El carguero tiene prevista su llegada a finales de esta semana mientras Europa se plantea endurecer las sanciones a la importación de materias primas
04 abr 2022 . Actualizado a las 18:05 h.La llegada de un buque cargado con carbón procedente de un muelle ruso al puerto gijonés de El Musel ha despertado la polémica en pleno debate sobre si deberían endurecerse aún más las sanciones a la importación de materias primas rusas tras la revelación de duras imágenes de matanzas cometidas en la invasión de Ucrania. Para esta semana, inicialmente para el día 5 de abril aunque se ha retrasado hasta el domingo 10, está prevista la llegada del buque Sivota después de una primera parada en Algeciras, y con destino la térmica de Aboño.
Ecologistas en Acción ha denunciado que se trata de mineral ruso aunque fuentes de la compañía EDP lo han negado y aseguran que se trata de carbón procedente de Kazajistán. El grupo ecologista ha insistido en que la cargó partió de un puerto ruso, la terminal de Taman.
Lo cierto es que las sanciones europeas no se extienden a la importación de carbón, ni tampoco al petroleo de origen ruso, y es completamente legal, pero Ecologistas en Acción lo ha denunciado como un ejemplo de «hipocresía», según destacó su portavoz en Asturias, Paco Ramos quien insistió en que «no sancionamos lo que nos nos conviene, ni el carbón, ni el gas, ni el petróleo». Las restricciones a la economía rusa son un arma de doble filo para Europa que ha sufrido también importantes impactos en la subida de precios.
A través de un comunicado, Ecologistas en Acción explicó que «el carbón procede de la terminal de carga a granel del puerto de Taman, inaugurada en noviembre de 2021 y con la línea de carga de carbón más potente del país. Su capacidad es de 8.000 toneladas por hora». En concreto, este buque «ha descargado en el puerto de Palmones [en Algeciras] para suministrar carbón a la C.T. de Los Barrios, y ahora se dirige a El Musel con carbón para la C.T. de Aboño, lo que demuestra que se siguen haciendo negocios sin ningún tipo de dificultad con Rusia».
Aunque no hay ninguna restricción vigente contra la importación del carbón ruso, la situación podría cambiar en los próximos días. Este mismo lunes, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a una nueva negociación europea para acordar un embargo al petróleo y al carbón rusos después de calificar de « crímenes de guerra» las imágenes de ejecuciones sumarias a civiles halladas en la localidad de Buchan en las cercanías de Kiev.
«Estoy a favor de un nuevo tren de sanciones» y «en particular con el carbón y el petróleo tenemos que actuar», afirmó Macron este lunes en una entrevista a la emisora de radio «France Inter». «En los próximos días tiene que haber una concertación europea, es lo que quiero», añadió después de haber señalado que esa discusión la va a empezar con Alemania. Lo justificó porque a su parecer «tiene que haber sanciones que disuadan después de lo que ha pasado» en Bucha.
Preguntado sobre si Vladímir Putin tendrá que responder ante un tribunal de lo ocurrido en esa ciudad al norte de Kiev, explicó que «las escenas son insostenibles» y que «hay indicios muy claros de crímenes de guerra», además de hacer hincapié en que quien controlaba esa zona cuando se produjeron las matanzas era «el Ejército ruso».
La amenaza de un embargo sobre el petróleo y el carbón ruso supone, además de una elevación de la tensión económica entre la Unión Europea y Moscú, supone un desafío para el aprovisionamiento energético de los propios europeos.
Macron, en cualquier caso, no habló de dejar de comprar gas ruso. La UE es particularmente dependiente del gas ruso, sobre todo Alemania y algunos de los países del flanco este. Una interrupción de su suministro, podría generar un grave problema para su sustitución con el gas de otras procedencias de cara al próximo invierno, según informó Efe.