«En Asturias ver reconocida la incapacidad permanente por covid persistente no es más complicado que en otras comunidades»
ASTURIAS
La fundación Ampararte, con sede en Oviedo, busca sensibilizar a la sociedad sobre las limitaciones de salud en el desarrollo profesional pleno de las personas, así como asesorar a afectados
18 feb 2023 . Actualizado a las 20:36 h.Especialistas en incapacidades laborales y efectos de la salud en el desempeño profesional consideran que Asturias no es una región especialmente restrictiva, al menos no más que otras, a la hora de valorar los casos de Covid persistente y conceder incapacidades a los afectados por esta dolencia. Consideran que la clave está en la «repercusión funcional que la enfermedad tiene» en cada puesto de trabajo y en cada trabajador en concreto.
Una sentencia del Juzgado de lo Social de Bilbao acaba de conceder la incapacidad permanente absoluta a un celador afectado por la Covid persistente, lo que hacía su condición incompatible con el trabajo, al padecer fatiga crónica, mareos, taquicardia, niebla mental, síndrome depresivo reactivo grave, problemas de orientación y movilidad, así como deterioro cognitivo moderado. El contagio del profesional se produjo en la primera oleada de la pandemia, cuando aún los trabajadores no disponían de información 100% fiable y, asimismo, de los medios de protección necesarios.
La Fundación Ampararte, nacida el pasado año, es una entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo es sensibilizar a la sociedad sobre las limitaciones de salud en el desarrollo profesional pleno de las personas, contribuir a la desestigmatización de los afectados y ser una referencia informativa en este campo. Está promovida por un grupo de especialistas en incapacidades laborales y afectaciones de salud en la actividad laboral.
Su presidenta, Mayte M. Villa, explica que «no es que en Asturias sea más complicado el tema de la incapacidad permanente por covid persistente que en otras comunidades. Se le da a una persona que está afectada por esta dolencia, pero cuyas repercusiones hacen que la enfermedad sea incompatible con su trabajo».
Desde el colectivo Covid Persistente Asturias apuntaban, al hilo de la sentencia mencionada anteriormente, que, de momento, no se sabe de nadie que se haya «beneficiado de este tema en Asturias» y, en este sentido, se añade que «los que han recurrido para obtener la permanente del colectivo no lo ha conseguido ninguno». Creen que el Instituto Nacional de la Seguridad Social «apenas da prórrogas de Incapacidad Temporal» y a muchos afectados «les dan el alta después del año en condiciones lamentables, con informes en contra del alta para poder desarrollar su trabajo...».
Mayte M. Villa insiste en que «esto es una ley nacional». «El tema de las incapacidades permanentes no depende de las comunidades autónomas, de si hay una crisis, de que un juez sea mejor o peor… depende siempre de la prueba objetiva que se haga de la repercusión funcional que la enfermedad tiene en ese puesto de trabajo», asevera.
Volviendo al caso del celador bilbaíno al que se le acaba de reconocer la incapacidad permanente por Covid persistente, matiza que «una persona con una repercusión psíquica grave, como en ese caso, no está capacitada para hacer un trabajo como el de celador y todas las funciones inherentes a ese puesto de trabajo».
Coincide en que «hay muchas personas afectadas de covid persistente, pero el problema es la repercusión funcional que esa dolencia produce en el puesto de trabajo, que no es la misma en todas las personas».
Por ejemplo, si el puesto de un profesional es «muy sedentario», repercusiones de esta dolencia como la «fatiga crónica, por ejemplo, que tiene momentos y picos más graves y otros menos, en los que estás más o menos agotado» sería «objeto de discapacidad temporal».
«¿Eso quiere decir que por covid persistente se debería establecer un criterio unánime a la hora de dar una incapacidad permanente? Desde el punto de vista legal, y tal y como está ahora la cosa, no va a ser así», indica. «Nosotros hemos visto a personas que sufren de este síndrome y no todas pueden acceder a este tipo de pensión por incapacidad», añade.
Apunta que desde la fundación Ampararte disponen de «una oficina abierta donde se facilita información gratuita a todas las personas sobre el proceso, no sobre su caso concreto, pero sí sobre los derechos que tienen». Se proporcionan, en definitiva, «pautas e indicaciones para ver cómo pueden reclamar sus derechos».
El número de personas diagnosticadas por covid persistente en Asturias era de más de 320, según una respuesta parlamentaria escrita a finales de año por el consejero de Sanidad del Gobierno de Asturias, Pablo Fernández. No obstante, ensayos clínicos sobre coronavirus establecen que al menos uno de cada diez contagiados desarrolla covid persistente. De acuerdo con estas cifras, alrededor de 20.000 asturianos se encontrarían en esta tesitura.