La «insoportable» losa de la luz para las panaderías y heladerías en Asturias: facturas de 2.500 euros

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Imagen de archivo de una panadería
Imagen de archivo de una panadería ANGEL MANSO

Dueños de negocios del Principado reconocen que su factura eléctrica se ha multiplicado hasta por cuatro en un año y no saben si podrán aguantar sin subir sus precios finales

14 oct 2022 . Actualizado a las 09:23 h.

Cuando se habla de empresas electrointensivas se suelen venir a la mente grandes compañías como ArcelorMittal o Asturiana de Zinc, a las que el repunte del precio de la energía ha supuesto un durísimo golpe del que no se sabe cuándo podrán empezar a recuperarse. Sin embargo, a menor escala, existen pequeñas empresas de barrio, a la vuelta de la esquina, cuyo elevado consumo eléctrico representa una auténtica losa cada mes. Son, además, negocios que no cuentan con la ‘cintura’, ayudas y músculo que las multinacionales antes mencionadas tienen para capear situaciones de este tipo.

Heladerías y panaderías de Asturias admiten que su factura eléctrica se ha multiplicado hasta por cuatro con respecto a lo que pagaban hace un año y no saben si podrán aguantar mucho tiempo más sin que esa escalada sin freno repercuta en el cliente final.

«La subida de la luz nos está abrasando»

La Ibense es una de las heladerías de referencia de Gijón y Asturias en general. José Manuel Martínez, uno de los responsables de la emblemática empresa familiar, reconoce que esta subida afecta «mucho» a su negocio, porque «todo depende de la luz, desde neveras y congeladores a vitrinas, fabricación…». «La subida de la luz nos está abrasando, pero no nos queda otra que aguantar, pese a que no nos aportan ninguna solución», reconoce resignado. Cree que el escenario aboca, necesariamente, «a rebajar los beneficios e incrementar los precios».

José Manuel Martínez recuerda que no solo ha experimentado un alza extraordinaria el coste de la electricidad, sino que materias primas esenciales como el azúcar «subieron un 100%». Resalta que paga por la luz «en una de las tiendas 1.300 euros, en otra 2.500, en otra 1.500… en Emilio Tuya, por ejemplo, 2.500 euros».

Calcula que sus costes asociados a la luz se han incrementado «un 50%, pero no solo es luz, son también los impuestos de potencia, recargos, alquiler de equipos…». También lamenta que, desde las administraciones, «no te facilitan la labor y esto nos está crujiendo». No forman parte de su segmento de actividad, pero reconoce saber que «ahora mismo en el barrio de La Arena ya hay tres bares que van a cerrar porque no pueden soportar estos gastos de cocinas, freidoras, hornos…». De cara a este septiembre, que se antoja tan complicado, solo pide «que venga sol», para tratar de aminorar el golpe.

«Es una subida escandalosa»

Desde la Panadería La Florida, en Oviedo, comentan que en un negocio como el suyo «se paga más del doble en la factura de la luz que hace un año o dos». «Es una auténtica barbaridad», reconoce resignada una de las integrantes de la plantilla de este negocio.

A esto se le une el alza del resto de materias primas necesarias para la elaboración de los productos que venden. No en vano «el trigo está por las nubes, pero ya antes de la guerra de Ucrania». Admite que el escenario está «bastante mal» de cara a poder capear estas subidas de los costes sin trasladarlas al cliente final.

Javier Camblor
Javier Camblor

Panaderías Camblor es una empresa con más de seis décadas de trayectoria en el sector de la fabricación de pan. Su responsable, Javier Camblor, es muy gráfico respecto a la situación se su sector. «Es una subida escandalosa que afecta a nuestro sistema de producción», admite. Un repunte que toca directamente a la «luz, el gas, el gasoil» y que ha llevado a que la factura de la luz de este negocio se haya multiplicado «por cuatro».

En este sentido, indica que un problema es que en su segmento de actividad, ligado a un producto de primera necesidad, «no se puede repercutir en el precio final» la totalidad de esta «subida de costes desproporcionada», ya que eso equivaldría a perder gran parte de la clientela. «Estamos deseando que esto se regularice y vaya bajando, pese a que la normalidad de antes ya era bastante dura», reconoce.

A esta tormenta perfecta se ha unido el incremento de materias primas «como la harina, sin ir más lejos» a causa del conflicto bélico «en Ucrania, el granero de Europa». Además, «cualquier saco, plástico, papel o envoltorio» ha subido mucho de precio. El responsable de Panaderías Camblor cree que el repunte «es insoportable y se está haciendo muy largo, porque además al sector no se le mira ni se le cuida. Hubo un pequeño guiño con la rebaja de los 20 céntimos del gasoil, pero ¿cómo se nos ha ayudado con el gas, la luz y lo demás?».