El complejo cortejo a varias bandas de Barbón con los presupuestos

L.O.

ASTURIAS

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón Paco Paredes

La aritmética parlamentaria y la situación interna de los grupos tendrá gran impacto en un posible acuerdo de las cuentas autonómicas

07 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado invierno, en una Asturias acuciada por la terrible segunda ola, a punto de entrar en la tercera y cuando las vacunas eran una promesa para finales de diciembre, los grupos parlamentarios pactaron uno de los acuerdos más amplios para un presupuesto en el Principado, salió adelante con el respaldo de PSOE, IU, Podemos, Ciudadanos y Foro, sólo con el rechazo de PP y Vox además del expulsado de Foro, Pedro Leal. Pero ese gran acuerdo tiene pocos mimbres para repetirse este año. La consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, presentó la semana pasada el proyecto de cuentas regionales (por una cantidad de 5.354 millones de euros) pero en el 'cortejo' de los grupos de la oposición los pacto se harán más de rogar en esta ocasión en un contexto, además, marcado por la influencia de los calendarios internos propios de cada partido.

En cuestión de números, el presidente Barbón cuenta con una mayoría holgada, suficiente para jugar la baza de la 'geometría variable' parlamentaria para diversas cuestiones. Con 20 escaños, al PSOE le basta sumar tres más para obtener la mayoría absoluta suficiente en la cámara para rechazar cualquier enmienda a la totalidad (que se votarán el 23 de diciembre) y Cárcaba aseguró en su presentación que agotarán los plazos «hasta el último momento» y «con todos los grupos menos uno», es decir, sin contar con Vox, para tratar de reunir esa mayoría.

Hasta 22 votos puede augurarse que se conseguirán con el apoyo de Izquierda Unida y sus dos escaños. La coalición cuenta con una amplia tradición de acuerdos con el PSOE en Asturias y lleva legislaturas jugando la baza de ser una fuerza «constructiva». La portavoz del grupo, Ángela Vallina, pareció despejar este camino ya el pasado viernes al calificar el proyecto de «buen presupuesto», en las negociaciones preliminares IU reclamó un esfuerzo mayor en la inversión en salud mental que se ha visto recogido. Además Cárcaba rechazó de plano modificaciones «al alza o la baja» en política fiscal lo que despejó dudas en IU sobre si los socialistas atenderían las reclamaciones de grupos conservadores, por ejemplo, para rebajar el impuesto de sucesiones.

Era precisamente una de exigencias de Adrián Pumares, portavoz de Foro, que saca amplio rédito a su escaño por sumar precisamente el 23 de la mayoría absoluta. Tras conocer el proyecto y criticar el poco tiempo que tendrá los grupos para evaluarlo antes del debate definitivo a final de año, manifestó su «decepción» porque no se hubiera contemplado al menos ese diálogo. En el debate sobre el estado de la región, Pumares reclamó una amplia reforma, de todo tipo, con muchas rebajas fiscales, para abordar cambios más allá de una modificación del Estatuto que incluya la oficialidad de la lengua asturiana. Con todo, y pese a desilusión sobre ese punto, el portavoz de Foro valoró de forma positiva que el proyecto sí recoja algunas de sus peticiones: ayudas directas a la natalidad y deducciones fiscales para combatir la despoblación en el área rural.

El siguiente, en apariencia, aliado natural para las cuentas debería ser Podemos Asturies, más desde que en esta legislatura su formación y los socialistas comparte gobierno de coalición en el estado, pero lo cierto es que los morados siempre han vendido muy caro su apoyo a este lado de la cordillera. El secretario general de Podemos Asturies, Daniel Ripa, no se mostró ni mucho menos entusiasmado por el proyecto de las cuentas regionales. Lo calificó de «vacío» y deslizó su sospecha de que Barbón preferiría entenderse con Ciudadanos antes que con ellos. No es la primera vez que lo menciona y ya desde antes de la pandemia, los morados asturianos han lamentado que, en su opinión, los acuerdos que se logran en Moncloa no tienen traslado en Suárez de la Riva. Con todo, probablemente pese también de qué lado caiga la balanza, el propio proceso interno de primarias que vive la formación y que se desarrollará lo largo de todo diciembre, de forma paralela con la negociación presupuestaria.

Las votaciones están fijadas en el calendario entre los días 15 y 21 y el 22 se conocerá al ganador. Ripa concurre por tercera vez y en esta ocasión contra Sofía Castañón, diputada en el Congreso que se ha presentado con apoyos municipales como el de Ana Taboada en Oviedo o entre los escaños de la Junta, con Rafael Palacios. La campaña está siendo además enrarecida después de que Ripa denunciara «presiones desde Madrid» para que abandonara la carrera.

¿Podría salir el presupuesto con un respaldo transversal que incluyera a Ciudadanos? Ocurrió el año pasado y el grupo no tomó con rechazo el proyecto de este año. Los naranjas se felicitaron internamente de haber participado en esta ocasión en la negociación del borrador hasta el punto de autodefinirse como «preferentes», aunque el mensaje de Cárcaba destacando que seguían abiertos al diálogo con todos los grupos aguó en parte sus expectativas.

Las cuitas internas de los naranjas también podrían hacer variar la brújula, sobre todo por la precaria situación del partido a nivel nacional y el hecho de que sea la dirección estatal la que tenga la última palabra independientemente de lo que los diputados asturianos puedan llegar a acordar. En la mente de todos actores implicados en el Principado pesa el precedente del primer año de la legislatura cuando tras el pacto alcanzado con el grupo parlamentario naranja, la dirección nacional vetó el acuerdo y el presupuesto salió adelante porque una diputada, Ana Coto, se abstuvo desobedeciendo el mandato nacional y presentando después su renuncia para volver a la Universidad. 

En la decisión de Ciudadanos Asturias podrían pesar varios elementos, algunos relacionados con la comunidad pero otros no. Podría restar capacidad de acuerdo la expectativa de que el año próximo arranque de forma definitiva la reforma de la oficialidad pero también que pudiera haber un adelanto electoral en Andalucía o que el partido termine por aceptar una unión de facto con el PP ya sea con listas conjuntas (como se ha llegado a sugerir este fin de semana por parte de la propia Inés Arrimadas) o con su desintegración definitiva y un salto en masa de cuadros a las filas de Casado, algo que han denunciado los diputados críticos en Asturias, Laura Pérez-Macho y Armando Fernández Bartolomé.

En el plano de la utopía queda la posibilidad de que el acuerdo de los socialistas llegara a más grupos que los del anterior recuento. Con Vox ni se contempla ningún tipo de diálogo, el casquista Pedro Leal actúa por su cuenta al margen del partido (el año pasado llegó a plantear una enmienda a la totalidad por su propia iniciativa a pesar del acuerdo cerrado por el partido) y con el PP (aunque ha habido precedentes de acuerdo n otros mandatos) no se esperan en esta legislatura.