La discusión a voces de Luis Lorenzo y Arantxa Palomino con la familia en el funeral de Isabel

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Paco Valdés, primo del marido de la fallecida, en el programa de Ana Rosa
Paco Valdés, primo del marido de la fallecida, en el programa de Ana Rosa

Paco Valdés, primo del marido de Isabel, la supuesta víctima, asegura que esta tenía a su sobrina en un altar y señala las sospechas de la familia sobre la pareja

31 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Luis Lorenzo y Arantxa Palomino, su mujer, están acusados del asesinato de la tía de esta por un supuesto envenenamiento mediante metales pesados. El hermano de la fallecida, Isabel, de 85 años y asturiana, interpuso una denuncia frente a la Guardia Civil y tras pasar a disposición judicial y declarar ante el juez, se les concedió  la obligación de entregar el pasaporte y comparecer cada semana ante el juzgado más próximo a su domicilio.

En el programa de Ana Rosa han contactado con Paco Valdés, primo del marido de la víctima. El familiar confirma que durante el entierro hubo gritos y discusiones. «Una parte de la familia le decía a Arantxa que por qué no le contestaba el teléfono cuando la llamaban, por qué no habían podido hablar con su hermana… Ellos decían que para qué querían hablar, si estaba bien. Fueron voces altas, tanto que el párroco tuvo que tomar parte para que dejasen de discutir, que después se hablaría todo pero que iba a permitir más voces dentro de la iglesia». 

El hermano de Isabel había puesto una denuncia por desaparición. La familia afirma que, a pesar de saber que estaba en Madrid con la pareja, no podían ponerse en contacto con ella. Según señala Valdés, por lo escuchado a otro familiar, el hermano e Isabel tendrían una cuenta bancaria conjunta que «desapareció de la noche a la mañana». 

Las sospechas del resto de familiares sobre Luis Lorenzo y Arantxa comienzan cuando vieron la esquela. Valdés explica que fue él quien la vio e informó a los familiares del fallecimiento de Isabel. «He visto una esquela que nunca se había visto aquí. A continuación de la fallecida, viene la familia más cercana. Aquí no venía reflejado ningún dato de algún familiar. Me pareció extraño y por eso me puse en contacto con este primo», explica Valdés sobre cómo conoció el fallecimiento de Isabel.

Valdés cuenta que Isabel tenía a su sobrina en un altar. «Vivía por los ojos de la sobrina, siempre la estaba adorando, la tenía en un altar. Siempre decía que a su sobrina la quería mucho».

Los meses previos a su fallecimiento, Isabel cambió su testamento para dejar a Arantxa como heredera universal. «Me consta, por lo que han hablado más familiares, que tenía un reparto entre los hermanos. Era una persona ahorradora pero no creo que tuviera millones de euros», afirma Valdés, que le sorprende que las razones económicas sean las causantes de esta situación. La herencia de Isabel, 60.000 euros, un piso en Grado y varias fincas rústicas, está bloqueada por orden judicial.