La Asociación de Propietarios Forestales de Asturias analizan la situación del mercado de la madera en la región y aseguran que apostar por el negocio traería muchos beneficios a distintos niveles
27 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El sector forestal en Asturias atraviesa por uno de sus mejores momentos. Pese a que la compra masiva de madera por parte de China ha convertido este singular material en un bien de lujo, en la región este bien brilla con luz propia. «Tenemos muchas hectáreas de bosque y esto hace que haya materia prima más que suficiente para autoabastecernos», aseguran desde Profoas (Asociación de Propietarios Forestales de Asturias). Una elevada producción que va en la misma línea que la comercialización y que de seguir así e «invirtiendo en más infraestructuras» en los montes «sería el segundo motor económico del Principado».
Además, debido a la crisis sanitaria el coste de las materias primas ha subido y, por ende, el de la madera y sus derivados. «Actualmente el castaño es el que mejor precio tiene ya que es propio para trabajar. Luego está el eucalipto, que el precio sobre el pino está entre cinco y diez euros la tonelada. Este a su vez, varía en función de si tiene o no tiene corteza», detallan. Esto ha hecho que hoy por hoy haya «buenas condiciones económicas en el sector, sobre todo para los propietarios». A esto hay que sumarle también que «muchas fábricas, que han estado paradas durante la pandemia por el coronavirus o apenas tenían actividad, ahora sí que tienen trabajo que hacer».
Sin embargo, todavía hay «incertidumbre» en el mercado sobre cómo evolucionará la pandemia, pero por el momento «cuanta más demanda haya mejor». En Asturias, el principal cliente del sector es la planta de la papelera Ence en Navia. «Corta entre el 50 y el 60% de la producción de eucalipto y además son ellos mismos los encargados de transportar y manufacturar», afirman desde Profoas antes de destacar que también de la zona oriental se vende «bastante» madera al País Vasco. De la misma manera, «empresas de otras comunidades autónomas vienen aquí a comprar para exportar a países europeos como Bélgica o Alemania e, incluso, hay madera que sale en barco».
Respecto al tipo de madera, «el eucalipto es el que más demanda tiene con diferencia. Acapara más del 70% de las ventas, ya que se corta más de un millón de toneladas al año». Aunque en menor medida, también se comercializa frondosa -roble y castaño- y conífera -pino-. De la misma manera, al igual que se exporta, también se importa. «Asturias compra madera de fuera, sobre todo de Rusia. Lo que adquiere son principalmente árboles para trabajar, ya que vienen muy rectos, son altos y sin nudos», reconocen.
Ventajas y desventajas del sector forestal
No obstante, pese a la competencia, lo que principal diferencia la materia prima autóctona del resto es su calidad. También otro factor ventajoso es la climatología. «Lo único que nos perjudica es la orografía del terreno y las comunicaciones e infraestructuras. Si se mejorase esto último seríamos más competitivos -que es lo que reivindican los propietarios forestales-. Cuanto menos se trabaje, menor coste tendrá la madera», claman. En este sentido desde Profoas defienden que el sector forestal tiene que ser un motor económico en el Principado, puesto que «los propietarios antes de la pandemia se repartían anualmente 35 millones de euros en cortes de madera. Pero luego sumas los equipos de corta que son otros 20 millones y el transporte de los camiones que generan otros 10 millones», precisan.
Aparte de los trabajos directos, también están los indirectos. «El transporte, por ejemplo, debido por los lugares por los que tiene que pasar tiene muchas averías y estas las que hay que solucionar». De la misma manera, con el auge de la construcción se generaría más riqueza, ya que, por ejemplo, «la madera de coníferas se utiliza para parques, tarimas, pales, etc.. Por tanto, «el sector de la madera puede ser el segundo motor económico de Asturias, después de la industria, ya que triplica al turismo. Pero para ello tiene que subir el PIB y llevarse a cabo una planificación».
Además, al mismo tiempo este sería una manera de luchar contra la despoblación rural. «La mayoría de los propietarios forestales viven en los pueblos, pero necesitan el valor de la madera para poder vivir». También ayudaría a combatir el cambio climático, puesto que «para reducir el uso de plásticos se apuesta por derivados de la madera. «Es una rueda que lo mueve todo y sin quitar mérito al medioambiente», sentencian desde Profoas.