Medidas acertadas o parches: ¿Son eficaces los planes de ahorro energético del Gobierno y el Principado?

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

aire acondicionado
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Economistas analizan las medidas de sostenibilidad económica puestas en marcha por ambas administraciones, unas medidas que, si bien pueden considerarse necesarias, «son insuficientes»

14 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado miércoles entraban en vigor las medidas de sostenibilidad económica y eficiencia energéticas aprobadas por real decreto por el Gobierno estatal que obligan a limitar la temperatura en invierno y en verano y a apagar las luces de los escaparates y edificios públicos a las diez de la noche. Adicionalmente, el Principado ha impulsado un primer paquete de actuaciones orientadas a reducir el gasto en iluminación, climatización y refrigeración, así como a concienciar a la ciudadanía para ahorrar energía, medidas como el teletrabajo, el cierre anticipado o mejoras en edificios públicos. Planes, todos ellos, dirigidos a ahorrar energía ante la difícil coyuntura política-económica-energética que vive Europa y, por ende, España. La cuestión que surge es si esos planes de ahorro energético puestos en marcha por el Gobierno central y el Principado sirven de algo en térmicos económicos o macroeconómicos.

Para analizar esos planes y su eficacia, se ha pulsado la opinión de dos economistas asturianos: Juan Vázquez y Heriberto Gutiérrez, quienes, si bien entienden que las medidas puestas en marcha son algo o nada útiles, coinciden en valorar que «son insuficientes». Según ambos, lo que se necesita en nuestro país es «romper» y hacer «cambios en el sistema productivo» de la energía, unos cambios que, según Juan Vázquez, son «responsabilidad del gobierno» y que Heriberto Gutiérrez le reivindica «sin tener miedo a perjudicar a los grandes oligopolios» que él, además, califica de «corrosivos». Además, ambos se muestran críticos con que los gobiernos siempre trasladen la responsabilidad a la sociedad.

«Parchear no vale para nada»

En opinión del economista Heriberto Gutiérrez, las medidas de sostenibilidad económica y ahorro energético que han entrado en vigor y las planteadas por el Principado son «parches» que «no valen de nada», ya que entiende que muchas de ellas, como el teletrabajo o el cierre anticipado, «van a coste del trabajador». Y respecto a las puestas en marcha por el Gobierno, de limitar la temperatura o apagar los escaparates, también son medidas que van «a la base de la pirámide» que dan resultados «micro que no valen» en la situación energética actual. Además, reprocha que las medidas no vayan dirigidas a que el dueño de un establecimiento, de una pyme o el autónomo pague menos, «sino que van dirigidas a que se gaste menos gas natural para hacer acopio, pero eso es el chocolate del loro que sólo servirá para aguantar 15 días más o, a lo sumo, hasta el otoño» porque asegura que «en números grandes, ese ahorro es irrisorio».

«Son medidas que se plantean y se achacan a la guerra, pero el problema no es la guerra. Hay un montón de choques asimétricos y fallos de eficiencia que afectan a la economía», manifiesta el también profesor, que más bien ve el problema en que sean las empresas energéticas las que marquen el precio según el precio de la materia prima que en cada momento es más cara en la subasta. A esto suma «el error del Gobierno de acercarse a Marruecos y abandonar al Sáhara, que ha implicado que Argelia cierre el gaseoducto».

Teniendo en cuenta eso, Heriberto Gutiérrez señala que lo que debe hacer el Gobierno de España es «romper con el sistema productivo basado en hidrocarburos y pasar a energías sostenibles y económicamente eficientes» porque advierte que «en un mundo sin fronteras, a la larga siempre va a haber un efecto dominó y lo que pase en la otra parte del mundo nos va a afectar. El efecto-reacción ahora es instantáneo».

«Estas que se han tomado ahora, son medidas a salto de mata y aprovechando que la gente está de vacaciones, pero son las medidas grandes las que cambian la economía, medidas como cambiar que los precios de la energía se fijen en subasta», traslada el economista, que añade que para hacerlas «no hay que tener miedo a perjudicar a los grandes oligopolios» e insiste en que «parchear no vale porque perjudica a la pyme, al autónomo y al ciudadano de la calle».

«Quizá sean medidas necesarias, pero no suficientes»

Por su parte, el economista Juan Vázquez indica que en una situación como la que se está viviendo «quizá medidas de ahorro como estas había que hacerlas» por una cuestión de eficiencia energética y para «utilizar mejor los recursos que tenemos». Sin embargo, añade que lo que se debería haber hecho por parte del Gobierno tendría que haber sido «un plan de ahorro negociado para afinar muchos detalles» y que las medidas no fueran «más bien aspectos simbólicos». Así, precisa que puede entender «que sean medidas necesarias, pero no son suficientes».

Vázquez argumenta esas «dudas de que sean suficientes en varias razones», la primera que la reducción del consumo eléctrico que se plantea apagando las luces de los escaparates o ajustando la temperatura del termostato supone una reducción de consumo de gas mínima. «El consumo de gas que se ahorra es una pequeña parte, casi insignificante de lo que se gasta en conjunto para la generación eléctrica». «Es curioso cómo vamos mutando y ahora lo que nos piden es que nos soltemos la corbata en vez de ajustarnos el cinturón», apunta con ironía. A esto añade que «en economía lo que verdaderamente racionaliza el consumo es el precio, es lo que disuade de consumir», explica el economista, que matiza que, por tanto, «no son eficaces los planes voluntaristas».

Juan Vázquez también pone de relieve que las medidas no pueden estar dirigidas sólo «a cómo reducir la demanda», ya que señala que «es responsabilidad del gobierno asegurar la oferta». «Puede adaptar la demanda, pero también tiene que ser proactivo en buscar nuevas fuentes y nuevos modelos energéticos», manifiesta el mismo, que pone por delante que eso «no se hace de la noche a la mañana» y que, por tanto, «hay que promover un plan». Y eso lo comenta haciendo crítica a que lo que ha hecho ahora el Gobierno es «largar la responsabilidad a la sociedad» después de haber realizado «una transición energética acelerada y fundamentalista» porque entiende que «no se deberían haber sustituido unas fuentes de energía sin que hubiera otras», en referencia al cierre de la minería y de las centrales térmicas de carbón, recursos de los que, recuerda, ahora están tirando países como Alemania.

El experto también pone sobre la mesa que «en uno de los momentos más críticos se hayan empeorado las relaciones con Argelia», país suministrador de gas natural. «La sociedad tiene que pagar los sobrecostes de las decisiones políticas que hacen que cueste más el gas y que hace el abastecimiento más inestable», dice Juan Vázquez, que ve suficientes razones para que el Gobierno se plantee «hacer cambios en los sistemas productivos de energía, que afecten a la demanda, pero también a la oferta», concluye.