«¿Me voy de Asturias o me quedo?»: el dilema de los universitarios tras graduarse
ASTURIAS
Jaime Noval ha emigrado a Madrid para trabajar en la banca de inversión tras estudiar el doble grado de ADE y Derecho. Marina Menéndez acabó Enfermería y tiene contrato en el HUCA
05 jul 2022 . Actualizado a las 14:48 h.A la hora de escoger carrera, además de la salida laboral, los jóvenes asturianos deben tener en cuenta si podrán desarrollar su carrera en la región. Arranca así el dilema sobre si trabajar en Asturias o salir a otra comunidad para tener otras oportunidades. La Voz de Asturias habla con un graduado obligado a trabajar en Madrid, donde se desarrolla su sector, y una joven que planea permanecer toda su vida en Asturias.
Jaime Noval: «El mundo de la banca y la inversión se da casi exclusivamente en Madrid»
Jaime Noval tiene 25 años y estudió un doble grado en Derecho y Administración de Empresas en la Universidad de Oviedo. Terminó sus estudios en 2020 y comenzó a trabajar en una filial de Dupont durante unos 7 meses, hasta que decidió mudarse a Madrid para trabajar en el aspecto que más le interesa de su sector: la banca y la inversión.
A pesar de que le gustaría poder quedarse en Asturias y a largo plazo tiene intenciones de regresar, lamenta que en la región «no tendría las mismas condiciones y futuro en el sector de la banca que puedes tener en Madrid o Barcelona». Actualmente trabaja en un fondo de inversión de la capital española. «El mundo de la banca y la inversión me parece excepcional. Es un trabajo que casi exclusivamente se da en Madrid, aquí la gente es muy buena y no fue fácil la adaptación», explica Noval sobre la decisión de lanzarse a perseguir su pasión.
Después de graduarse, a Noval le costó mucho decidirse qué hacer. Fue complicado escoger qué quería porque la carrera abarca muchos aspectos. Me apunté a una especie de cursos de mentoring de la Universidad y fue allí donde me interesó el sector de la banca y me animé a probar la experiencia». Consiguió unas prácticas que concluyeron hace poco tiempo y encontró trabajo como analista en un fondo de inversión. «Si hay algo muy bueno que tiene la banca de inversión es que está bien pagada, en ese sentido estoy respaldado. Pero con el ritmo de vida de Madrid, alquileres y precios, es complicado encontrar un buen trabajo con el que hacer frente a los gastos. Yo soy una excepción en ese sentido, puedo mantenerme por mi cuenta, pero otros amigos con los que comparto piso aquí en Madrid necesitan ayuda hasta trabajando», afirma Noval.
Sobre la carrera, su promoción fue la cuarta en estrenar el doble grado en la Universidad de Oviedo. «Tenía muy buena fama y ahí iban los mejores. Es el grado más complicado de la facultad de Economía porque suma los huesos duros de las carreras de ADE y Derecho. Para algunas asignaturas de ADE tienes que ir a academias y las de Derecho requieren de muchas horas de estudio» afirma Noval, que asegura que además de dársele bien, «estudié mucho y pasé muchas horas para sacarlo». Finalmente recibió la recompensa del esfuerzo durante los años de universidad plasmada en oportunidades laborales.
Marina Menéndez: «La carreras sanitarias deberían ser vocacionales»
Marina Menéndez tiene 23 años y es de Oviedo. Ella siempre tuvo claro a lo que se quería dedicar y sus esfuerzos en los años de bachillerato estuvieron centrados en su objetivo: cursar enfermería. «En mi caso es 100% vocacional. Desde pequeña, no quería ser otra cosa que no fuera enfermera», asegura Menéndez, que terminó recientemente las prácticas y actualmente tiene contrato en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Menéndez tiene intención de desarrollar toda su carrera profesional en Asturias, siempre que las condiciones laborales sean competitivas.
Para Menéndez, las notas de corte «no deberían ser cribas» en las carreras sanitarias para aquellos que realmente tienen vocación. «Todas las ramas sanitarias, pero especialmente la enfermería requiere de mucha humanidad. Te tiene que gustar tu trabajo y saber que, en muchos casos, vas a acompañar a personas en el peor momento de sus vidas. Se nota quién está en este tipo de trabajos por vocación y eso se debería tener en cuenta», lamenta Menéndez que un resbalón en el examen de acceso sea determinante a la hora de entrar en enfermería. «No por sacar más nota o menos vas a ser mejor o peor enfermera».
A pesar del factor vocacional, también la salida laboral es determinante a la hora de escoger una especialidad. Los primeros años cuesta encontrar un puesto fijo pero, aunque son contratos cortos en distintos hospitales y centros sanitarios del área sanitaria escogida por cada profesional, lo cierto es que se suele encontrar trabajo poco tiempo después de terminar la carrera. En el caso de Menéndez, terminó sus prácticas en junio y le llamaron de la bolsa poco tiempo después. Un contrato de tres meses y después otro de uno. «No espero encontrar estabilidad dentro del hospital, soy consciente de que voy a estar moviéndome por todo el hospital durante años», lamenta Menéndez sobre los cambios de planta entre personal incluso en plena jornada, lo cual considera «estresante y peligroso» tanto para las enfermeras como para los pacientes.
Además, Menéndez señala la necesidad de regular los contratos a las enfermeras. «Que un día estés en un sitio y al siguiente en otro solo genera problemas, tanto a nosotros como a los pacientes. Hay plantas que están cerradas, operaciones paradas, porque no hay enfermeras. Ahí debe actuar la administración, algo está mal cuando muchos deciden marchar a otras comunidades en busca de mejores condiciones laborales». Sin embargo, Menéndez afirma que el Principado, desde su punto de vista, tiene uno de los mejores sistemas sanitarios y asegura estar «muy contenta» con su trabajo.
