Karikó: «La tecnología ARNm se aplicará para otros muchos virus para los que no tenemos vacuna»

ASTURIAS

La científica Katalin Karikó, premio Princesa de Asturias de Investigación Científica 2021, hoy en el Hotel de la Reconquista de Oviedo
La científica Katalin Karikó, premio Princesa de Asturias de Investigación Científica 2021, hoy en el Hotel de la Reconquista de Oviedo TOMÁS MUGUETA

Katalin Karikó, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica 2021, habla tanto sobre el rápido desarrollo de tecnologías terapéuticas basadas en ARN mensajero para la covid como sobre las futuras aplicaciones.

20 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Karikó (Hugría, 1955) es una bioquímica especializada en mecanismos mediadores de ARN. Su investigación ha sido el desarrollo de ARNm transcrito in vitro para terapias de proteínas. Es vicepresidenta sénior de BioNTech RNA Pharmaceuticals.

—Usted fue una de las precursoras de la vacuna contra la covid-19 basada en ARNm junto a Drew Weissman. ¿Cómo fue posible conseguirla en tan poco tiempo?

—Bueno, hay un montón de ciencia detrás de este desarrolo durante los últimos 20 ó 30 años. Piense que los científicos chinos pudieron mandar secuenciaciones del virus de la covid, pudieron enviar por internet la secuenciación viral porque la máquina para realizarla estaba ya trabajando en cualquier parte del mundo y la secuenciación se descubrió en los años 70, así que el avance tecnológico se ha convertido en una rutina.

—Y unos años atrás...

—Si esto hubiera ocurrido hace 20 años, la gente hubiera necesitado material enviado desde Wuhan para empezar a investigar la vacuna, habría sido mucho más lento. En 1990, una compañía alemana empezó a sintetizar genes. Así que, si dispones de toda la información, como ocurre ahora, no tienes que recibir muestras físicas desde Wuhan (ciudad de origen del virus); la información ya estaba ahí, por lo que se pudo empezar al mismo tiempo a ensayar vacunas en cientos de laboratorios. Esta es la importancia de globalizar la ciencia, es por eso que fue tan rápido.

—Estamos, por tanto, ante un gran salto en la ciencia. ¿Puede la tecnología de ARNm prepararnos mejor frente a futuros patógenos frente a las vacunas tradicionales?

—Sí, por supuesto. Ya sabemos desde 2019, antes de que se desatara la pandemia, que había ensayos sobre vacunas basadas en ARNm que se estaban desarrollando contra la malaria, influenza (gripe) o citomegalovirus; como sabe la malaria es debida a un parásito, un organismo más grande. Otro ejemplo es el virus del zika, fue el primero en 2017. Se probó en monos y se publicó el ensayo de una vacuna ARNm. Se aplicará para otros muchos virus para los que no tenemos actualmente vacuna y también para los que ya existe, pero la ARNm será mejor.

—Respecto a otros campos de investigación, ¿veremos una lucha más eficaz contra el cáncer u otras enfermedades que actualmente no tienen cura?

—Sí. Para una vacuna contra el cáncer hay tres compañías, Moderna, Curevac y BioNtech, que desarrollan desde hace 20 años este tipo de tratamientos de ARNm. Pero no solo vacunas, sino también, como cuando yo comencé en BioNtech, utilizando ARNm que codifica citoquinas. Inyectando en un melanoma esos ARNm, se producen células inmunitarias que en un estado inicial puede limpiar las metástasis.

—¿Eso ocurre ya?

—Claro, la compañía Sanofi está ya en ensayos clínicos. No para algunos tipos de cáncer como el de hígado, pero sí para el melanoma, por ejemplo, o cáncer de cuello. No hablamos realmente de una vacuna, donde es el antígeno el que codifica ARN. El ARN mensajero codifica las citoquinas. Tiene aplicaciones en oncología y también en anticuerpos, con el objetivo de proteínas tumorales específicas, o para tratar la insuficiencia cardíaca, porque a través de la proteína EGF se produce una vascularización cardiaca. La compañía Intellia está usando esta tecnología en ensayos con humanos, un ensayo en fase 2, una terapia permanente que elimina el gen que induce la proteína dañina para el paciente.