Excura, padre de dos hijos, y candidato a la alcaldía de Langreo: «Los asturianos necesitan que se mire menos a Madrid»

Adela Riesco
Adela Riesco GIJÓN

ASTURIAS

Roberto Marcos García Rodríguez, excura candidato independiente de IU a la alcaldía de Langreo
Roberto Marcos García Rodríguez, excura candidato independiente de IU a la alcaldía de Langreo Roberto Marcos García

Roberto Marcos García concurre al 28-M como candidato independiente de Izquierda Unida con la discapacidad, el impulso joven, y la revalorización de Langreo como piedras angulares de su propuesta política

03 may 2023 . Actualizado a las 18:00 h.

Roberto Marcos García Rodríguez (Candás, 1967), actual candidato de Izquierda Unida a la alcaldía de Langreo para las próximas elecciones, todavía sigue encontrándose hoy con que muchas personas y familias le paren por la calle para decirle: «Tú me casaste», «bautizaste a mi hijo», o «diste sepultura a este ser querido». Lo cuenta con cierta emoción porque, aunque no siempre haya sido del todo consciente, tras haber colgado los hábitos se está dando cuenta de que ha oficiado algunos de los momentos más importantes en la vida de muchos de sus vecinos en Langreo durante los 13 años que pasó como sacerdote en el concejo. «Eso no quiere decir que el día de mañana ellos vayan a compartir lo que tú piensas o lo que tú propones, pero sí quiere decir que te sienten alguien cercano y que ha formado parte de ellos».

Quizás de esta proximidad anterior provenga la concepción que García, que se presenta como candidato independiente, tiene sobre su actual labor política, con vocación de servicio y escucha constante a los votantes: «la participación ciudadana es algo en lo que tienes que creer, por lo que tienes que apostar y algo a lo que te tienes que comprometer». Utiliza la expresión asturiana de «andar por lo segao’» para hacer alusión a cómo los vecinos «deben ser la guía de las decisiones políticas siempre». En ese sentido, aboga por poner en marcha un Estatuto de Participación Ciudadana que permita crear mesas sectoriales; un lugar de reunión y de escucha. Y afirma seguir estando presente en las calles: «Me miro al espejo y sigo viendo al mismo que veía todos los días, no me siento político», confiesa.

Se acercan las primeras elecciones en las que se medirá con el resto de fuerzas políticas de Langreo y, pese a no atreverse a vaticinar ningún futuro resultado municipal o autonómico, sí tiene firmes opiniones en lo que a alguno respecta: «En nuestra opción política rechazamos las promesas, porque lo que hacen a veces los grandes partidos parecen juegos de malabarismo. Ahora ofrezco esto, luego lo otro…». Por otra parte, el expárroco cree que Asturias necesita «que se mire más hacia los asturianos y un poco menos hacia Madrid».

Aunque acabase echando sus propias raíces en la cuenca del Nalón al conocer a su mujer y formar una familia junto a sus dos hijos (de cinco y siete años), lo que atrapó al candidato a la alcaldía fue el pueblo de Ciañu, donde se estableció a su llegada en 2013: «Descubrí un paisanaje que te enamora. Son un grupo de hombres y mujeres construidos a golpe de entrega y de compromiso, respetuosas y acogedoras». Empezaría entonces a familiarizarse con las asociaciones y ONGs que operaban en Langreo, con las que consiguió poner en marcha un consejo de barrios, un centro de intervención para menores en riesgo de exclusión social, o programas de protección de la mujer en situación de precariedad. Así entabló sus primeros contactos con sus futuros compañeros y «amigos» de IU, que en aquella época formaban parte del gobierno municipal. Nunca llegó a ser militante, pero comenzaron en ese momento las simpatías con la formación.

La gestión del Credine

En definitiva, formó parte de un asociacionismo que aspiraba la construcción del Hospital de Parapléjicos. «Entendíamos que era un proyecto muy enriquecedor para la cuenca y que iba a generar más de 1.300 puestos de trabajo directos, pero la política fue por otros derroteros». En su lugar, se inauguró el Centro de Referencia Estatal para Personas con Discapacidades Neurológicas en Langreo (CREDINE), que «nada tiene que ver con el proyecto inicial», además de haber mantenido su actividad parada durante estos 10 años. «El resultado de esta gestión son 13 o 14 personas utilizando unos servicios externos, enfermos que ya están valorados y están esperando que les pongan transporte para poder asistir a la rehabilitación que necesitan, unas plazas de estancia temporal que están sin utilizar y unas posibilidades de desarrollar el proyecto que no se están llevando a cabo». 

El ámbito de la discapacidad, de hecho, constituye uno de los pilares más importantes de su propuesta. «Es un ámbito que socialmente se invisibiliza mucho y que debe ser central en el diseño del Langreo del futuro», además de la perspectiva de género, de anciano, y de «niño y niña», que considera igual de olvidadas en la organización de la ciudad. Añade la salud mental como otra asignatura pendiente del municipio y que, aunque no dependa del consistorio, también debe ser reclamada a la administración central. «Debería existir este servicio en los centros de salud periféricos, porque vivir no siempre es fácil, y se nos prepara muy poco para gestionar según qué tipo de cosas».

Oportunidades de futuro para la juventud del concejo

La juventud langreana también concierne al expárroco. Con este grupo de edad, menor de 30 años, suele tener bastante «sintonía», y la desilusión que se encuentra en conversación con ellos le intranquiliza. «Cuando daba clases en los dominicos, muchos alumnos me decían que cuando fueran mayores querían ser prejubilados como sus padres. Es la realidad que conocieron: un concejo de degradación, donde se iban perdiendo empresas y posibilidades».

Su propuesta para reactivar el futuro de estos vecinos pasa por entablar un diálogo común entre empresarios, emprendedores, trabajadores, y ayuntamiento. «Para ellos, insertarse en el mercado laboral es una tremenda cuesta arriba. Hay que cambiarlo», sentencia. Asimismo, ve otro impulso a la población joven en la creación de un parque de vivienda pública, ya que «se habla de que hay más de 4000 viviendas vacías», ya sea en régimen de alquiler o compra.

Ruralidad y comunicaciones dignas

La última de sus proclamas principales consiste en buscar una revalorización de la ciudad, a partir de mejorar las comunicaciones viales y digitales, y haciendo del municipio un entorno rural «amable». «Un compañero político, al que no le falta razón, comenta que muchas veces cuando entras en Langreo no sabes si se está cayendo o lo están construyendo. Hay muchos edificios semirruinosos, abandonados y eso no solo da mala imagen, sino que transmite sensación de abandono y de falta de futuro», justifica el candasín. En lo que respecta a la comunicación, «que debe ser verde», apuesta por dinamizar el tren, concluye recurriendo al humor: «con el soterramiento, no sé si habremos perdido ya». Se trata de una «eterna obra» en la que «constantemente pasa algo, y hay que ponerle remedio».