Le diagnosticaron esclerosis múltiple, quiso ser cura y ahora pone en marcha una agencia inmobiliaria

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

El avilesino Jorge Suárez, en su despacho
El avilesino Jorge Suárez, en su despacho

La historia empresarial del avilesino Jorge Sánchez, uno de los beneficiarios de las ayudas al emprendimiento de la Fundación ONCE

11 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

De estar sentado en un despacho en Madrid a estar en una silla de ruedas por una enfermedad neurodegenerativa. De saborear el éxito profesional con la gestión de 18 concesionarios de coche a combatir una intensa batalla judicial por franquicias que habían desaparecido. De cursar la carrera eclesiástica a ser agente inmobiliario y crear su propio negocio. Así es como le ha cambiado radicalmente la vida en tan solo diez años a Jorge Sánchez, un avilesino de 40 años y con discapacidad que puso en marcha Inmofinancix gracias a la Fundación ONCE.

Todo empezó a raíz de un vuelo de vuelta de Madrid. «Me sentí un poco raro y acabé ingresando en neurología con la parte derecha del cuerpo paralizada. Me diagnosticaron esclerosis múltiple y me jubilan con el 100%», afirma Jorge Sánchez, quien por aquel entonces «estaba en el top de los negocios». Sin embargo, a los dos años y tras recuperar la movilidad el avilesino se reincorpora al mundo laboral. «En ese momento y quizás por la depresión debido al problema de salud ingresé en el seminario de Oviedo», cuenta.

Pero después de conocer a una enfermera en un viaje, que hoy en día es su mujer, decide abandonar la carrera eclesiástica y ponerse a trabajar en el negocio familiar, un taller de reparación de vehículos. «Mi padre estaba a punto de jubilarse y tomé la gerencia. Sin embargo, cuando cesa me vuelve la esclerosis múltiple y saco la baja. En cambio, en esa ocasión, no me jubilan y me echan al mundo laboral», detalla.

Como Jorge Sánchez había tanteado alguna vez en su vida el mundo inmobiliario decide especializarse en ello. «Me matriculo en un máster y saco el título durante el confinamiento. Al interesarme el tema sigo estudiando y hago cursos relacionados con este ámbito. Además, me proponen formarme como perito judicial inmobiliario y lo saco. Asimismo, durante esta trayectoria, el Banco de España crea la figura de intermediario de crédito inmobiliario y la regulariza. Asíque me apunto también a ello», señala.

Creación de la empresa 

Una vez finalizados todos los estudios, «contacta conmigo COCEMFE (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica) porque por mi edad y como estaba en el paro me proponen apuntarme a un curso para ayudarme a hacer un currículum vitae», añade. En ese momento, Jorge Suárez le comenta a la empleada que tiene en mente poner en marcha una inmobiliaria. «Esta me remite a su compañero Andrés y aquí fue el primer paso importante de todo lo que sucedió. A través de videoconferencia le cuento mis proyectos y me propone presentar el mismo en la Fundación ONCE porque tienen ayudas muy importantes para este tipo de casos».

Con las mismas, Jorge Suárez va a Oviedo para realizar una entrevista de trabajo. «Llevo mis títulos, mis proyectos y demás papeles y le explico todo. Me dice que es muy interesante y me lo remite a Madrid. Allí ya son los encargados de decidir si opta a las ayudas o no», apunta. Una vez aprobado el proyecto, «empezamos a trabajar con una consultora de la ONCE y durante cuatro meses hicimos videoconferencias para preparar el desarrollo del negocio, que ha sido puesto en marcha el pasado 7 de julio».

Sobre Inmofinancix

Un negocio que se trata de «una marca inmobiliaria que conjunta la venta del inmueble con la financiación del mismo». De esta manera, «el cliente que le gusta el inmueble y hace la correspondiente visita comercial sabemos perfectamente que lo puede comprar. Por un lado, a este ya le ofrecimos la financiación y estadísticamente el 60-70% de las operaciones inmobiliarias se cae en este punto. Por otro lado, los inmuebles que seleccionamos tienen que ser vendibles, nos tiene que gustar a nosotros. Le ofrecemos al cliente algo que ya nos ha ilusionado y además nos gusta la filosofía de acompañar al cliente en la venta del inmueble, no venderle», detalla Jorge Suárez antes de añadir que «realizamos tours virtuales para que así el cliente puede ya ver desde su casa el inmueble al detalle».

Bajo esta premisa, Jorge Suárez confiesa que en estos casos, es muy importante dejarse asesorar. «Hay que saber los precios de la zona, la adecuación del inmueble…, elementos que vendedores por lo general no les dan importancia pero que son fundamentales», afirma. Por tanto, todo aquel que esté interesado en vender un inmueble debe entrar en la siguiente página web y rellenar un cuestionario para que «nosotros podamos ponernos en contacto».

La inmobiliaria únicamente opera en Asturias y además es exclusivamente digital. «La presencia física nos trae polarización y montar este negocio físicamente es inviable. Asimismo, aparte de nuestra página web, movemos inmuebles en los portales tradicionales y en las redes sociales, ya que un 40% de las ventas se producen ahí». Por el momento, Inmofinancix cuenta con tres delegación, pero espera tener un total de siete, distribuidas por Oviedo,Gijón, Avilés, las Cuencas y Langreo, occidente y oriente. «En menos de dos años tenemos que posicionarnos en toda Asturias con esos siete delegados»

Para ello deberán aumentar el personal. «En nuestras demandas de empleo no tenemos barreras administrativas de ningún tipo. Cualquier persona con discapacidad puede trabajar con nosotros». Bajo esta premisa, Jorge Suárez señala que el éxito de la empresa radica en que «cuando yo elijo delegado yo no quiero que sea agente inmobiliario, sino que tiene que ser vendedores». «Cuando acceden a ello tienen que hacer la misma formación que yo tengo. Tienen que saber asesorar al cliente y luego pasamos a la práctica. Yo les acompaño a esas primeras visititas del inmueble». No obstante, el avilesino espera crecer en productividad hasta alcanzar una rentabilidad operativa del negocio. Por el momento, «estoy muy contento porque la empresa funciona. Llevamos vendiendo inmuebles desde que empezamos. Aunque todo es gracias a la Fundación ONCE porque sin ellos no estaría aquí. No solo por el desarrollo del negocio sino por la aportación económica que es muy necesaria», reconoce.