El mito de sucesiones: las rebajas fiscales no detienen las renuncias a herencias

L.O.

ASTURIAS

F. Sotomonte

Las tasas de desistimientos casi no han variado en la última década pese a las modificaciones del impuesto

10 mar 2023 . Actualizado a las 09:50 h.

Asturias se mantiene, de forma invariable, a lo largo de la última década como la comunidad en la que mayor número de personas renuncia a una herencia cuando la recibe. Asturias es también la comunidad en la que el impuesto de sucesiones tiene menos rebajas para los herederos; y, sin embargo, y pesar de la recurrente insistencia en ligar ambas cuestiones, también en este caso se cumple que correlación no implica causalidad y se trata de fenómenos que apenas tienen relación. La estadística recopilada año a año por el Consejo General del Notariado pone de relieve que las tasas de renuncias a herencias en cada territorio son prácticamente constantes desde 2012 hasta 2022 independientemente de las bajadas del impuesto, con exenciones o con bonificaciones; la renuncias se explican porque lo legado llega acompañado de una deuda que no compensa asumir, con frecuencia la hipoteca de un piso.

Alrededor de la cuarta parte de las personas que recibieron herencias tramitadas en Asturias de enero a septiembre de 2022 (los últimos datos disponibles en el Consejero General del Notariado) renunció a ella. En ese período los notarios registran 7.085 herencias en Asturias y renunciaron a ella 1.817 personas, es un 25,6%. Es importante destacar que en ese recuento se computan las herencias en conjunto y las renuncias individuales, es decir, de un legado con cinco herederos pueden haber renunciado dos, de manera que se contabilizan dos desistimientos pero para una misma herencia.

En ese mismo periodo, de enero a septiembre, la media nacional fue de un 15% de renuncias entre los herederos (son diez puntos por debajo de Asturias). En el Principado están exentos de pagar sucesiones los herederos directos que reciban un legado por valor de menos de 300.000 euros, cada uno. Este tope se modificó la pasada legislatura, dentro de un acuerdo presupuestario entre PSOE y PP; anteriormente estaba exentas sólo las herencias por debajo de 150.000 euros. ¿Tuvo impacto esa rebaja fiscal en los desistimientos? Lo cierto es que no. En 2017, el último año en que la exención estaba fijada en 150.000, renunció el 20% de los herederos, al año siguiente, cuando ya se aplicaba la exención hasta 300.000 (es el doble de herencia), la renuncias aumentaron hasta el 26%. En el balance de toda la última década, entre 2012 y los nueve primeros meses de 2022, ese porcentaje oscila según el año pero siempre alrededor de un 20% de herederos asturianos que renuncian al legado.

En las comunidades más cercanas la tónica es parecida, a pesar de que cuentan con rebajes fiscales mucho más amplias. En Galicia están exentos desde hace tiempo de pagar el impuesto de sucesiones todas aquellas herencias que sean menores de un millón de euros (y esta es la principal reivindicación de los partidos conservadores en Asturias). Pues tampoco ha habido grandes variaciones, de enero a septiembre de año pasado renunciaron a su herencia el 13% de los gallegos que recibía.

En Castilla y León se abrió esta legislatura que ahora termina precisamente con esa misma rebaja, la exención hasta el millón de euros en las herencias ¿han disminuido las renuncias? Pues no, se mantiene prácticamente igual y, de hecho, incluso han aumentado unas décimas: en 2019 la comunidad vecina registraba un 13,4% de renuncia y en el presente es un 13,7%.

El mismo recorrido hizo Andalucía al iniciar el primer gobierno conservador de la comunidad, bajo la presidencia de Juan Manuel Moreno, en aquel entonces con el respaldo de Ciudadanos que hizo bandera de esta exención hasta el millón de euros. Pero si en Andalucía en 2019 se registraba un 19,34% de renuncias en el presente, cuatro años después, los desistimientos de hecho han aumentado y en los nueve primeros meses de 2022 se cuentan por un 20%. Son apenas cinco puntos menos que en Asturias pese a que la diferencia de la exención es el triple, de 300.000 a un millón de euros. Tampoco nadie podría sostener cabalmente que casi la cuarta parte de los andaluces recibe herencias de más de un millón de euros y por eso renuncian antes que pagar el impuesto.

¿Qué pasa con Madrid? La capital presume de sus rebajas fiscales y precisamente por ello es con frecuencia acusada desde otros territorios de hacer una competencia desleal al resto de comunidades. En Madrid el impuesto de sucesiones no funciona con exenciones como en Asturias sino con una bonificación del 99%. Es decir, un asturiano que herede menos de 300.000 euros no paga nada, un madrileño pagara el 1% de esos 300.000. La ventaja de Madrid se multiplica exponencialmente a medida que se recibe una herencia más amplia ya que la bonificación es la misma para una renta baja o para un millonario. Pues en el último periodo registrado por los notarios, es decir, de enero a septiembre del año pasado, en Madrid hubo un 14% de renuncias a herencias.

No se trata ni mucho menos de la cifra más baja del país. En los primeros nueve meses de 2002, la comunidad con menos renuncias fue Aragón (con un 9,9%), seguida de País Vasco (un 10%). Sin llegar a los porcentajes de Asturias, las comunidades con mayor tasa de desistimientos son La Rioja (21%), Baleares (20%) y la ya mencionada Andalucía que registra el mismo porcentaje, un 20%.

En mucho casos, en toda España, y en las últimas décadas, buena parte del patrimonio de las familias se ha concentrado en la propiedad inmobiliaria, difícil de convertir en efectivo, (sometida además a impuestos de carácter municipal, como el de plusvalías) y en muchas ocasiones cargados con una hipoteca bancaria. La diferencia entre el valor total de la propiedad, y la posibilidad real de efectuar con ella una compraventa, respecto al valor de la deuda que le acompaña es el factor definitivo para renunciar a una herencia. Desde el Principado se explicó tras la última reforma que actualmente el tributo afecta al 1 por ciento de los herederos en línea directa, lo que supone unos doscientos contribuyentes de media anuales en toda la comunidad.