Asturias lidera la tasa de suicidios: ¿cuáles son las principales señales de advertencia?

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Las claves de uno de los graves problemas de salud mental que afronta el Principado

13 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias es el principal foco de suicidios de España, con una mortalidad mucho más elevada que la media. Un grave problema de salud mental que evidencian las estadísticas: en el Principado se quitan la vida 8,6 personas por cada 100.000. La cifra dobla la de Madrid, por poner un ejemplo. Según los datos recogidos en el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021, la tasa de mortalidad por suicidio se va incrementando al aumentar la edad, con importantes diferencias según sexo, mayor en hombres. La tasa más elevada se da en el grupo de 75 y más años.  En cuanto a los jóvenes y adolescentes, han vivido un aumento a raíz de la pandemia del Covid-19. Las tasas más elevadas se observan en los hombres de 20 a 24 años. En general se percibe una tendencia descendente desde 2001.

Además, dentro de Asturias hay una zona que triplica la media nacional en los últimos diez años. Se trata de una línea imaginaria de unos 100 kilómetros que une la población de Gozón con Cangas de Narcea, dejando en el medio a Llanera. Los tres municipios tienen poblaciones de unos 10.000 habitantes y grave incidencia del problema.

El catedrático de Psicología Clínica Fernando L. Vázquez, da algunas claves sobre las conductas suicidas y las maneras de intentar detectarlas.

¿Qué se entiende por conducta suicida? Es un fenómeno multicausal y complejo que se manifiesta por una variedad de comportamientos en un continuo: ideación, comunicación y conducta. La ideación suicida consiste en desarrollar pensamientos cuyo contenido está relacionado con terminar con la propia existencia: la vida no merece la pena, quiero morirme, esta vida no tiene sentido. La comunicación se define como un acto interpersonal en el que se transmiten pensamientos, deseos o intencionalidad de acabar con la propia vida, y existen dos tipos: la amenaza y la planificación. La conducta suicida, el último eslabón del continuo, se define como un comportamiento potencialmente lesivo y autoinfligido.

¿Cuáles son las principales señales de advertencia? Entre las más frecuentes se encuentran la verbalización de la idea. A veces puede suceder que se expresen comentarios de insatisfacción vital y poca voluntad de vivir a personas cercanas; la suposición común de que las personas que amenazan con suicidarse no lo hacen no es cierta. También se pueden llevar a cabo determinados preparativos relacionados con la desaparición, como hacer testamento, poner los asuntos personales en orden cuando no hay otra explicación lógica para hacerlo, regalar pertenencias valiosas o despedirse de los seres queridos como si no se les fuera a ver de nuevo.

¿Quién está en riesgo? Realmente es imposible predecir con certeza si una persona se quitará la vida o lo intentará. El sexo y la edad aparecen como dos grandes factores de riesgo relevantes. Los suicidios consumados son hasta cuatro veces más frecuentes en los hombres que en las mujeres, a pesar de que los intentos de suicidio o la ideación suicida son tres veces mayores entre las mujeres que entre los hombres. Asimismo, la probabilidad es mayor ante la presencia de enfermedades crónicas o discapacidad, experiencias de vida traumáticas y eventos vitales estresantes, acceso a armas o sustancias letales, aislamiento social o alienación, historia familiar de suicidio e intentos previos. Este último está considerado como uno de los factores de riesgo más importantes.

Otros trastornos mentales

El informe de Sanidad aporta más datos sobre salud mental: los trastornos mentales más frecuentes es la ansiedad, trastornos del sueño y depresivos. En la infancia y adolescencia (menores de 25 años), los problemas de salud mental más frecuentemente registrados también son los trastornos de ansiedad, seguidos de los problemas hipercinéticos y los trastornos específicos del aprendizaje.