, aunque celebró sus actos fundamentales con Podemos Asturies, también mantuvo un encuentro con Ovidio Zapico en el que, según cuentan la coincidencia de enfoques y objetivos fue muy alta.
No hay paz con Garzón en Asturias sino pacificación por la fuerza de los hechos. No ha habido una mesa formal para cerrar los flecos que aún les separan pero nadie quiere reabrir heridas y las tensiones se mantienen pero desplazadas con el PCE. Cuentan que también ha estado en Asturias estos días, en Gijón, Enrique Santiago y que no buscó ningún tipo de contacto con la dirección autonómica del partido.