A Asturias le faltan 2.500 enfermeras: «Fuera de España se las rifan y, con la pandemia, todavía más»

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

F. Sotomonte

El Sindicato de Enfermería Satse calcula que se jubilarán mínimo 200 cada año sin contar las que se van anticipadamente por las «vergonzosas» circunstancias actuales

07 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

De las 25 residencias de ancianos del ERA, solo dos -Santa Teresa de Oviedo y la Mixta de Pumarín en Gijón- tienen enfermeras de noche. En el resto, teniendo en cuenta que los centros de tamaño mediano tienen entre 80 y 120 residentes, no queda ninguna por las noches. «Además con el perfil de residentes que tenemos hoy en día, que muchos están con sondas, oxígeno… Es vergonzoso. Y, como las sustituciones son nulas porque no hay enfermeras ni debajo de las piedras, hay días incluso en que las residencias se quedan sin ninguna», asegura la secretaria general del Sindicato de Enfermería Satse en Asturias, Belén García.

Es solo uno de los ejemplos que muestran el «grave déficit estructural» de profesionales de enfermería que existe en los centros sanitarios y sociosanitarios que dependen del Sistema Nacional de Salud en Asturias, que por supuesto irá en aumento. García pone más ejemplos de lo que implica esta escasez de enfermeras y enfermeros. «En las unidades de hospitalización se supera con creces la media que se considera segura a nivel europeo, que es de entre seis y ocho pacientes por enfermera como máximo». En el Hospital Monte Naranco de Oviedo por las noches hay una enfermera para 30 pacientes y, en general, la media en cualquier unidad de un hospital asturiano es de 16 pacientes.

En los centros de salud, García recuerda que Satse lleva tiempo denunciando que los profesionales de enfermería tienen un elevado número de cartillas, a lo que se añade que «desde hace meses prácticamente no hay sustituciones y, ya no es que tengan que atender una burrada de cartillas, es que si faltan una, dos o cuatro enfermeras nos las tenemos que repartir entre los que quedamos y entonces ya son 5.000 o 6.000 cartillas».

¿Por qué no hay suficientes profesionales?

En general, en Asturias hay 5,92 enfermeras por cada 1.000 habitantes. La media de Europa es de 8,8 por 1.000 habitantes. Por ello, en Satse calculan que hacen falta más de 2.500 profesionales como mínimo en Asturias para alcanzar la media europea. Aparte de que el déficit de profesionales de enfermería es un mal que, como con los médicos, también aqueja al resto de España, en Asturias Belén García asegura que ha existido una «total falta de previsión» en la planificación de recursos humanos por parte del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) y la Consejería de Salud.

«Hicieron las mismas previsiones que con los médicos y llevamos el mismo camino. Esto ya lo veían venir, lo sabían. ¿Se vio agravado por la pandemia de coronavirus? Sí, lo sabemos. Como también sabemos que previamente no habían tomado ninguna medida», dice, en referencia al plan de recursos humanos que se aprobaba en diciembre de 2009, «en el que solo estaba incluida la gente por edad». El sindicato calcula que en los próximos 10 años se jubilarán el 22% de la plantilla actual del Servicio Nacional de Salud.

En Asturias, la plantilla orgánica de profesionales de enfermería del Sespa es de unas 4.550, más unas 125 del ERA (Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias). La previsión en Asturias, según los cálculos del Satse, es que se jubilen mínimo 200 enfermeras cada año, pero solo se tienen en cuenta las que se jubilarán por edad porque son las únicas de las que puede hacerse previsión.

Aumentan las jubilaciones anticipadas

«En estos dos últimos años se nos han marchado muchísimas enfermeras anticipadamente, perdiendo dinero, por las circunstancias actuales», señala García, que matiza que en todo caso «nunca podemos jubilarnos antes de los 63 años». Buena parte de ellas con más de 40 años cotizados. «Lo que sí sabemos fijo es que la incorporación de nuevos graduados no suple bajo ningún concepto el índice de jubilaciones previstas con la edad, sin contar si quiera las que marchan antes que es algo de continuo», añade.

A todo esto se suma, además, la ley de la oferta y de la demanda. «Ahora hay demanda de enfermeras en todas las partes. En España, prácticamente en todas las comunidades autónomas y, ¿qué pasa con Asturias?, pues que somos de las que menos cobramos», dice García, que apunta que, por ejemplo, las contribuciones de la atención especializada Asturias ocupan el puesto 14 de las 17 comunidades autónomas.

«Y si dentro de España hay competencia, si sales fuera se las rifan. Ya se las rifaban antes de la pandemia y ahora todavía más, porque tienen también escasez de ellas. ¿Qué problema tiene la gente joven ahora para marcharse a la otra punta de España si no lo tienen para marcharse a Australia? Si en otras comunidades les ofrecen mejores condiciones, fuera de España ya no solo hablamos de dinero, ahí hablamos de condiciones laborales. A la carta».

En Satse calculan que fuera de España hay al menos 8.000 enfermeras trabajando. Y, aunque todos los nuevos graduados en Enfermería se quedaran a trabajar en Asturias, García insiste en que no se cubrirían todas las bajas que se van a producir en el sistema, «pero además tienen que mejorar las condiciones aquí porque si no mucha gente se te va a seguir marchando igual y, si además de que no salen suficientes se te marchan, apaga y vámonos».

Soluciones

Satse viene reclamando en las diferentes autonomías el aumento de las plazas universitarias de Enfermería para contribuir a paliar este déficit de profesionales. La propuesta del sindicato era un plan a varios años que, en el caso de Asturias, incluía como necesarias mínimo 50 plazas más en el primer curso de Enfermería, manteniéndose ese aumento al menos durante cuatro años más. Cada año unos 170 estudiantes finalizan el grado de Enfermería, una de las titulaciones con más demanda.

García recuerda que todavía la semana pasada, en cada autonomía, «nos dirigimos a las consejerías de Salud y a las universidades para que valoraran aumentar el número de plazas en Enfermería». Dice que en la Universidad de Oviedo la respuesta fue favorable y que por parte de la Consejería de Salud «no obtuvimos respuesta, como suele ser lo habitual, ni de este ni de otros asuntos».

También recuerda que «nos enteramos por la prensa» de que se había creado un grupo de trabajo de la Universidad y del Sespa para valorar ese incremento de plazas pero, «como imaginábamos, no se han aumentado para el curso que viene cuando esto es una solución a medio plazo, no a corto plazo, porque mínimo tendrían que pasar cuatro años».

También añade que Asturias es una de las nueve comunidades autónomas en las que no se ha aumentado la matrícula de Enfermería. Además, desde Satse se elaboró un plan estatal para favorecer el retorno de las enfermeras que durante años se han ido a otros países, con una batería de 50 medidas para hacer más atractivo su regreso.