La oficialidad y la Ley LGTBI: los «fracasos» de la legislatura de Barbón

La Voz

ASTURIAS

El presidente reivindica haber aprobado los cuatro presupuestos de un mandato marcado por la pandemia

29 mar 2023 . Actualizado a las 13:36 h.

La frustrada reforma estatutaria que hubiera incluido la cooficialidad del asturiano y del gallego-asturiano y la no aprobación de una ley autonómica destinada al colectivo LGTBI han sido los principales «fracasos» de la legislatura que se cerrará el próximo lunes con la disolución de la Junta General, según ha señalado este miércoles el presidente del Principado, Adrián Barbón.

Barbón ha realizado un balance de su mandato en el último pleno de la legislatura a demanda de los grupos de oposición durante el turno de preguntas al presidente, en el que ha mencionado además como aspectos más negativos de su gestión, en un periodo marcado por la pandemia, el retraso en abordar la reforma de la administración y en impulsar medidas para afrontar el reto demográfico.

El jefe del Ejecutivo ha garantizado que, de ser reelegido, impulsará de nuevo la reforma estatutaria en la próxima legislatura «si dan los números» tras recordar que son necesarios 27 votos en la Cámara asturiana -uno menos de los que sumaban PSOE, Podemos e IU en la actual- y advertir de que el PP no aprende de sus homólogos gallegos en cuestiones lingüísticas.

En el caso de la ley LGBTI, Barbón ha incidido en que el objetivo siempre ha sido elaborar un texto «que no tenga mácula» para que no deje abierta la posibilidad de ser recurrida ante el Constitucional por Vox, un partido que representa «la involución» y a la vez «la última esperanza» del PP para gobernar Asturias si suman 23 escaños tras las elecciones junto a Foro o Ciudadanos.

Cuatro presupuestos aprobados

Tras reiterar que la ley de reto demográfico, ya aprobada por su gobierno pero no por la Junta, será la primera que tramite si vuelve a ser presidente, ha defendido además que el número de leyes aprobadas -24, la cifra más baja desde el periodo 95/99- no sirve para «ponderar» una legislatura en la que, por primera vez desde hace décadas, un ejecutivo en minoría ha salvado los cuatro presupuestos.

Barbón, que ha tenido un recuerdo para los portavoces que dejaron su cargo (Teresa Mallada en el PP, Laura Pérez Macho en Ciudadanos, Lorena Gil en Podemos e Ignacio Blanco en Vox), ha reprochado a Vox que no apoyara ningún presupuesto ni las medidas adoptadas en plena pandemia y al PP que, ni en los momentos más álgidos de la crisis sanitaria, diera de paso a las cuentas anuales.

«Ustedes dicen hacer apología de la vida, ¿pero la de un anciano no importa?», ha advertido a Vox cuya portavoz, Sara Álvarez, ha calificado su gobierno como «el de la muerte» por la elevada letalidad provocada por la covid en Asturias y por los datos de la región en suicidios y abortos.

Pero ha sido con la popular Beatriz Polledo con quien más ha subido el tono del debate después de que Barbón le reprochaba una intervención «para hacer méritos y ser número uno al Congreso» en la que la diputada del PP criticaba el deterioro «imparable» de Asturias en una legislatura en la que bajó del millón de habitantes y que se cierra con la sanidad pública «al borde del colapso»

Polledo, llamada al orden por interpelar a Barbón sin estar en el uso de la palabra, ha atribuido esta situación a la conjunción de dos gobiernos «nefastos», el central y el autonómico, que se presenta como «el más feminista» después de que la ley del sí es sí provocara 25 reducciones de condena y 2 excarcelaciones en Asturias sin que su presidente exigiera que se depurasen responsabilidades.

«Orgulloso pese a los errores» de una legislatura que refleja un descenso de 12.000 parados y un aumento de 9.000 empleos y que batió récords turísticos, de exportaciones y de inversión extranjera, el presidente ha rebajado el tono con los portavoces de Foro y Podemos, a los que ha agradecido que en los momentos más duros de la pandemia hicieran oposición constructiva, «no como otros».

Para el portavoz morado, Rafael Palacios, Barbón desaprovechó la mayoría reforzada de la izquierda para seguir la estela del Gobierno central y negoció presupuestos «a la baja» al incluir a una derecha en la que acabó apoyado para aprobar leyes como la de Calidad Ambiental mientras declaraba una «guerra a la burocracia» cuyas víctimas eran los perceptores de ayudas públicas.

Desde Foro, Adrián Pumares, ha apuntado que la legislatura «deja mucho en el tintero» pese a la voluntad de pacto de varios grupos y, así, poco se ha avanzado en el reto demográfico o en salud mental mientras se renunciaba a contar con una ley de Puertos y se deterioraba el servicio de las Cercanías tras constatar el fracaso que supone cerrar el mandato sin disponer aún del AVE; informó EFE.