«Esto no hay Dios que lo aguante»: los panaderos asturianos ante la subida de costes y la eliminación del IVA

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Imagen de archivo de una panadería
Imagen de archivo de una panadería ANGEL MANSO

Profesionales del sector en el Principado ya asumen facturas eléctricas que suponen el triple de lo que pagaban hace poco más de un año y reconocen trabajar «a pufu», casi sin márgenes de beneficio

16 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector de las panaderías asturianas lleva más de un año haciendo frente a la subida de las materias primas, al repunte de la energía y el precio de los carburantes. Este segmento de actividad es especialmente sensible a dichas variables. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el azúcar había subido de media en diciembre un 50,2%, el aceite, un 31,5% y los huevos, un 27,1%.

Además, a eso se le ha unido en este inicio de año el hecho de que están obligados a eliminar el IVA en sus barras y hogazas, con lo que sus márgenes se reducen al mínimo.

Profesionales del sector denuncian que su factura eléctrica se ha triplicado, en el mejor de los casos, y que, además, han tenido que asumir la compra de una importante cantidad de productos con IVA, los cuales ahora tendrán que vender sin poder trasladarlo al cliente final.

Ángel Luque es el presidente de la Asociación de Panaderos y Pasteleros de Asturias. No pone paños calientes y califica de «preocupante» la situación de este ámbito de actividad en el Principado. «Al de la panadería lo consideraron un sector esencial durante la pandemia y no tuvimos que cerrar», explica, si bien de ese escenario reconoce que los profesionales salieron «muy perjudicados, porque parte importante de nuestros ingresos venía de la hostelería, que sí tuvo que parar».

«No nos vimos acogidos a ayudas», lamenta. Indica que, tras la situación provocada por el coronavirus, el sector pasó «de Málaga a Malagón, porque vino el tema de la guerra y el encarecimiento de todas las materias primas». Apunta que, para las panaderías, «lo que menos subió un 35 ó 40%». A esto se une el «encarecimiento de la energía y el gasoil para el reparto».

Y es que no duda en recordar que «las barras de pan se hacen en un obrador y hay que transportarlas». «Quitan veinte céntimos del combustible y nosotros resulta que no debemos de ser transportistas», denuncia.

Respecto a la retirada del IVA del pan, el presidente de la asociación que aglutina a los panaderos de la región apunta que «el comercio es intermediario para recaudar un impuesto del estado. Ninguna empresa que cobra esa tasa se la queda… el IVA no lo cobra la 'panadería Pepito' porque le da la gana».

Cree que se trata de una medida «demagógica» y que, al final, «vale todo lo mismo, lo que se deja es de recaudar». Asimismo, considera injusta la posición en la que quedan los panaderos, ya que, «de cara a la sociedad te van a llamar ladrón si subes algún producto de precio, cuando durante meses estuviste aguantando subidas feroces, incluso pidiendo préstamos».

Considera que estamos ante una «situación excepcional que se está alargando mucho». «Estamos dando los últimos coletazos, con un tejido de panaderías que ya han cerrado o están al borde del cierre», vaticina. Resalta que este segmento de actividad se compone de miles de «empresas pequeñas con trabajadores que llevan tiempo, negocios familiares…».

Ángel Luque, presidente de la Asociación de Fabricantes de Pan de Asturias y responsable de la panadería La Vienesa
Ángel Luque, presidente de la Asociación de Fabricantes de Pan de Asturias y responsable de la panadería La Vienesa

«Tienes las mismas ventas y se multiplican por tres los costes, eso no hay Dios que lo aguante», lamenta. «Están cerrando muchas panaderías en Asturias y otras están viendo que, como sigan así, no llegan al verano», advierte.

Ante la subida de gastos «muchas empresas lo que hacen es reestructurar rutas de reparto, sin abastecer zonas no rentables». Ángel Luque considera paradójico que «en grandes superficies se vende pan que no es artesano y viaja con un gasoil subvencionado, porque es industrial», mientras que «el panadero que va todos los días con su furgoneta no está subvencionado». «Eso si es competencia desleal», sentencia.

«Nos terminan de ahogar, lo mismo que hay bonos sociales para familias numerosas, habría que bonificar de alguna manera la luz a empresas que estamos funcionando», apunta.

Considera que el Gobierno debería «recibir a los panaderos para dar respuestas urgentes, porque el sector lo necesita». «No quiero que me pasen el lomo por la espalda», concluye.

«Estamos trabajando ‘a pufu’»

Carmen Fernández es la responsable de la panadería gijonesa La Espiga, ubicada en la calle Puerto de Tarna. Explica, de manera muy gráfica, el repunte de costes que ha tenido que asumir en los últimos meses. «Las materias primas nos han subido la de Dios y la luz la de mi madre», asevera.

En este sentido calcula que antes de que la espiral inflacionista comenzase, «pagaba 400 euros de luz» y ahora ha llegado a pagar «1.200». En este sentido recuerda que «vendía la harina a un euro y ahora la estoy teniendo que vender a 1,60». En definitiva, para su negocio y el sector en general ha sido «muy, muy grande la subida».

«Como suele decirse, estamos trabajando a 'pufu', mirando a ver cómo salimos», expone. Respecto al tema del IVA indica que, para ella, no está teniendo un gran efecto «porque el pan se vende sin IVA hoy y se paga sin IVA mañana». Sin embargo, sí tiene un efecto en el «estocaje de mercancía comprada con IVA, que ahora la tengo que vender sin él». Matiza que, por ejemplo, en su establecimiento «productos como las legumbre las compras a un año».

En esta línea, lo que antes proporcionaba a su negocio un «margen de un 25% se queda ahora en un 21%». Cree que la situación puede normalizarse a medio-largo plazo, pero considera que «lo que sube ya no baja». «Esto vino para quedarse», concluye.

La Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines, Ceoppan, alerta de que los costes de producción para las empresas de este ámbito se han incrementado más de un 60%. Este escenario, confirma la patronal nacional, ya se habría llevado por delante alrededor de 600 establecimientos del sector.