La macrorregión atlántica se abre por Aquitania y Portugal se lo piensa

L.O.

ASTURIAS

F. Sotomonte

El País Vasco redobla la presión por el este y la región norte lusa quiere conformar un polo entorno a la energía eólica

22 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Por razones muy distintas en cada uno de los territorios, también con algunas urgencias comunes relacionadas sobre todo con las líneas férreas, las territorios del arco atlántico se ha encontrado en un momento favorable a reunir intereses ante la UE conformando una macrorregión. En ritmos muy distintos, las comunidades del Cantábrico (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) han concretado bastante su voluntad de proponer este grupo en el segundo semestre del año (cuando España tenga la presidencia rotatoria del unión); pero lo cierto es que las instituciones comunitarias aprecian estas iniciativas si trascienden varias fronteras de estados miembros.

¿Hay posibilidades? De momento la expectativa se abre por la disposición de las autoridades regionales vecinas inmediatas en Portugal y en Francia. Pero sin que se hayan pronunciado sus estados. Hacia el este, el País Vasco -que está muy interesado en promover esta macrorregión por la posibilidad de que el gobierno galo demore la conexión por tren de alta velocidad- ha celebrado ya una cita con Aquitania. Las relaciones con el departamento francés se han articulado sobre una pequeña eurorregión ya existente, en la que también participa Navarra. Por parte de Nueva Aquitania participó Alain Rousset, preocupado por la manera en la que se pueda presionar a París que respalde esa infraestructura que conecte su región con la península y mencionó el precio en contaminación que pagan por depender demasiado del tráfico por carretera.

Desde el Ejecutivo vasco remarcaron que se dirigirán próximamente a la comisaria Europea de Transportes; la rumana Adina Valean; y que la semana que tienen prevista una reunión con el presidente de Gales. El principado británico forma parte de la organización de regiones marítimas del atlántico (en la que está Asturias y que sirve de base para la macrorregión) a pesar de que el Reino Unido ya no forma parte de la UE.

En estos casos la geografía es determinante e inevitable en el punto de vista de cada cual. Si en Aquitania la preocupación es por ser el eslabón que una Francia y España, en Portugal la atención se presta a ser el final del camino valorando dos cuestiones clave: la principal frontera lusa con España es por Galicia, ninguna otra tiene parangón en movimiento económico. A Asturias le interesa particularmente ya que se trata de uno de sus principales destinos de exportación: antes de la pandemia las exportaciones de Asturias hacia Portugal destacaron especialmente en semimanufacturas (procedentes de la industria por valor de más de 158 millones de euros); seguidos de los bienes de equipo (unos 40 millones de euros) y alimentación y bebidas (27 millones de euros).

Según informó el corresponsal de La Voz en Portugal, Brais Suárez, el presidente de la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Norte de Portugal (CCDR-N), António Cunha, acogió con interés la iniciativa para estrechar lazos de modo que sirva para aumentar la capacidad de presión, la acción como lobby en defensa de los intereses de las regiones participantes en las negociaciones europeas. Desde la región norte lusa están interesados en promover la punta atlántica de la península como un gran polo continental alrededor de la energía eólica y todo lo necesario, desde las ingenierías a la fabricación de materiales, para su despliegue.

«Los que vimos La Bola de Cristal nos acordaremos de aquello de 'solo no puedes, con amigos sí' ; y ninguna comunidad por sí misma, sola, en este marco global que estamos construyendo puede. Pero con amigos, podemos, si tendemos alianzas y da igual del signo político que sea, podemos llegar a grandes logros»; señaló el presidente asturiano destacando que unos días atrás había hablado con la presidenta de Navarra sobre la cita que se iba a mantener con Aquitania. Barbón reivindicó también que en su mandato había celebrado hasta nueve cumbre autonómicas y estrechado lazos con Galicia y Cantabria singularmente.