El éxito del primer cohousing de Asturias: solo quedan 11 viviendas disponibles

L.F. REDACCIÓN

ASTURIAS

Axuntase quiere asignar las casas por tramos de edad y tiene más dificultades para sumar jóvenes. En algunos grupos de edad hay incluso lista de espera

13 abr 2023 . Actualizado a las 18:22 h.

Más de diez años de trabajo y trámites, «miles de personas interesadas» y el proyecto comenzará a ver la luz a finales de febrero con la colocación de la primera piedra. Pero, como todo lo que rodea Axuntase, el primer cohousing de Asturias, no será un acto al uso. Plantarán un árbol de forma simbólica para demostrar su vocación de ser medioambientalmente sostenibles. A pesar de las dificultades que se han encontrado en el proceso, desde la cooperativa se muestran ilusionados y los datos evidencian que sus planes van camino de ser un éxito. De las 36 viviendas que se construirán, solo quedan sin vender 11. Y eso es debido a que quieren asignar las casas por tramos de edad y tienen más dificultades para sumar gente joven. En los grupos de más años, hay incluso lista de espera.

María Asunción Rodríguez, presidenta de Axuntase, explica que el pistoletazo de salida a la construcción será el sábado 25 febrero, con la plantación de ese primer árbol en Caraviés (Llanera), donde se sitúa la parcela de más de 9.000 metros cuadrados en la que se construirán las 36 viviendas y se plantarán 400 árboles con un presupuesto de 7 millones. A partir de ahí, 22 meses de obras y la previsión de que «en un par de años ya estemos allí viviendo y disfrutando de un sueño por el que, en ese momento, llevaremos peleando 10 años y medio», afirma la presidenta.

Hace ahora ocho años que empezaron con los trámites, explica Asunción, quien asegura que, en ese tiempo, «se han interesado miles de personas, sin exagerar, a través del teléfono y el correo». «Hay un gran interés pero mucho desconocimiento y miedo al cambio. Todo cambio tiene una resistencia, sobre todo la personal y las trabas mentales», añade.

Rodríguez detalla que, de las 36 viviendas disponibles, ya tienen 25 asignadas. Por tanto, quedan 11 plazas. Para la cooperativa, «el grupo humano es muy importante», de ahí que quieran que en el proyecto participen diferentes grupos de edad. «Las mayores dificultades son para los jóvenes, para las familias, aunque para facilitar su participación hemos conseguido una cuota de entrada pequeña», indica. Existen dos tipos de viviendas, unas de dos habitaciones y otras de tres, pero la presidenta asegura que «cuestan lo mismo porque las casas deben ir con las necesidades de cada uno, no con el dinero que puedan pagar».

Características de las viviendas

El encargado de desarrollar el edificio de viviendas colaborativas ha sido el estudio F5 WAP. Según precisa Rodríguez, las casas «cuestan menos que cualquier vivienda en el mercado». El motivo, según asegura, es que «aquí no hay lucro empresarial y está todo montado por los cooperativistas». «Es un proyecto bioclimático, realizado con materiales respetuosos con el medio ambiente, con energía alternativa y en el que se reciclarán aguas», asevera.

El concepto utilizado en la compra de la vivienda es la «cesión de uso indefinido, que es heredable». Es decir, la propiedad del inmueble es de la cooperativa pero disfrutas de la vivienda durante toda tu vida. Tras el fallecimiento, si los herederos están interesados y el resto de la comunidad les acepta, pueden hacer uso de la casa. La otra opción es venderla a la cooperativa. «Aquí no hay especulación porque el precio se fija antes», matiza. Además, una medida dirigida especialmente a los más jóvenes es que si, por motivo de trabajo que exija un traslado o una situación sobrevenida, decides abandonar la cooperativa, «se devuelve todo el capital que hayas aportado», afirma Rodríguez.

Cambio de paradigma

En su opinión, «la sociedad está a la deriva y hace falta un cambio porque el modelo actual es insostenible», por lo que considera que este tipo de proyectos «son una vía, no la única solución, para cambiar la forma de sentir y hacer que la vida sea mas rica». «Es un cambio de paradigma porque une a gente que quiere vivir de otra manera, a consumir de otra manera y esto te empuja a ver las posibilidades de tu propia energía», sentencia.

«Este es un movimiento imparable», defiende la presidenta de Axuntase, quien añade que «somos los primeros que impulsamos un proyecto así en Asturias y pronto ya no seremos los únicos, pero este es un movimiento mundial». «Estamos orgullosos porque nos ha costado mucho pero dejamos un camino más fácil para los que vengas detrás», apostilla.

Mecenazgo comunitario

Además del cohousing, en Axuntase están continuamente buscando fórmulas que faciliten la vida de sus cooperativistas. Su siguiente paso es poner en marcha un «mecenazgo comunitario», afirma Rodríguez. Según explica, «por el dinero en los bancos no dan nada, la gente no se beneficia, por lo que vamos a proponer un mecenazgo. Ya que el dinero es de las personas, queremos que los intereses sean para ellos». «Es algo que en Asturias todavía no se ha hecho y lo haremos con unas cantidades máximas y mínimas. Se firma un contrato con la cooperativa y esos intereses se pagan a finales de año», explica antes de sentenciar que «tienes más seguridad en nuestra cooperativa que un banco».