Ansiolíticos y sedantes: se dispara el consumo entre niños y jóvenes en Asturias

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Los psicofármacos son el grupo terapéutico de medicamentos más consumidos en España, solo por detrás de los analgésicos.
Los psicofármacos son el grupo terapéutico de medicamentos más consumidos en España, solo por detrás de los analgésicos. La Voz de la Salud

Un estudio de Salud Pública, que analiza las recetas prescritas en Atención Primaria, advierte sobre el aumento del uso de pastillas en todos los grupos de edad y de forma «preocupante» en adolescentes a raíz de la pandemia

17 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El consumo de medicamentos psicotrópicos en Asturias ha aumentado en los últimos años, especialmente a partir de 2020 a raíz de las restricciones para contener la pandemia de coronavirus y de forma preocupante entre los niños y los jóvenes. Son conclusiones de un estudio sobre el consumo de este tipo de medicamentos, antes y después de de la covid-19 en Asturias, realizado por la Dirección General de Salud Pública y el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado (ISPA) a través del análisis de las prescripciones de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes dispensadas en farmacias de la comunidad a pacientes de atención primaria entre 2018 y 2021. En concreto, una media anual de casi cuatro millones de cajas durante el periodo del estudio.

La investigación, que ha sido publicada en la revista científica BMC Public Health (García, M.L.N., Martínez, P.F., Bretón, E.F. et al. Psychotropic consumption before and during COVID-19 in Asturias), deja claro que España, al igual que otros muchos países, viene experimentando una tendencia creciente en el uso de medicamentos psicotrópicos desde mediados de los años 90. En 2019, según una encuesta realizada por el Observatorio Nacional de Drogas y Adicciones (OEDA), la prevalencia de consumo de hipnóticos y sedantes de prescripción y venta libre ya era del 22,5%. Esa prevalencia sitúa a España, seguida de Bélgica y Portugal, a la cabeza en consumo lícito de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes, según el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de 2020.

La pandemia de coronavirus, con restricciones de movilidad y el cierre de actividades no esenciales para atajarla, agravó ese «sufrimiento mental», dándose un mayor número de trastornos de ansiedad, depresión e insomnio que pudo haber provocado un aumento en el consumo de psicotrópicos. Y efectivamente esta investigación centrada en Asturias, que ya de por sí tenía una mayor carga de salud mental como se refleja en indicadores como las tasas de suicidios más altas de España, así lo pone de manifiesto. «Asturias es una de las regiones españolas con mayor consumo de psicofármacos y el hecho de que el incremento en el periodo de estudio sea superior a la media nacional hace que esta tendencia no solo no se revierta, sino que se agrave», advierten los investigadores.

Los mayores incrementos

Así, aunque los mayores consumos se registran en antidepresivos, se perciben aumentos en el uso de todos los medicamentos psicotrópicos. Si a nivel nacional los estudios revelan que las mujeres consumen el doble que los hombres, en Asturias ocurre lo mismo: 372 de cada 1.000 asturianas tomaban una dosis diaria de estos medicamentos en 2021 frente a 184 de cada 1.000 hombres. Y, lo más preocupante, los mayores incrementos en el consumo se dieron también en niños y jóvenes (hasta los 29 años).

En todo caso, aunque las tasas de uso aumentan de manera progresiva con la edad en una región particularmente tan envejecida como Asturias, se observa una tendencia al alza, más notable a partir de 2020, en todos los grupos de edad en mujeres y hombres. Las mujeres consumen más antidepresivos y los hombres, más ansiolíticos, aunque al final del periodo de estudio las cifras del consumo de antidepresivos en varones son casi similares a las de los ansiolíticos.

En el caso de los más jóvenes, los investigadores asturianos señalan que varios estudios realizados a raíz de la pandemia ya sugerían que la prevalencia de los trastornos mentales -como la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño y la alimentación- había aumentado de manera considerable en niños y adolescentes. El estudio asturiano, no obstante, observa que el único grupo de edad en el que disminuyó (-14,3%) el consumo de ansiolíticos entre 2018 y 2021 fue precisamente en el de los niños menores de 15 años. Por el contrario, el mayor aumento del uso de ansiolíticos (27%) se dio en las jóvenes de 15 a 29 años, en el que también se da el segundo mayor incremento (30%) en el consumo de hipnóticos y sedantes, tras la subida del 30,4% que se registró también en mujeres de 30 a 44 años.

Las razones de que aumente el consumo de pastillas

En el caso de los jóvenes, los investigadores asturianos consideran que si bien ese aumento de la prevalencia de trastornos mentales puede deberse en parte a factores de vulnerabilidad previos, «la pandemia ha tenido un impacto importante en los niveles de estrés y, en comparación con los adultos, este impacto puede durar más, lo que podría explicar la tendencia creciente del consumo de psicotrópicos en este grupo demográfico en particular». Advierten, en ese sentido, de que debería ser motivo de «gran preocupación» dados los posibles efectos a largo plazo de estos medicamentos, incluida la adicción en el caso de las benzodiazepinas.

Las enfermedades crónicas, las comorbilidades y el deterioro cognitivo relacionados con el envejecimiento «podrían conducir a más depresión, ansiedad, aislamiento y dependencia física» que, a su vez, unido a un mayor uso de los servicios de salud, explicarían el mayor uso de medicamentos psicotrópicos en los grupos de mayor edad. Y para razonar el mayor consumo en mujeres, mencionan otros estudios que apuntan por ejemplo a la compaginación de su rol de cuidadoras con sus jornadas laborales, «lo que se traduciría en más estrés psicológico y explicaría una mayor prevalencia de ansiedad, depresión y trastornos del sueño y de la alimentación».