Los casos en los que enfermos se han vuelto a contagiar suponen en Asturias el 5,2% este año
18 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Nuevas variantes, olas de calor y un verano sin mascarillas marcan el momento del último pico de contagios de covid, en España y en Asturias. Con una percepción social extendida respecto a que las últimas variantes son más contagiosas pero menos severas, aunque lo cierto es que los ingresos hospitalarios siguen ahí: más de 400 en Asturias según el último balance de Salud y con recuento de fallecidos que superó la veintena en media semana. Con un elevado porcentaje de población ya vacunada, en esta fase han aumentado las reinfecciones. Según los datos ofrecidos a La Voz por la Consejería, se cuentan 8.862 reinfectados desde marzo 2020 y 7.721 reinfectados desde 1 enero 2022; «es decir 3,5% desde inicio y 5,2% desde enero de este año».
Las reinfecciones han crecido, aunque las cifras tienen su matiz ya que «con la nueva estrategia los criterios de reinfección cambiaron, de los 90 días para que te considerasen reinfectados, se pasa a 30»; según indicaron fuentes de Salud. En todo caso, dado que las vacunas existentes van perdiendo capacidad inmunológica con el paso del tiempo y que es la población más vulnerable, los mayores de 80 años lo que primero completaron las dosis.
«Son varias las cosas que explican esta situación, lo primero que tenemos que entender es que estamos ante una dinámica epidémica con creciente probabilidad de reinfección. Consecuencia de los nuevos tipos de variantes y linaje que a veces evaden la protección inmunológica que habían producido las infecciones anteriores y resultado también del decaimiento de la protección inmunológica de las vacunas que a medida que pasa el tiempo van perdiendo eficacia de protección y especialmente son menos proclives a poder proteger adecuadamente a las nuevas variantes», destacó el epidemiólogo y exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López Acuña, quien insistió en que «haber tenido covid o estar vacunado no es garantía de que no nos vamos a infectar y de ahí la importancia de las medidas de protección como la mascarilla en interiores o en exteriores si hay aglomeraciones».
¿Cuándo habrá cuarta dosis? La ministra de Sanidad, Carolina Darias, apuntó la semana pasada que la fecha más probable es septiembre y con las personas de mayores de 80 años y personas internas en residencias como diana principal. «Pudiera ser con la llegada de nuevas vacunas, a partir de la segunda quincena de septiembre, si la Agencia Europea del Medicamento autoriza estas nuevas vacunas adaptadas a variantes»; dijo la ministra.
López-Acuña destacó que se ha creado la falta expectativa de que las nuevas variantes son apenas un catarro «sin lugar a dudas las nuevas variantes has sido más contagiosas, cuatro o cinco veces más, se transmiten muy rápidamente, el hecho de que hay un incremento en el número de hospitalizaciones muestras que hay casos severos no se trata únicamente de contagios banales como gripes o catarros y debemos recordar también que subestimamos el problema del covid persistente que algunos estudios indican que puede estar presente hasta en una de cada cinco personas que se infectan».
En este sentido indicó que «que en la medida en la que la inmunidad decae, quienes primero recibieron las vacunas son los mayores de 80 años las personas en residencias porque las recibieron hace mas de 8 meses y si no aplicamos la cuarta dosis a estas personas también habrá probabilidad de reinfecciones e incluso situaciones de infecciones severas que conlleven hospitalización».
Recuperar la mascarilla
A juicio del epidemiólogo sería necesario recuperar medidas de protección como aislar a los positivos para que no contagien, usar la mascarilla en interiores y en exteriores aglomerados, hacer más pruebas diagnósticas para poder poner diques a la transmisión y emprender una campaña intensa para vacunar a los que no tengan la tercera dosis y para vacunar «desde ya» con cuarta dosis a las personas mayores y que viven en residencias.
López Acuña consideró muy probable que la vacunación se convierta en anual «o en el mejor de los casos cada dos años. Mucho va a depender de cuál es la situación que tengamos con las nuevas formulaciones de vacunas que están siendo desarrolladas ahora, aún no aprobadas, pero que se suponen que tienen información para reducir infecciones con las nuevas variantes».