Los sistemas alternativos de retirada de efectivo que beneficiarían a los 2.100 asturianos sin cajeros en sus concejos
ASTURIAS
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia plantea dos soluciones: el «cash-in-shop» y el «cashback»
31 mar 2023 . Actualizado a las 12:19 h.La vulnerabilidad financiera afecta a más de 9.800 asturianos. Ocho concejos del Principado no cuentan con una sucursal bancaria en su territorio. Una problemática latente que dificulta el acceso a dinero en efectivo de los vecinos de la zona. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) proponía el pasado julio como solución que los comercios del territorio fueran los encargados de suministrar el efectivo a los vecinos a través de la modalidad «Cash-in-shop» y el «Cash-back».
En un estudio realizado por la CNMC se determinó que, en los últimos quince años, a nivel nacional, desaparecieron un 23% de las oficinas bancarias debido a la digitalización del sector. Además, se estima que un 55% de los municipios españoles, donde reside un 3% de la población, carecen de un cajero automático. En Asturias, son tres los concejos que aún continúan sin oficinas bancarias, cajeros, agentes de Correos u oficinas: Illas, Caravia y Peñamellera Alta. Una situación que tiene como consecuencia que más de 2.100 asturianos tengan que desplazarse a otras localidades para conseguir dinero efectivo.
En algunas ocasiones, esto puede no acarrear un gran problema. Es el caso de Illas donde «nunca hubo bancos, ni existió la necesidad de que los hubiese. Contamos con la proximidad a Corvera, Castrillón y, sobre todo, Avilés. Estos son los sitios habituales de compra e incluso, en algunos lugares del concejo, los más cercanos a la población», explica Alberto Tirador, alcalde de Illas. Además, asegura que, aunque se efectuase la instalación de cajeros, por ejemplo, en Callezuela, capital del concejo, «parte de la población tendría que seguir yendo a Avilés. Somos un concejo pequeño con una población muy dispersa. Esa dispersión hizo que los bancos en su momento no pusieran atención. Ahora sí nos han hecho alguna propuesta de poner algún cajero. Lo estamos barajando».
Sin embargo, «ya hace años que oigo a la gente pedir un cajero, clientes, pero también gente que para aquí de vez en cuando», asegura Martina Capín, vecina de Illas, quien sufre la falta de sucursales bancarias a la hora de gestionar su propio negocio, La Parra Taberna. Explica que, no solo supone un problema para los habitantes del concejo, sino también para la gente joven que decide pasar allí un fin de semana.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia proponía el pasado julio una solución basada en el «cash-in-shop» y el «cashback», dos sistemas alternativos de retirada de efectivo en comercios locales. En el caso del «cashback», explican, cuando el cliente compra un producto en un comercio y lo paga con su tarjeta bancaria puede solicitar al vendedor que le cobre un precio mayor por su compra, esa cantidad adicional se le devolvería en efectivo. Sin embargo, en el caso del «cash-in-shop» no es necesario vincular la retirada de efectivo a una compra. Ambos métodos se utilizan ya en países como Francia y Reino Unido.
Martina Capín ya ha efectuado algunas de estas prácticas en su taberna de manera excepcional, «algunos clientes me pagan con la tarjeta y yo les doy efectivo porque en ese momento lo necesitan y no tienen un cajero cerca. Pero a mí por ese dinero los bancos me cobran», explica. Aunque podría llegar a considerar la propuesta de la CNMC, apunta que debería ser algo regulado, donde los bancos apartaron algún tipo de beneficio al comerciante. Esta entrega de dinero en efectivo supone además un problema para Martina a la hora de asegurar su cambio, aunque normalmente «si vienen por aquí comerciales procuro que me dejen algo y si no tengo que ir directamente al banco a Avilés».
La Unión de Comerciantes de Asturias considera que «tenemos un problema con los municipios más rurales. Desgraciadamente las grandes empresas miran más la rentabilidad que el servicio público. Y eso es lo que le está pasando en concreto con el sector de la banca», explica Carmen Moreno, gerente de la organización.
Desde la Unión de Comerciantes consideran que es necesario poner a disposición los servicios básicos en los concejos menos poblados, pero que debe ser la propia entidad bancaria o la empresa la que se encargue de poner todo a disposición de los pequeños comercios. «El comercio que está allí establecido tiene como forma de seguir existiendo ampliar el catálogo de servicios que ofrece a los vecinos, más allá de la compra de productos, que es a lo que se dedica normalmente. Está muy bien que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia busque una solución al problema, pero la tiene que buscar en quien originó el problema y que los comercios sean solo el lugar donde esto pueda realizarse, sin convertir a los comerciantes en bancarios, pues esto no solo incrementaría el trabajo, sino también el riesgo», explica Moreno.
La instalación de un cajero automático en la taberna es otra de las peticiones que Martina ha recibido por parte de sus clientes, aunque «sería una situación que tendría que estudiar y ver qué beneficios obtendría. No tengo problemas en dar este tipo de servicios, pero necesito saber cuáles son las consecuencias. Aunque no es algo que fuera hacer ya», explica la dependienta.