Sara Puente, educadora infantil en Alemania: «Al llegar a Frankfurt pensaba, ¿dónde me he metido?»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Sara Puentes, natural de Pola de Lena, lleva desde 2017 en Frankfurt trabajando como educadora infantil
Sara Puentes, natural de Pola de Lena, lleva desde 2017 en Frankfurt trabajando como educadora infantil

Natural de Pola de Lena, explica su experiencia laboral en el país centroeuropeo desde 2017

21 mar 2023 . Actualizado a las 17:12 h.

Una de esas profesionales que se decidió a hacer las maletas es Sara Puente, natural de Pola de Lena. Tiene 32 años y lleva desde 2017 en Alemania trabajando como educadora infantil, concretamente en la ciudad de Frankfurt. Explica que antes de marchar tenía un «trabajo estable, pero que no tenía nada que ver con la educación. Me puse a buscar por Internet y vi que en Alemania había mucha carencia de profesionales de mi campo».

Encontró la oferta de Helmeca por Internet y ya lleva en el país «cinco años y unos meses». Apunta que hoy «hay mucha más información que cinco años atrás». Sara Puentes estudió en Helmeca «un curso intensivo de cinco meses», lo que no pudo evitar que a su llegada a Frankfurt se sintiese ligeramente como un pez fuera del agua. «¿Dónde me he metido?», pensaba al principio. Y es que «tanto los niños, como la directora y compañeros solo te hablan en alemán».

Comenta que los alemanes son «más cerrados y la cultura de después del trabajo una cerveza o un café aquí no la tienen, algo en lo que el tiempo influye. Aquí viven más el día, porque por el invierno a las 16.30 es de noche». En lo que respecta al terreno profesional, también encuentra muchas diferencias entre Alemania y España. «Aquí se trabaja a través de diferentes pedagogías; yo, por ejemplo, trabajo con niños de 3 a 11 años», afirma. Se trata de una metodología de trabajo «en concepto abierto», desarrollada «a través de aulas por temáticas».

Disponen de «sala de movimiento, de creatividad, sala de construcciones, de relajación, juego simbólico, de comida y otra donde se reúnen los mayores». Indica, en este sentido, que «en España los niños llegan, se sientan y permanecen en ese aula; como mucho tienen una diferente de psicomotricidad».

«Nosotros, los educadores, somos como una guía de acompañamiento. Se trabaja a través de juegos, metodologías y no tanto de libros. El objetivo es que el niño sea más independiente», asevera. En Educación Infantil, el curso anterior a que los niños comiencen en el colegio y encaren un modelo educacional, digamos, más tradicional, se desarrolla «un programa para que los que empiezan no tengan un cambio tan brusco».

Pese a que las condiciones en el país centroeuropeo son buenas en su sector, especialmente en comparación con España, cree que «aún que mejorar; se gana más que en España, pero en relación a otro tipo de profesiones no tanto». «En España los profesores somos motivacionales y vocacionales al 100%, aquí no tanto. Hay mucha gente de la que trabaja para mi empresa que no es alemana», comenta.

Explica que en Alemania «tienes trabajo de lo que tú quieras, sea lo que sea lo que pretendes estudiar, ya sabes que vas a tener trabajo. Tienes también la opción de estudiar y trabajar, algo que en España no hay». Resalta que «aquí hay muchos más niños. La natalidad en Alemania es mucho mayor, porque tienen muchas facilidades que en España».

Su círculo de amistades tras cinco años está, básicamente, compuesto por otros expatriados españoles que, al fin y al cabo, «se convierten en la familia que uno tiene». «Los alemanes son más cerrados y como empiezan más jóvenes a tener familia, al final se concentran mucho en ese círculo y les cuesta abrirse», aclara.

Reconoce que desea «volver a España, de hecho quiero formarme en algo más para tener mejor currículum y tratar de regresar. No me veo quedándome en Alemania».