Por qué los contagios se disparan en Asturias pese a la alta vacunación

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Una mujer recibe una dosis de la vacuna contra el Covid-19 en Avilés, Asturias
Una mujer recibe una dosis de la vacuna contra el Covid-19 en Avilés, Asturias EFE | ELOY ALONSO

Los colectivos de personas no vacunadas, entre ellos los menores de 12 años, han sido reservorios para el coronavirus. El descenso de la protección de las vacunas es otra causa que apuntan los expertos

27 nov 2021 . Actualizado a las 09:31 h.

Con un 93% de la población diana de la región vacunada y varias semanas con el número de nuevos contagios en mínimos, la circunstancia pandémica parecía que, si no superada, al menos controlada. Sin embargo, los datos de los últimos días, tan en alza que el Principado ha decidido volver a ofrecer datos diarios de los positivos detectados, han echado al traste la percepción y la situación de normalidad que se había instaurado en Asturias ya en verano, cuando se convirtió en una de las primeras comunidades autónomas en bajar de los 25 casos por 100.000 habitantes. El caso es que en estos últimos días los contagios han ido in crescendo contabilizándose en torno a 200 casos diarios, unas cifras que declaran, claramente, la entrada en la sexta ola que tan poco probable parecía a tenor de ese elevado porcentaje de vacunados. Pero ¿cuáles son los motivos de que se esté produciendo esta nueva ola en Asturias y en el resto de España? ¿Por qué se están disparando de nuevo los contagios si la región y el país están a la cabeza en vacunación respecto a Europa?

Los expertos apuntan que son varios los motivos que están generando esta sexta ola, como el periodo estacional en el que nos encontramos, la relajación de las medidas de protección y distancia interpersonal y, muy importante, que el virus que ocasiona la infección del Covid-19 se ha refugiado en quienes no se han vacunado, entre ellos, los menores de 12 años, para quien la vacuna hace apenas unos días que ha sido aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

El epidemiólogo y ex director de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López-Acuña, resalta en primer lugar que la situación que se está produciendo de aumento de casos no es exclusiva de Asturias, sino que «es una tendencia general a nivel Europeo el incremento de la incidencia» y que en España ya se está viendo como se está intensificando en algunas comunidades autónomas que ya están teniendo incidencias acumuladas a 14 días por encima de los 300 casos por 100.000 habitantes, como es el caso del País Vasco o Navarra.

Respecto a las causas de que se esté produciendo esta sexta ola, con cifras de contagios en crecimiento en Asturias, Acuña traslada que encontrarnos en este periodo de otoño-invierno está influyendo mucho en la transmisión del coronavirus, a lo que añade «la relajación de las medidas de protección, como la mascarilla, la distancia física y evitar las aglomeraciones». Pero, además de esto, el experto pone de relieve que aún «hay una parte de la población que no está protegida por la vacuna» y, concreta, que se está produciendo una alta tasa de incidencia entre los menores de 12 años, por ser el sector de la población que aún no está vacunado.

El efecto colateral de que los pequeños no estén inmunizados, confirma el epidemiólogo, es que están trasladando el virus a parte de la población de entre 40 y 49 años. «Esas franjas de edad coinciden con las de hijos y con las de los padres, con los que conviven», manifiesta López-Acuña, que recuerda que la vacuna sirve para evitar el riesgo de muerte y de hospitalización pero no el contagio. «No es esterilizando», reitera el ex responsable de la OMS para tratar de crear conciencia de que, en tanto que sigue siendo posible infectarse pese a estar vacunado, «hay que seguir manteniendo las medidas de protección, restricciones y salud pública» y «seguir con la guardia en alto con las medidas de protección en las escuelas». Por supuesto, añade, que el sistema público de salud debe mantener activos al máximo los sistemas de rastreo y detección temprana de los positivos para aislarlos y evitar la transmisión del coronavirus.

Pérdida de inmunidad humoral

Pedro Arcos, profesor de Epidemiología y médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, añade una razón de peso más a las causas de esta sexta ola del covid-19: «que la vacuna tiene una duración de cinco o seis meses y empieza a haber una parte de la población que no está tan protegida y se infecta». Él mismo explica que lo que pasa después de ese tiempo es que se va perdiendo la inmunidad humoral por anticuerpos, aunque matiza que «la inmunidad a largo plazo aún se conserva». Esto, añade, hace que la situación «no sea tan preocupante», ya que pese al aumento de infectado, «de los vacunados, poca gente hace síntomas». Además, matiza que la inmunidad celular (la que se conoce como memoria inmunológica) «no sabemos aún lo que dura, pero pensamos que sea más de 1 o 2 años».

No obstante, Arcos vaticina que la situación de aumento de positivos se pueda seguir descontrolando las próximas semanas por las festividades que hay por delante, por reuniones que se van a celebrar y los eventos multitudinarios y fiestas que ya se están anunciando, por lo que el mismo es partidario de imponer algunas restricciones, sobre todo dirigidos a los grandes festejos para evitar que la transmisión vaya a más y que la ola adquiera altura. «Alguna medida había que hacer para evitar grandes actos y aglomeraciones, porque el tema familiar va a ser imposible de controlar», traslada el también asesor del grupo técnico de la OMS, quien considera clave y fundamental seguir poniendo la tercera dosis o dosis de recuerdo a las personas mayores de 60 años o de riesgo por tener patologías o estar inmunodeprimidos.

Adonina Tardón, especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, coincide con Pedro Arcos en que la bajada del nivel de anticuerpos tras el paso de seis meses desde la inoculación de la segunda dosis ocasiona «un descenso de la protección frente al virus, que sigue circulando entre el colectivo de gente que está sin vacunar». Un «vector de transmisión importante», precisa la experta, están siendo los menores de 12 años que, indica, «están contagiando a sus padres, que son el sector de población de entre 40 y 49 años», que son el sector de población que está teniendo una alta incidencia de contagios, mientras que la menor incidencia, destaca, está entre los mayores de 80 años, a quienes ya se les ha puesto la dosis de refuerzo.

Campaña de revacunación y medidas de protección

Así, Adonina Tardón considera muy importante reforzar la campaña de vacunación para tratar de captar a aquellas personas que aún no están vacunadas, así como seguir poniendo la tercera dosis a todas las personas que sea posible y, en este sentido, señala que «probablemente Europa autorizará ponerla a todos los mayores de 40 años», aunque por el momento el Ministerio de Sanidad ha destinado las dosis de refuerzo a los mayores de 60 años, a las personas de riesgo y al personal sanitario y sociosanitario.

Mientras tanto, la especialista en Salud Pública insta, como también lo hacen Acuña y Arcos, «a extremar las medidas de seguridad e higiene, manteniendo el uso de la mascarilla evitando aglomeraciones y eventos multitudinarios hasta que consigamos poner la tercera dosis».