Una familia ucraniana no encuentra dónde alojarse en Asturias: «Ni siquiera nos alquilan un piso»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

Las ucranianas Olga Motruk y Nataliia Makotra, junto con sus hijos Andrii Motruk, Mykhailo Makotra y Yehor Makotra, respectivamente
Las ucranianas Olga Motruk y Nataliia Makotra, junto con sus hijos Andrii Motruk, Mykhailo Makotra y Yehor Makotra, respectivamente Tomás Mugueta

Llevan tres semanas esperando a que les ofrezcan una casa de acogida pero desde Accem cada vez les dan más «largas»

22 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin pensárselo ni un segundo, en el momento que empezó la invasión rusa, la ucraniana Olga Motruk y su cuñada Nataliia Makotra cogieron los bártulos y pusieron rumbo a Asturias para poner a salvo las vidas de sus respectivos hijos: Andrii Motruk, Mykhailo Makotra y Yehor Makotra. Tras un intenso viaje llegaron el pasado 7 de marzo a Oviedo, donde les esperaba Vadym Ivanina, el sobrino político de Olga quien desde entonces les ha prestado su casa para que puedan alojarse mientras encuentran otra. Una búsqueda que se está complicando más de lo que se esperaban.

«Desde Accem nos dan largas. Dijeron que en dos o tres días les daban algo de alojamiento pero ya pasaron tres semanas y nada. También llamamos a una agencia para alquilar un piso y todo bien hasta que dije que era para unos familiares ucranianos y directamente me dijo que estaba reservado el piso. Algo que es mentira porque lo actualizaron hace una hora y todavía sigue el anuncio en la página», lamenta Vadym Ivanina.

En este punto, Vadym Ivanina señala que «yo les entiendo porque piensan que igual quieren ocupar el piso porque como hay mucho problema con eso, pero ellos sí que pueden hacer frente al pago del alquiler durante un par de meses hasta que encuentren algo. Todavía tienen dinero, luego resultará más complicado porque tienen que pagar la comida y todo eso».

Mientras tanto, las dos mujeres y los tres menores se están quedando en casa de Vadym Ivanina. «Mi madre y yo nos fuimos a casa de unos amigos para que se queden en la nuestra, pero no podemos estar así siempre. En total seríamos ocho y en un piso con dos habitaciones es imposible. Podríamos estar así dos o tres días porque los niños mientras se quedan en el sofá pero más no», cuenta el ucraniano.

Respecto al resto de ayuda humanitaria, Vadym Ivanina asegura que fueron a algún centro para coger ropa, sobre todo, para los niños. «No fue mucha ya que también compramos», apunta. Desde Cruz Roja les han impartido cursos de idioma para fomentar la integración. Además, Olga ha conseguido adelantar los trámites para obtener los papeles ya que está embarazada y necesita ir al médico para que le hagan el correspondiente seguimiento.

No obstante, los menores aún no van al colegio porque «como no sabemos dónde se van a quedar, no sabemos si sería bueno llevarles ahora a un colegio y luego que tuviesen que cambiarse a otro». Es por ello que esperan encontrar pronto un lugar de acogida, ya que «a todos los ucranianos que están llegando se les está proporcionando, pero a nosotros no. Como dijimos que vivían con nosotros piensan que no les hace falta y no es así», sentencia Vadym Ivanina.

Funcionamiento de los recursos estatales

Desde la Delegación del Gobierno apuntan que como en un primer momento esta familia ucraniana tenía donde hospedarse no se les ha dado preferencia de alojamiento. En este sentido, señalan que el sistema de acogida puesto en marcha prioriza la situación de vulnerabilidad de los refugiados y que los recursos estatales desde un primer momento están prestando ayuda a todas aquellas personas que lo necesitan. Es por ello, que tras tres semanas de espera, Accem ya tiene disponible una vivienda para estas dos mujeres y sus hijos, a quienes les han prestado acompañamiento en todo momento.