Bosquia, la empresa con sello asturiano: 100.000 árboles para reducir la huella de carbono de las empresas
ASTURIAS
La empresa creada por el gijonés Francisco del Cid busca recuperar flora autóctona sobre espacios degradados y hacerlo desde una perspectiva científica con un adecuado mantenimiento
27 ene 2022 . Actualizado a las 10:55 h.Bosquia, una empresa fundada por un joven de 31 años afincado en Gijón que despertó su conciencia medioambiental tras un largo viaje, ha plantado en tres años más de 100.000 árboles autóctonos en España y Portugal de la mano de compañías que buscan compensar su huella de carbono mediante la reforestación.
Un viaje de dos años alrededor del mundo con la mochila al hombro, al que se lanzó en 2016 insatisfecho con su profesión de técnico en maquinaria naval, sirvió a Francisco del Cid para cambiar su perspectiva y decidirse a fundar Bosquia con la intención de recuperar el bosque autóctono y contribuir a la estrategia de la Unión Europea que se propone plantar 3.000 millones de árboles hasta el año 2030.
Con ocho trabajadores y la vista puesta en su expansión internacional, Bosquia tiene disponibles fincas degradadas susceptibles de forestación en España, Portugal, Francia, Alemania, Colombia y algunas naciones de África, así como viveros para la germinación a partir de semillas autóctonas en Asturias, Madrid, Barcelona y Sevilla con unas 90.000 plantas de 15 especies distintas.
«Trabajamos siempre en la reforestación mediante la plantación de bosques autóctonos que ayuden a mejorar la biodiversidad de zonas degradadas con árboles cultivados a partir de semillas de la misma zona porque son más resistentes a plagas, enfermedades, y se adaptan mejor a las inclemencias meteorológicas», ha explicado a Efe Del Cid.
La intención es la recuperación de ecosistemas que han sido degradados por la acción humana, como vertederos, zonas quemadas o antiguos pastizales para que vuelvan a ser lugares en los que flora y fauna convivan en armonía, ha destacado.
Bosquia ofrece a sus clientes, en su mayoría empresas que buscan compensar sus emisiones contaminantes con la captura de CO2, la planificación y gestión de nuevos bosques y la inscripción de la plantación en el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico para la obtención del sello de registro de huella de carbono.
La estrategia de biodiversidad, cuyos principales elementos fueron aprobados en 2021 por la Comisión Europea, contempla, entre otros aspectos, la plantación de tres mil millones de árboles hasta 2030, lo que aumentaría la superficie boscosa en tres millones de hectáreas, que equivalen a un área del tamaño de Bélgica.
Si Europa plantara árboles en todo el territorio apto para la reforestación no solo secuestraría dióxido de carbono sino que además podría aumentar las precipitaciones en un promedio del 7,6% y compensaría en parte los veranos cada vez más secos por el calentamiento global, según un estudio del investigador de la Escuela Politécnica Federal de Suiza, Ronny Meier, publicado en Nature Geoscience.
En ese estudio, se ha elaborado un mapa en el cual se observa que el 14,4% de la superficie continental es apta para la reforestación. Pero no se trata de plantar árboles en cualquier sitio y de cualquier manera porque eso sería incluso contraproducente, ya que la recuperación del bosque requiere de planificación, gestión y mantenimiento, ha precisado Del Cid.
Se trata de recuperar flora autóctona sobre espacios degradados y hacerlo desde una perspectiva científica con un adecuado mantenimiento porque, de lo contrario, pueden convertirse en focos de incendios generando el efecto contrario al deseado con más emisiones.
Bosquia también ofrece a cualquier persona la posibilidad de apadrinar un árbol dentro de un servicio de reforestación colectiva mediante el cual recibirá un certificado con la geolocalización del ejempla, informa EFE.