Los investigadores del crimen de Ardines: «Para nosotros este caso está resuelto»

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Banquillo de los acusados por el crimen de Javier Ardines
Banquillo de los acusados por el crimen de Javier Ardines Eloy Alonso

El jefe de la unidad de la Guardia Civil que se hizo cargo de la «larga y compleja» investigación afirma que el asesinato fue planificado

05 nov 2021 . Actualizado a las 16:17 h.

«Para nosotros este caso está resuelto», ha afirmado este viernes el jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón que estuvo al mando de la investigación del crimen del concejal de IU en Llanes Javier Ardines, que ha apuntado directamente como responsables a Djilali B. y Maamar K., supuestos sicarios, a Pedro L.N.A., como presunto inductor, y a Jesús M., señalado como intermediario.

En la tercera sesión del juicio con jurado en la Audiencia Provincial de Oviedo declaran los agentes de la Comandancia de Gijón que asumieron la investigación tras el crimen, perpetrado el 16 de agosto de 2018 en la parroquia llanisca de Belmonte de Pría, y por el que los cuatro acusados afrontan una pena individual de 25 años de prisión.

El agente ha afirmado que el crimen fue «planificado» puesto que a principios del mes de agosto se halló una valla en el camino de salida de la vivienda de Ardines, como también ocurrió dos semanas después para obligarle a bajar del coche y tenderle una emboscada. Para el responsable de la investigación, la colocación de aquella valla tuvo que ser intencionada ante la ausencia de obras en la zona.

A preguntas de la Fiscalía, el agente ha remarcado que en la «larga y compleja» investigación, «muy de detalle, de analizar muchos datos, muchos teléfonos y muchas imágenes», que llevó a detener a los presuntos autores seis meses después del crimen, «no hubo ningún tipo de presión ni de tipo político ni interno» pese a tratarse de un caso muy mediático: «Ni había prisa ni dejaba de haberla».

El agente ha explicado que en un primer momento se investigó el entorno político de Ardines, responsable de las áreas de Personal, Playas y Medio Rural, al conocerse que había varios interinos perjudicados por una convocatoria de empleo público, pero los investigadores acabaron por descartar esta vía y fue entonces cuando se centraron en la vida personal del edil.

Según ha relatado, Pedro N.A. descubrió en diciembre de 2017 que su esposa -a su vez prima segunda de la mujer del concejal- y Ardines mantenían una relación tras grabar en un restaurante una conversación entre ellos mientras se ausentaba unos momentos.

Según el relato de la Fiscalía a partir de dichas investigaciones, fue en julio de 2018 cuando Pedro L.N.A., residente en Vizcaya, tomó la decisión de ejecutar su plan, sabedor de que su mujer pasaría el verano en una casa familiar próxima a la de Ardines, y para ello contactó con Jesús M. para que le buscase a personas que pudieran actuar como sicarios a cambio de dinero.

Uno de ellos, Djilali B. declaró ante la jueza que él y su compatriota argelino Maamar K. cobraron 25.000 euros cada uno, mientras que el mediador recibió otros 10.000.

Tras estudiar los movimientos rutinarios del concejal, los sicarios se desplazaron a Belmonte de Pría para ejecutar el crimen y, tras un primer intento fallido en la madrugada del 1 de agosto, ambos lo intentaron por segunda vez unas dos semanas después.

Según la versión de la Fiscalía, en la madrugada del 16 de agosto los sicarios colocaron dos vallas de obra para impedir el paso del vehículo de Javier Ardines y cuando este se bajó para retirarlas, ambos le atacaron primero con un espray de pimienta y después le golpearon la cabeza con un palo o un bate de béisbol y le estrangularon hasta matarlo, informa Efe.

Asimismo, el responsable de la investigación ha desmontado esta mañana la tesis de las defensas que mantienen que el acusado como inductor, Pedro N.A., y el presunto intermediario, Jesús M., viajaron el 27 de julio de 2018 desde el País Vasco hasta Llanes junto a un tercer ocupante llamado Julián para revisar las obras de rehabilitación del tejado de la vivienda que el primero de ellos tenía a escasos 100 metros de la del edil asesinado.

En este sentido, ha descartado que exista un hombre llamado Julián que pueda dar coartada al presunto inductor y al supuesto intermediario del asesinato del concejal de IU de Llanes, Javier Ardines, para justificar que el viaje que realizaron desde el País Vasco a la parroquia llanisca de Belmonte de Pría, donde residía el edil, unos días antes del crimen.

Según las acusaciones, ambos acusados realizaron el viaje con uno de los presuntos sicarios para preparar el crimen, que fue cometido el 16 de agosto. El agente ha dicho que ese hombre llamado Julián nunca apareció en las diligencias hasta la declaración en el juicio de los dos acusados, y ha sostenido que el tercer ocupante era el presunto sicario Djilali B., como se pudo constatar a través de los repetidores de antena que su móvil, que le situaban en el interior del coche.

En un tono tajante, ha afirmado que el viaje respondía a que Pedro N.A. y Jesús M. iban a facilitar información al presunto sicario sobre «dónde y cómo» se iba a cometer el asesinato. La finalidad era, según su declaración, ver dónde vivía, dónde trabajaba y cómo se desenvolvía el concejal, así como estudiar las fechas para perpetrar el asesinato.