La velutina causa estragos en las colmenas asturianas: el Fapas se lleva sus abejas a León

Jose Coto REDACCIÓN

ASTURIAS

Instalaciones del Fapas en Omaña, León
Instalaciones del Fapas en Omaña, León FAPAS

La asociación ecologista sostiene que en las zonas de montaña «esto comienza a convertirse en una pesadilla»

14 oct 2022 . Actualizado a las 08:33 h.

La guerra contra la velutina no permite relajación. Tras el avance imparable de la especie invasora en los últimos años, la implicación de apicultores, administraciones y ciudadanía en general ha permitido una cierta estabilización en su conquista de nuevos terrenos. Cada año se colocan más trampas y se exterminan más nidos, pero la lucha va por barrios y hay zonas en las que librar esa batalla es más complicado. En las zonas de montaña, la avispa asiática está «prácticamente fuera del control», según el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas). La situación llega al punto de que la asociación ecologista se ha llevado sus colmenas a León.

El Fapas explica que las zonas de montaña quedaron «prácticamente fuera del control de la avispa invasora», ya que se ha instalado «en el interior de masas forestales donde son muy complicados de localizar los nidos». La asociación también señala que en esas zonas hay una «menor presión de captura de reinas, ya que los pueblos apenas mantienen actividades apícolas, y los apicultores son los mejores controladores mediante la instalación de trampas».

El colectivo contrapone el daño que causa el oso a las colmenas con el que provoca la avispa asiática. Según el Fapas, contra el primero existen métodos de defensa que se han demostrado eficaces, mientras que frente a la segunda «parecen estar fallando todos los sistemas puestos en marcha, o mejor dicho, la aplicación de esos sistemas por parte de las administraciones».

En el caso de Asturias, el Fapas sostiene que «la colocación de colmenas en zonas de montaña comienza a convertirse en una pesadilla». «Cientos de colmenas son destruidas por las avispas, no quedando otra alternativa que abandonar los asentamientos de abejas y llevar las colmenas a zonas donde este insecto invasor tenga menor impacto», añaden los ecologistas.

Los grandes nidos de velutinas se instalan en zonas de montaña dentro de masas forestales donde es muy difícil su localización, aseguran desde el colectivo. «Solamente cuando llega el periodo de la caída de las hojas de los árboles los nidos quedan al descubierto, y entonces ya es demasiado tarde, ya que las colonias de velutinas han cubierto todo su ciclo biológico impactando de manera muy intensa sobre las abejas melíferas», insisten desde el Fapas.

Traslado de colmenas a León

Ante este «desastre» -el Fapas afirma que ha perdido casi 200 colmenas por los ataques de las velutinas- han decidido «ponerlas a salvo trasladándolas a zonas de montaña al sur de la cordillera Cantábrica, donde de momento parece que no hay presencia de este insecto invasor».

El Fapas ya ha comenzado a construir las nuevas instalaciones en la comarca de Omaña, en León, donde se han asentado para continuar «con el trabajo de protección del oso». Estas instalaciones están ubicadas en zonas de gran altura «con temperaturas extremas de frío en el invierno y calor en el verano». «Parece que este clima no le viene bien a la progresión invasora de las avispas asiáticas», explican desde el colectivo.