El PP pide al Gobierno asturiano que se rebele frente al «ecologismo radical» de Ribera y cace lobos

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Javier Brea, en una quesería
Javier Brea, en una quesería PP

Brea considera que el Principado debe secundar el «desafío» de los Ejecutivos de Cantabria y Castilla y León

18 jun 2022 . Actualizado a las 13:19 h.

El diputado del PP en la Junta General del Principado de Asturias, Javier Brea, ha pedido este sábado al Gobierno del Principado que se rebele frente al «ecologismo radical» del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que dirige Teresa Ribera y que abata lobos en las zonas más castigadas por los ataques.

Brea considera que el Gobierno asturiano debe secundar el «desafío» de los Ejecutivos de Cantabria y Castilla y León, que esta misma semana han anunciado que abatirán lobos, pese a la prohibición de cazarlos, vigente desde el pasado mes de setiembre, tras la inclusión de la especie en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre).

El diputado del PP ha hecho esas declaraciones tras visitar esta mañana una quesería artesana en Taramundi, en el marco de la asamblea de San Isidro del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas.

Respecto al anuncio de la Dirección General de Medio Natural del Gobierno del Principado de remitir al Ministerio un informe-propuesta en el que se solicita que se permita realizar controles de la especie en el Parque Nacional de los Picos de Europa, Brea cree que «se queda corto» y que el Principado «debe dar un paso más, como han hecho las comunidades vecinas, y arriesgarse a contravenir la orden ministerial, autorizando la extracción de ejemplares en las áreas con más densidad de lobo».

«La situación es insostenible. Los ganaderos están desesperados ante el aumento de los ataques, casi 2.500 animales muertos el pasado año. No pueden esperar a que la cuestión se resuelva en los Tribunales. En este caso, creemos que es preferible pedir perdón a pedir permiso», subraya Brea.

El diputado agrega que el problema del lobo «va más allá de las pérdidas económicas y el daño que provoca a los ganaderos ver a sus animales destrozados; desmotiva a quienes han apostado por continuar en el medio rural que, en muchos casos y ante este tipo de políticas nefastas, optan por tirar la toalla y abandonar la actividad».

«Debemos actuar antes de que sea tarde porque después ya no hay remedio. Una vez se abandonan las explotaciones ya no hay vuelta atrás, no se reabren», ha sentenciado, informa Europa Press.