La mayoría de las empresas asturianas mantendrá el uso obligatorio de la mascarilla

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

PILAR CANICOBA

Fade asegura que las compañías apuestan por la «prudencia» y que esperarán a conocer la letra pequeña antes de tomar medidas. La patronal acusa al Gobierno de «tirar balones fuera»

20 abr 2022 . Actualizado a las 15:47 h.

La mayoría de las empresas asturianas mantendrá a corto plazo el uso obligatorio de las mascarillas en los centros de trabajo. Hasta que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publique la normativa y se conozca la letra pequeña de la medida, la patronal asturiana asegura que las compañías de la comunidad autónoma apostarán, en líneas generales, por la «prudencia» y que mantendrán el uso del cubrebocas a corto plazo a la espera de ver cómo evoluciona todo. Desde FADE también critican al Gobierno, al que acusan de «tirar balones» al cargar en los empresarios la responsabilidad de tomar una decisión que «no nos corresponde». «El coronavirus no es un riesgo laboral sino una enfermedad común, por lo que no son las empresas las que deben decidir», defienden.

Leticia Bilbao, directora de Desarrollo Empresarial de FADE, explica que las empresas «de momento están esperando a conocer la letra pequeña, pero el planteamiento de la mayoría es de prudencia». «Unas serán más prudentes y otras menos, pero son muchas las que tienen claro que van a seguir con la mascarilla en interiores». En su opinión, dentro de «un par de semanas o algo más», en función de cómo evolucione todo, será el momento de plantearse más cambios.

Al margen de lo que decida cada empresa, que tiene la potestad de elegir si sus empleados deben usar la mascarilla o no, Bilbao critica que «el Gobierno está cargando a las compañías una responsabilidad que no es suya». «El coronavirus no es un riesgo laboral y ahora, de repente, son las empresas las que deben decidir. Esto es una enfermedad común y la decisión del Gobierno genera desconcierto», asevera la responsable de la patronal, que sostiene que «es todo confuso, caótico, raro, y crea inseguridad jurídica». «Es la incongruencia de querer volver a la normalidad pero no y encima cargando de responsabilidad a las empresas», sentencia.

A todo esto, la directora de Desarrollo Empresarial de FADE añade la preocupación del Ejecutivo autonómico por el aumento de las hospitalizaciones. «Tampoco sabemos si el Principado va a tomar alguna medida a mayores o si solo van a ser recomendaciones», explica. Por todos estos motivos, defiende que están «a la espera».

Otro de los motivos por los que la mayoría de las compañías va a tomarse su tiempo antes de aplicar cambios es que «tras dos años, ya están establecidos los protocolos y, aunque entregar mascarillas a los trabajadores es un coste, en muchos casos ya se asume como algo normal», afirma Bilbao.

La normativa se publica este miércoles en el BOE y entra en vigor en ese mismo momento. «No hay ni tiempo para ubicarse», critica Bilbao, quien concluye que «la mayoría seguirá manteniendo el uso en interiores e incluso tenemos alguna que lo hará en exteriores», detalla. Según sostiene, todo dependerá del tipo de actividad y de las distancias entre personas.

Lugares en los que sigue siendo obligatoria la mascarilla

El Consejo de Ministros aprobó este martes el decreto que elimina la obligatoriedad de usar la mascarilla en interiores, una medida que se hará efectiva el miércoles en cuanto se publique en el BOE. Los cubrebocas dejarán de ser imperativos, salvo en algunas situaciones que implican riesgo para las personas vulnerables. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó que esta decisión se ha tomado en base a varios factores, como «la altísima cobertura vacunal que ha cambiado las características de la pandemia», y destacó también que «la gravedad de la enfermedad ha descendido de manera importante por el impacto de las vacunas en nuestras vidas».

Darias repasó de nuevo la lista de los lugares donde la mascarilla seguirá siendo obligatoria, que son aquellos entornos vulnerables sanitarios y sociosanitarios, entre los que se incluyen los hospitales, residencias y centros sociosanitarios en general; además de establecimientos sanitarios como farmacias o unidades móviles para la donación de sangre, por ejemplo. Sobre los hospitales, la ministra aclaró que la mascarilla la deberán usar trabajadores y sanitarios, «pero las personas ingresadas en su habitación se entiende que no tendrán que hacerlo». Tampoco tendrán que llevarla los residentes de los centros de mayores, ya que se entiende que ese es su hogar, pero sí las visitas y trabajadores.

Reiteró que el uso del cubrebocas es obligatorio en todos los transportes públicos «y en los barcos cuando no se pueda mantener la distancia de 1,5 metros». También aclaró que en los andenes no será obligatoria, así como en los accesos a las estaciones para el transporte público.

Ya no es obligatoria en los centros escolares de Asturias

La consejera de Educación del Principado, Lydia Espina, ha remitido una carta a los directores de los centros educativos públicos para informarles de la decisión adoptada por el Consejo de Ministros de poner fin a la obligatoriedad de uso de la mascarilla en espacios interiores, una medida que considera positiva para el alumnado, «que necesita verse las caras en su día a día».

En su misiva, Espina señala que su departamento ya está trabajando en la adaptación de la resolución autonómica de medidas sobre COVID-19 en centros educativos para incluir este nuevo cambio, una modificación que, al igual que el relativo al ámbito estatal, entrará en vigor el miércoles, informa EFE.

Así, la resolución del Principado, en consonancia con lo aprobado en el Consejo de Ministros, establece que el uso de la mascarilla en ningún caso va a ser obligatorio en los centros educativos aunque los miembros de la comunidad educativa, a título individual, podrán decidir si continúan utilizándola. Además, recomienda el uso responsable en población vulnerable, incluido el profesorado con factores de riesgo.

Para la consejera, es importante «ir, poco a poco, ganando espacio a la normalidad, pero sin imposiciones», pero considera que la retirada de la mascarilla es una medida muy positiva para el alumnado, «que necesita verse las caras en su día a día» y también es bueno «para el desarrollo de los más pequeños y para la adquisición del aprendizaje de las lenguas».