La guerra del acero y los trenes enrarecen la precampaña autonómica asturiana

L.O.

ASTURIAS

F. Sotomonte

Los partidos afrontan en distintas posiciones la fase final antes de la llamada a las urnas en mayo

18 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La cuenta atrás definitiva para la llamada a las urnas el próximo mes de mayo, cuando se renovarán el Principado y los ayuntamientos, comenzó con las espadas en alto y todo un choque de trenes, menos metafórico de lo que quisieran los implicados. Los socialistas que mantienen el gobierno asturiano con Adrián Barbón a la cabeza comienzan la precampaña con el paso cambiado por diversas crisis ferroviarias que se envuelven en un mismo nudo: la red asturiana de Cercanías y su conexión por alta velocidad ha sufrido dejadez por parte de la Administración Central, en gobiernos pasados y distintos pero también con el actual. La semana terminó con una guerra del acero, una contraprogramación de anuncios en el que candidato del PP, Diego Canga, le pisó a la ministra Maroto las ayudas europeas a la siderurgia. De algún modo incluso atribuyéndoselas. 

Una legislatura muy atribulada termina y no va a dejar de serlo en su fase final. Barbón ha sufrido una sucesión de reveses severos en las últimas semanas y además son, en buena medida, 'fuego amigo', sus problemas están en la zancadilla que le ha puesto el gobierno central de su propio partido a sus expectativas para estos meses. Un candidato que ya preside la comunidad y además tiene en el Estado un ejecutivo de su mismo color debería contar con bastantes días de alfombras rojas y tijeras cortando lazos. Y lo cierto es que si no para la campaña en sí, al menos para las semanas que la rodearán, se esperaba la apertura de la Variante de Pajares. Ya no será así y tampoco tiene fecha precisa. La renovación de Cercanías sufre también por descuido del Estado una demora sangrante y los trenes que han de circular por sus vías se diseñan con medidas erróneas.

Barbón ya mantuvo en meses anteriores toda una ronda de contactos con distintos ministerios en Madrid después de que se hicieran públicas las cifras del grado de ejecución del Ejecutivo central con la comunidad y la dejaran a la cola sólo por detrás de Cataluña. Todas esas reuniones se cerraron con promesas de agilizar trámites y obras pero hasta la fecha no sólo no ha habido avances, es que los retrasos se reproducen sobre distintos asuntos.

El viernes estaba en Gijón la ministra de Industria, Reyes Maroto, para presentar el plan de descarbonización de la siderurgia con un proyecto que pivota sobre ArcelorMittal para poner a la comunidad en un área de conexiones privilegiadas sobre la transición al hidrógeno verde, una de las principales esperanzas de la Comisión Europea para alcanzar un cierto grado de independencia energética para el continente. Pero en un acto de oportunismo, desde Oviedo, el candidato del PP Diego Canga daba una hora antes la cifra concreta de las ayudas europeas y también que recibirían luz verde ese mismo día. Tenía razón.

Fue motivo de un choque, la ministra lo consideró poco elegante, y lamentó que se usaran así las «influencias». Canga trabajó con el hoy ministro italiano, Antonio Tajani, en el área de Industria de la comisión. Pero también cruzó otra línea al dar a entender que había sido partícipe de este proyecto: «cuando decimos algo se cumple», dijo tras presumir de preguntar «directamente a la fuente». Cuando lo supo Maroto afirmó que hay «falta de ética» en la actitud del popular.

En el mismo sentido, el eurodiputado asturiano Jonás Fernández, del PSOE señaló que dirigirá una pregunta a la vicepresidenta Margrethe Vestager por lo que llamó «filtraciones» y acusó a Canga de incumplir el reglamento:

El viernes era el día para que el PP presentara a sus candidatos para los concejos de Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Llanes, Carreño, Pravia, Taramundi y Villanueva de Oscos. Ya suma 31 designados entre ellos el de los seis concejos más poblados de Asturias: Gijón, Oviedo, Avilés, Siero, Langreo y Mieres. Pero en los dos grandes núcleos centrales afronta expectativas distintas. En Oviedo aspira a renovar la alcaldía con Alfredo Canteli repitiendo como candidato y lanzando de forma incesante su mano tendida para que Ignacio Cuesta, de Ciudadanos se pase a sus filas. En Gijón mirando de reojo lo que pueda hacer Carmen Moriyón como candidata de Foro. Y todo ello complica la estrategia de alianzas de los populares.

Con Ciudadanos no hay problema y casi es una operación de absorción, en los despachos del PP presumen de contar ya con varios transbordos de militancia con origen naranja y lo llamativo del de Cuesta no es sólo la desgana en responder del apelado sino que además de vicealcalde de Oviedo es el máximo dirigente del partido naranja en Asturias, es su coordinador regional y no hay reacción ni aquí ni en su dirección nacional.

Los números de Foro en Gijón pueden hacerle un socio interesante pero que ya ha hecho valer sus argumentos y ha descartado pactos para ir de la mano de los comicios, después ya se verá. Y con dos vetos previos: ningún pacto añadido con Francisco Álvarez-Cascos ni con Vox. En la precampaña, su secretario general, Adrián Pumares, aseguró que aspiran a volver a tener representación en Oviedo y Avilés, mantenerla en la Junta y tener números para gobernar Gijón.

El grupo de ultraderecha aspiraba a multiplicar sus resultados en Asturias pero cerró 2022 con una mini crisis sin muchas explicaciones que terminó con la renuncia de su portavoz y presidente regional, Ignacio Blanco. Los de Abascal confían en la marca nacional, su candidata, Carolina López, es edil en Tineo.

A la izquierda los puntos de partida son muy distintos para Podemos y para Izquierda Unida. Los segundos, que además son segunda fuerza municipal en Asturias, llegan bastante fortalecidos internamente tras una legislatura muy compleja para la coalición al quedarse con dos escaños. Las distintas familias han acordado una lista común y atajado las querellas orgánicas de cara a la campaña.

El contraste es fuerte con Podemos. Los morados han llegado a la recta final de la legislatura muy divididos después de las primarias a cara de perro por la dirección orgánica, en la que Sofía Castañón se impuso a Daniel Ripa en la Secretaria General. Hubo acusaciones de fraudes y de purgas, expulsiones y declaraciones encendidas. En las primarias para encabezar la lista electoral se impuso Covadonga Tomé, del sector adverso a Castañón. Las relaciones ha sido absolutamente tirantes hasta el presente inmediato.

Si esta fue una legislatura dividida, con hasta siete grupos parlamentarios en la Junta General, la nueva podría serlo también. Sobre la ola de la España Vaciada se lanza a las elecciones la plataforma SOS Occidente que podría tener muchas claves en un sistema, como el asturiano, que tiene tres circunscripciones electorales precisamente para dar más representación a las alas respecto al centro.