El calvario de una octogenaria víctima de la okupación: su inquilino lleva más de un año sin pagar el alquiler

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

PILAR CANICOBA

El arrendatario ha «alegado vulnerabilidad» pese a tener unos ingresos «con los que puede vivir dignamente»

02 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Desesperada, impotente, apesadumbrada y desamparada. Así es como se siente una ovetense de 89 años tras llevar más de un año sin recibir ni un solo euro por parte de su arrendatario. Una deuda que asciende ya a los 6.000 euros y que seguirá aumentando, puesto que tal y como señala su hijo Luis García «el inquilino ha alegado vulnerabilidad y hasta septiembre no podemos hacer nada, a no ser que el Ayuntamiento de Oviedo y Servicios Sociales le dé una solución habitacional». Mientras tanto, la anciana con su pequeña pensión tendrá que seguir haciendo frente a los pagos de la comunidad, el seguro del hogar y los costes de un abogado.

Fue en el año 2015 cuando la octogenaria recibió en herencia la mitad de dicha vivienda y tras adquirir la otra mitad la puso en alquiler «como complemento en la pensión». Durante los primeros años todo fue muy bien. «La alquilamos a dos personas que eran correctas y tras marcharse por motivos personales se la arrendamos a este señor», detalla su hijo, quien resalta que a partir de aquí comenzaron los problemas.

Aunque llegó a pagar los tres primeros meses, después dejó de hacerlo. «Decidimos poner una demanda de desahucio y el juez la fija para el mes de julio, pero el buen señor alega vulnerabilidad, que se ha prorrogado hasta el 30 de septiembre», resalta Luis García. Una situación económica que no se corresponde con la realidad puesto que «cobra una pensión de invalidez y otra de orfandad que suman 800 euros y además con los hermanos tiene una comunidad de bienes de bajos comerciales que con su participación viene a cobrar unos 1.000 euros, que le permiten vivir dignamente y además sirvieron como garantía de solvencia».

Sin embargo, el juez «amparándose en la ley» considera apta su vulnerabilidad porque «no tiene ninguna vivienda entre sus bienes y el Ayuntamiento de Oviedo y Servicios Sociales no le da ninguna solución habitacional». Un problema al que se suma el del posible subarrendamiento de la vivienda. «El señor alega que no vive ahí y está censado en Gijón. Pero su compañera, con la que supuestamente no tiene una relación sentimental, y su hijo sí y él dice que no les está pagando la vivienda», denuncia Luis García, quien resalta indignado que «al fin y al cabo estamos financiando a esta gente».

Además, por si fuera poco, el inquilino «es un vecino molesto». «Mete ruidos a cualquier hora del día, tiene gatos y perros, sacó un cubo de la basura y echa ahí sus cosas al margen de la comunidad, desde que llegaron hay suciedad por el portal, tuvieron que poner cámaras de vigilancia en el portal que implicó una derrama para todos los vecinos, mi madre cada dos por tres recibía burofax en casa», detalla el hijo de esta octogenaria.

No obstante, a pesar de presentar todos los recursos pertinentes contra él, esta ovetense no tiene nada que hacer. «Tenemos la vivienda ocupada, él no se va y además está amparado por los decretos del Gobierno. En el caso de querer solucionar los temas a mayores tienes que pagar un abogado, un procurador… y esto supone un gran desembolso», lamenta Luis García, quien espera que se solucione pronto la situación.

Por el momento, ha solicitado una compensación económica para su madre. «No conozco a nadie que se lo hayan dado o denegado, pero aparte de presentar la correspondiente documentación y la paralización del desahucio, hubo que justificar un prejuicio económico», señala antes de manifestar que «estoy de acuerdo que hay gente que lo necesita y pasa necesidad, pero otros, a cuenta de esto, viven de la sociedad».