¿Cuándo nos podremos quitar la mascarilla en Asturias?

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Foto de archivo de una persona con mascarilla quirúrgica
Foto de archivo de una persona con mascarilla quirúrgica JOSE PARDO

Los expertos llaman a la cautela antes de retirar el elemento de protección poniendo el acento en que aún hay sectores de la población sin vacunar y en que debe consolidarse la tendencia de descenso de la incidencia

22 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias es la comunidad autónoma de España con los mejores datos de incidencia del Covid-19: los contagios que se han ido detectando en los últimos días están en el entorno de la veintena o por debajo, el número de ingresos hospitalarios es ínfimo y la tasa de positividad ronda el 1%. Estas cifras presumen que apenas está habiendo transmisión del coronavirus en la región y, por tanto, surge una pregunta: ¿cuándo nos podríamos quitar la mascarilla en Asturias y volver a la situación pre-pandemia?

Si bien es cierto que en el exterior ya se puede ir sin ella, siempre y cuando se vaya con convivientes o se mantenga una distancia de 1,5 metros con quienes no lo sean, en los interiores sigue siendo obligatorio su uso. Y en opinión de los expertos consultados por La Voz aún deberían mantenerse esos criterios por el momento ya que, a pesar de esa baja incidencia acumulada a 14 días, el llamamiento que hacen es a la cautela antes de retirar el elemento de protección. El acento lo ponen, unos en que aún hay sectores de población sin vacunar, y otros en que debe consolidarse la tendencia de descenso de la incidencia.

Pedro Arcos, epidemiólogo y recientemente nombrado asesor del grupo técnico de la OMS para emergencias sanitarias, manifiesta que para eliminar todas las restricciones y volver a la vida pre-pandemia tienen que darse una serie de condiciones: «que la incidencia esté por debajo de los 25 casos nuevos por cada 100.000 habitantes; que esa baja incidencia se consolide y se mantenga más de un mes; que el porcentaje de pruebas positivas se mantenga por debajo del 2%; y que no haya nuevas variantes circulando con riesgo de hacerse dominantes y además sean variantes que reduzcan la eficacia de la actuales vacunas», precisa el director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, quien añade que «entonces se podrían eliminar todas las restricciones».

Según explica el profesor, una incidencia del Covid-19 por debajo de los 25 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días supone «una incidencia similar a la de otros virus respiratorios de transmisión aérea u otros agentes infecciosos frente a los que no imponemos restricciones de ningún tipo», comenta Pedro Arcos, para quien ese nivel de incidencia estaría «en un rango normal y asumible como riesgo para la Salud Pública». No obstante, el mismo insiste mucho en que se deben esperar entre cuatro y cinco semanas «porque si no esperamos a comprobar que se consolidan, estas reducciones pueden ser un artificio puntual». De hecho, no descarta que en los próximos días aumenten ligeramente los nuevos casos positivos «por la vuelta a la actividad completa» y dice que «hay que ver el efecto de la vuelta al trabajo y de la vuelta al cole».

Que no se quede nadie sin vacunar

De todos modos, el epidemiólogo indica que además de observar la tendencia de la incidencia durante al menos un mes, aunque esa tendencia se mantuviera en niveles bajos y se eliminaran restricciones, «eso no significa que haya que rebajar la vigilancia epidemiológica, porque habrá que seguir confirmando que los casos bajan». Y a eso añade que «hay que mantener la progresión de la vacunación». «Que no se quede nadie sin la segunda dosis, hay que completar la pauta de vacunación, aunque haya que ir casa por casa», advierte Pedro Arcos, que pone de relieve que aún hay población de determinados tramos de edad en los que el porcentaje de inmunización todavía es bajo cuando, en su opinión, «en todos los tramos de edad el porcentaje de vacunación debería ser al menos del 85%».

En la importancia de completar la vacunación e inmunizar al mayor porcentaje de vacunación posible en todos los tramos coincide con Pedro Arcos el exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López-Acuña, que aboga por «ir a la repesca para inmunizar a las personas o grupos que en su momento no sabían qué hacer».

Respecto a qué hacer con la mascarilla cuando Asturias tenga una incidencia acumulada por debajo de los 25 casos por 100.000 habitantes, Acuña señala que «es muy importante entender qué significa estar donde estamos en los términos de incidencia y vacunación que tenemos actualmente» y que para ello tuvieron que primar las medidas restrictivas y un importante esfuerzo en la vacunación.

«Y ahora tenemos más margen de seguridad, pero no estamos en una isla», manifiesta el epidemiólogo para reclamar prudencia a la población respecto a quitarse la mascarilla, ya que recuerda que «puede haber trasiego de personas del resto de España y hay que mantener la guardia alta» porque, insiste una vez más, «la vacuna protege de la severidad de la infección y del fallecimiento, pero no protege de los nuevos contagios porque no es esterilizante». Por tanto, manifiesta que la baja incidencia de la que goza la región actualmente «no significa que debamos quitar todo, porque podemos tener un susto y volver marcha atrás», y más porque «tenemos algún sector de población por vacunar».

Es por ello, que Daniel López-Acuña lanza un mensaje claro: «no nos apresuremos con la desescalada y la relajación de medidas. El virus todavía está por ahí circulando y hay incidencias altas y variantes que pueden ser amenazantes» y pide «toda la cautela con la mascarilla» y más cuando nos vamos hacia el otoño y el invierno. Es más, no ha pasado por alto la «eficacia» que tuvo la mascarilla durante el otoño y el invierno pasados para reducir la incidencia de otros virus, como el de la gripe.

El mismo también defiende que no se baje la guardia ni en la vigilancia epidemiológica ni en el rastreo de los casos que pueda haber nuevos aunque sean pocos porque «es importante que los aislemos a ellos y a sus contactos estrechos para que no se restablezca la transmisión comunitaria».

Acento en los menores de 12 años

Para Adonina Tardón, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, por el momento todavía «no es recomendable quitar la mascarilla cuando se está en el interior» y pone la vista especialmente en que el colectivo de menores de 12 años aún está sin vacunar, aunque el 90% de la población diana ya esté vacunada. «Hasta que se puedan vacunar es recomendable mantener la mascarilla en el interior, porque no sabemos qué va a ocurrir en la vuelta al cole», traslada la experta, que insta a no apresurarse y a no descuidar las medidas que se han probado como eficaces, como son la distancia física, la higiene de manos y la mascarilla.

«Nos queda poco tiempo hasta caracterizar del todo este virus y decir qué tipo de pandemia produce y si la población mantiene el nivel inmunitario con la vacuna», explica Adonina Tardón, que estima que nos quedan unos meses para volver a la normalidad. «Los niños menores de 12 años se pueden contagiar porque están todos sin vacunar, así que obligatoriamente tenemos que esperar este trimestre y ver cómo se comporta este virus, porque ahora estamos apostando todo a la inmunidad innata de los niños», plantea la especialista en Medicina Preventiva, que apostilla que «si hasta ahora hemos estado todos intentando no contagiarnos, ahora por solidaridad con los niños, hay que evitar que el virus los encuentre».