
Reclaman medidas contra la paralización de la industria por los costes de la electricidad
15 mar 2022 . Actualizado a las 17:46 h.Los comités ejecutivos de las Cámaras de Comercio de Oviedo, Gijón y Avilés han solicitado este martes un gran pacto de estabilidad que ponga en marcha una serie de medidas urgentes en materia energética y fiscal, con la reducción de impuestos, para hacer frente a «una economía de guerra».
En una reunión mantenida en Avilés con carácter extraordinario y de urgencia, los comités ejecutivos de las Cámaras asturianas han hecho un llamamiento a la responsabilidad para evitar huelgas futuras que puedan castigar a la sociedad en su conjunto.
Las Cámaras han hecho público un documento, que harán llegar al presidente del Principado, Adrián Barbón, en el que han aseverado que, en ese pacto, además de los partidos políticos, deben de ser incluidos los componentes del dialogo social y los agentes económicos.
El presidente de la Cámara de Oviedo, Carlos Paniceres, acompañado de su homólogo en Avilés, Luis Noguera, y del vicepresidente primero de la de Gijón, Pedro Ferrer, ha advertido: «vivimos en tiempos de guerra y, por tanto, tenemos que plantearnos una economía de guerra».
Para los responsables de las tres entidades camerales, después de la provocada por la covid-19, la actual «es otra pandemia, absolutamente dramática para el mundo empresarial» y, en consecuencia, las medidas tienen que ser urgentes, «no vale dejarlas en anuncios, hacen falta reales decretos».
En su documento, las Cámaras han aclarado que los problemas de la región no son sólo consecuencia de la guerra de Ucrania, «sino que se agravan de manera considerable por esta desgraciada circunstancia» y han propuesto la adopción de medidas a corto plazo para abaratar el coste de la energía de las empresas para evitar su cierre mientras dure esta situación tan crítica.
«No es comprensible que la factura eléctrica en Alemania sea menor que en España y que en Francia sea la mitad», han criticado las tres corporaciones, que se han referido a las electrointensivas, como ArcelorMittal y AZSA como compañías tractoras, generadoras de empleo y riqueza que padecen esta situación.
El estatuto de las empresas electrointensivas existente difiere de las soluciones que toman en otros países y es preciso estudiar «de manera urgente» otras acciones, como la aplicación hasta el máximo permitido de la compensación por los derechos de emisión del CO2, han apuntado.
Asimismo, han recordado que, al margen de las industrias electrointensivas, el precio de la energía afecta a toda la economía y, por ello, han solicitado la eliminación «de manera inmediata» de la actual vinculación del precio del gas para el cálculo de la tarifa eléctrica.
También han propuesto la supresión, o en su caso reducción, de los impuestos que gravan a las gasolinas, ya que no es comprensible que la administración del Estado recaude más, «castigando al transporte de mercancías por carretera y marítimo».
Por último, en su documento consideranque el cierre de las centrales térmicas ha sido precipitado y que la entrada en funcionamiento de la planta regasificadora de El Musel «no admite más demoras»; informó EFE.