Ofrece gratis un negocio rural en Degaña: «Ganamos todos y gana el pueblo»

Elena G. Bandera
Elena G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Una de las condiciones de la propietaria, la más importante, es tener iniciativas para darle vida al pueblo: «La zona lo necesita»

16 ene 2023 . Actualizado a las 16:44 h.

Cuidar la propiedad y, lo más importante, tener iniciativas para darle vida al pueblo. Son dos de los requisitos de una oferta sin parangón en Asturias: la cesión de un negocio rural en Degaña sin alquiler mensual de por medio. La propiedad es La Posada del Gobernador, el único bar de la capital homónima del concejo asturiano, que también tiene dos apartamentos de tres habitaciones y otras dos habitaciones con baño y entrada independiente. Perfecto para un negocio de turismo rural. «La zona lo necesita. La gente no viene porque no tienen dónde tomar un café. Degaña es la gran desconocida pese a que para mí sin duda es la cuna del oso pardo», asegura Verónica Barrero, a quien se le ocurrió esta singular e interesante propuesta a raíz de las iniciativas que han ido surgiendo desde los ayuntamientos españoles para repoblar y fijar población en los pueblos como ofrecer viviendas con alquileres económicos y otros incentivos.

«Degaña no se vende como Somiedo y no sé por qué. Es una zona sin apenas turismo, hay pocos emprendedores y no tienes ningún tipo de iniciativa por parte del Principado, ni del ayuntamiento ni por parte de la comarca. No llegan ni los autobuses de las rutas de los grupos de montaña. Es una cosa muy rara y necesitas a alguien ahí que empuje, que tenga iniciativas y que promueva la zona», plantea. Explica que, como ella tiene un trabajo, es su hermano quien suele abrir el bar restaurante en julio y agosto, al poder compaginarlo con su trabajo en esos meses, pero les resulta imposible abrirlo todo el año. Ya tuvo el negocio alquilado en años anteriores y, en septiembre, se decidió a lanzar su propuesta en el grupo de Facebook Volver al Pueblo.

La casa está bien situada, frente al ayuntamiento de Degaña, dentro del parque natural De Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias y a las puertas de la Reserva Nacional de Muniellos. El entorno es un paraíso. «La zona es una pasada. Desayunas en la terraza del bar y alucinas», dice Barrero. Relativamente cerca de Degaña se encuentra Somiedo. «Siempre que voy a Somiedo me pongo de mal humor -confiesa-, tienen organizadas rutas guiadas para ver al oso y no lo vas a ver, pero la gente va y es lo que importa. En Degaña se ven osos: en la posada pusimos un telescopio en verano y siempre puedes ver al mismo oso a las siete de la tarde. O te viene alguien a tomar el café y te dice que se acaba de cruzar con un oso. O te viene otro y te cuenta que se fue a caminar y vio a la osa con el osezno».

«Prefiero no cobrar nada de nada para que esté abierto y no cerrado»

Ha recibido muchas llamadas interesándose por su propuesta de cesión, incluso en algunos casos han visitado la casa, pero todavía no ha aparecido quien considere que Degaña podría ser el lugar apropiado para un cambio de vida. La casa dispone de unos 400 metros cuadrados de terreno, que se aprovechan como terraza del bar, que a su vez tiene una chimenea de leña al igual que uno de los apartamentos. Todo el inmueble, de paredes de piedra, está rehabilitado en madera con un estilo rústico perfecto para la zona, amueblado en buena parte y el bar tiene básicamente de todo. Incluso queda mercancía del verano. El pueblo tuvo que cerrar su colegio, pero a cinco kilómetros hay uno, y en la zona hay internet. El clima es el de León, mucho sol y calor en verano y un invierno más duro, en el que se agradece el acogedor calor de las chimeneas de leña.

«Prefiero no cobrar nada de nada para que esté abierto y no cerrado, que es algo que me fastidia mucho, con tal de que me mantengan la casa bien, que la cuiden y así ganamos todos: gana una familia -porque el lugar es para que viva una familia tranquilamente-, gana el pueblo y gano yo», asegura Barrero, que apunta que otros requisitos para hacerse con la explotación de La Posada del Gobernador es un aval bancario de 4.000 euros y hacer algún tipo de reforma. Por ejemplo, falta un calentador y una de las viviendas no tiene calefacción. «Quien lo quiera explotar o vivir tiene que meter algo de dinero y todo sería hablar. En relación al presupuesto que planteen para hacer arreglos se puede hacer la cesión por x años y así pueden recuperar la inversión con su trabajo en el negocio». Todo es negociable si se cumplen los dos requisitos básicos, darle vida al pueblo y cuidar la propiedad, y siempre teniendo en cuenta que ambas partes tienen que estar satisfechas y que existe también la opción de venta.

«El negocio está en zona de paso y hace falta un sitio para dar comidas y de ocio», insiste Barrera, que también recuerda que en Asturias existen interesantes subvenciones para quienes emprenden en el medio rural. Este año, por ejemplo, la cuantía del ticket rural para autónomos aumenta a 40.000 euros. En Degaña también hay fincas en desuso por si se quisiera emprender alguna actividad agrícola. «El negocio, si trabajas, funciona muy bien. Ahora en invierno hay poca gente, pero es que la zona está muy olvidada y poco explotada. Por eso hace falta que tiren de ella. A quienes nos gusta la montaña también vamos en invierno», dice Barrero.