Cuando comiencen los plenos en el nuevo ejercicio de 2022 en la Junta General, Ciudadanos será el grupo parlamentario que más ha mudado de piel, con más cambios respecto a la lista de diputados que entró tras las elecciones autonómicas y de los que sólo quedan Sergio García y Armando Fernández Bartolomé. Y quizá no sea una situación permanente porque el primero le pidió recientemente al segundo que entregara el acta. Cinco escaños para un grupo en el que ha terminado entrando el número diez de la lista.
Lo de entregar el acta lo hizo así, nada más empezar este año, Laura Pérez Macho, que abandonó la política denunciando que «si no me dejan trabajar, si no me permiten hacer política y parlamentarismo para los asturianos, no voy a seguir cobrando un sueldo», poniendo fin a una larga querella con la mayoría de compañeros de grupo, enfrentados desde hace tiempo, criticando que no se le había permitido participar en las negociaciones del presupuesto y tras haber demandado, sin éxito, amparo ante Inés Arrimadas por una «operación», denunciada meses atrás, supuestamente para que cuadros del partido saltaran al PP después de que se celebrara un encuentro con Fran Hervías.
Los cambios en el grupo parlamentario han sido muchos y comenzaron casi en el mismo momento en que se constituyó el parlamento. El exrector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez, que había sido cabeza de cartel de Ciudadanos Asturias en los comicios, llegó a presidir la mesa de edad para la formación del hemiciclo. Después presentó su renuncia diciendo que «es evidente que no es el mismo partido del mes de diciembre. Ha cambiado en campaña y por los últimos acontecimientos» y que el partido había dado un giro derechista que le alejaba de su concepción original de «un partido de centro, un partido bisagra capaz de llegar a acuerdos para dar estabilidad política». Le hubiera sustituido la número 6, Ana Rosa Fonseca, también candidata independiente venida desde la Universidad, pero sin Vázquez al frente del proyecto se negó. Fue así como entró la número 7, y actual portavoz, Susana Fernández.
La que fuera número dos, Ana Coto, también procedente del entorno académico, dejó el escaño después de que la dirección nacional de Madrid vetara el acuerdo ya cerrado por el grupo asturiano para respaldar el primer presupuesto de la legislatura. Coto se abstuvo, lo que permitió salir las cuentas, y dimitió regresando a la academia. Fue una desautorización para Laura Pérez Macho, portavoz del grupo, que además vio reforzada la posición de sus adversarios internos con la entrada de Luis Fanjul, que iba de número diez pero el nueve, Cristobal de la Coba, no aceptó entrar en el parlamento.
La candidatura inicial liderada por Juan Vázquez, se presentaba como opción moderada, con guiños al socialismo liberal y compaginando políticos del partido con candidatos independientes procedentes de la denominada «sociedad civil»; pero ya desde las generales comenzó a sentirse ajena a una campaña nacional en la que Albert Rivera se alejaba más del centro político. En el grupo asturiano no queda ya ningún independiente. Armando Fernández Bartolomé fue diputado ya la pasada legislatura pero se encuentra en soledad respecto a sus compañeros de bancada, y no cumplió siquiera la disciplina de grupo (en protesta por no haber sido informado de las negociaciones) en la última votación de los presupuestos.