«En más de 40 años de democracia no se ha hecho nada por las víctimas», lamentan los responsables de la exhumación de La Garba

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Gafas localizadas en Grado
Gafas localizadas en Grado ARMH

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que tiene prevista su próxima intervención en Infiesto, insta al Principado a «coger la maquinaria, buscar las localizaciones, hablar con testigos y mover la tierra, que es lo que quieren las familias»

21 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La exhumación de La Garba ha terminado y ha reunido a familiares y voluntarios con un objetivo común: ayudar en la búsqueda de varias personas asesinadas y desaparecidas durante la Guerra Civil. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha encontrado restos de al menos seis cuerpos de víctimas del franquismo desaparecidas entre los años 1938 y 1939.

Marco García, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), dirigió los trabajos de la exhumación. Resalta que la de Grado «fue una intervención bastante rápida, ya que las fosas estaban bien localizadas, junto a una trinchera y alguna de las familias nos habían llevado al lugar. También hay un monolito que señala ese lugar como sitio de memoria. Hicimos unos trabajos previos con detector de metal cuando estuvimos trabajando en El Rellán y aparecieron unos casquillos de arma corta, lo que para nosotros es determinante a la hora de ubicar una fosa».

En efecto, el pasado 27 de marzo la asociación memorialista estuvo explorando la zona donde está ubicado uno de los monolitos instalados por el Gobierno asturiano en fosas comunes de la región. Allí halló numerosos casquillos de bala disparados por los fusiles Mauser, además de objetos como un peine y varios trozos de metralla.

Según la ARMH, en La Garba junto a los restos humanos ha aparecido calzado y algunos objetos personales, en concreto dos anillos, unas gafas y una pequeña llave. Todo ese material será restaurado y entregado a las familias y a quienes les correspondan.

Recuerda que, una vez comenzados los trabajos, «a la hora y media de estar con la retroexcavadora buscando aparecieron los primeros restos. Encontramos dos fosas, una con tres cuerpos y otra en la que contabilizamos entre seis y siete personas, si bien los restos de ambas estaban en muy mal estado y la segunda de las fosas parece que fue alterada, no sabemos muy bien cuándo ni por qué motivo».

Es por eso que prácticamente tuvieron que «hacer composición de número de víctimas por los restos de calzado». Desde la asociación se ha querido dar las «gracias a las familias y a las personas voluntarias que han ayudado». En este sentido, Marco García apunta que «al final la asociación siempre trabaja a petición de las familias». Asimismo, indica que «el gobierno local desde el primer momento nos puso en contacto con las familias, nos dio soporte con la retroexcavadora y con muchas cosas de las que necesitamos».

«Por desgracia en este país sabemos que hay un montón de fosas, pero desconocemos quiénes pueden estar ahí dentro sepultados», lamenta. El origen de esta exhumación se encuentra «en el mes de marzo, cuando se nos acercaron dos familias y nos dijeron que existía una fosa a menos de dos kilómetros de donde estábamos trabajando».

Restos óseos hallados en la fosa común en El Rellán, en Grado, donde la ARMH ha retomado los trabajos de exhumación
Restos óseos hallados en la fosa común en El Rellán, en Grado, donde la ARMH ha retomado los trabajos de exhumación Eloy Alonso | EFE

Considera que el trabajo que la entidad desarrolla tendría que ser asumido por el Estado «con todos sus organismos oficiales y no lo está haciendo». De hecho, añade, «cuando aparecieron los primeros restos en El Rellán, en el año 2020, tuvimos los trabajos paralizados durante un año y pico porque el juzgado, en principio, parecía que quería asumir las competencias con el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid y, al final, no fue así».

Esos meses que se pierden en vencer los palos en la rueda que interpone la burocracia suponen «un tiempo indispensable; estamos hablando de familiares que son personas nonagenarias, en muchos casos, y muchos de ellos fallecen. Eso es porque el Estado no ha asumido sus competencias»

No pasa por alto que en Asturias, «a través de la empresa Tragsa, van a volver a hacer estudios nuevos para las ubicaciones de las fosas». «Nos parece increíble, pues el Gobierno de Asturias no debería estar creando otro mapa de fosas, que ya está hecho. Se trata de coger la maquinaria, buscar esas localizaciones, hablar con testigos del pueblo y mover la tierra que, al final, es lo que quieren las familias», asegura.

En este sentido, el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica estima que «un nuevo estudio equivale a perder un tiempo muy importante», ya que «esos familiares se están muriendo», cuando «en Asturias se conocen muchísimas ubicaciones de fosas». En concreto hay alrededor de 381 fosas en el Principado, de acuerdo con el mapa elaborado por el Gobierno conforme a lo previsto en el artículo 12.2 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como Ley de Memoria Histórica.

Si bien desde la ARMH se cree que hay bastantes más «sin datar». Marco García considera que los familiares que acuden a solicitar información a los organismos dispuestos a tal efecto por el estado «no son atendidos con la rapidez debida». La ARMH lleva a cabo la exhumación y las identificaciones con sus propios recursos económicos y el trabajo de personas voluntarias, dado que no solicita subvenciones a ninguna administración para mostrar su rechazo a la gestión que se realiza en España en ese ámbito.

García reconoce que no entiende que haya «gente que está en contra de que el Estado o una ONG esté velando por derechos humanos». Se trata de «personas desaparecidas, que tienen a familiares aún vivos». Insiste en que llevan «casi 22 años trabajando, esa realidad está ahí» y, en este sentido, cree firmemente que «si el Estado lo asumiera con normalidad las críticas iban a ser mínimas». De hecho, constata que en sus trabajos sobre el terreno «jamás ha habido un problema».

Lamenta que «en más de 40 años de democracia no se ha hecho nada» por las víctimas. «Quien esté en contra de ese derecho que tenemos todos a enterrar a los nuestros donde deseemos y no en el lugar en que les dejaron tirados sus asesinos debería hacérselo mirar, porque va más allá del tema político y es más una deshumanización de las víctimas», apunta.

Adelanta que «la próxima exhumación se hará en Infiesto a finales del mes que viene». Se trata de «una fosa bien ubicada por varios vecinos», si bien en un lugar «no tan concreto como La Garba».