800.000 coches al año: los planes del gigante chino que sopesa Asturias para su expansión en Europa

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

BYD

Estabilidad y buenas comunicaciones son dos factores que llevarán a BYD a decidirse entre una decena de localizaciones europeas para fabricar vehículos eléctricos a partir de 2025

17 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Su nombre responde a las siglas de Build Your Dreams (Construye tus sueños) y su crecimiento, con la gran mayoría de las ventas en China, es meteórico en 2022 aumentaron un 184% con respecto a 2021, cuando ya había registrado un incremento del 145%. Este último abril, creció un 90%. BYD, el gigante chino de los coches eléctricos e híbridos enchufables, aspira ahora a convertirse en una de las tres principales empresas de vehículos eléctricos de Europa en 2030 y vender unas 800.000 unidades al año.

Estos planes de expansión europeos pasan por construir su primera fábrica de vehículos eléctricos en Europa, donde ya tiene en marcha desde hace años una factoría de autobuses eléctricos en Hungría y donde no se descarta incluso poner en marcha una tercera planta como trascendía ya a finales del año pasado. Una de las claves del éxito de BYD, que en 1995 comenzó su trayectoria desarrollando baterías, responde a su modelo integrado verticalmente de tal manera que fabrica la mayoría de sus piezas de automóvil y controla sus sistemas electrónicos y de batería, sin depender de proveedores.

En la actualidad el gigante asiático, cuya marca debutaba en España aprovechando el reciente Salón del Automóvil de Barcelona, exporta desde China los vehículos que ya vende en otros países europeos, pero con las limitaciones del transporte marítimo. De ahí que la producción localizada -como ocurre con la de los autobuses que ya circulan por ciudades españolas- sea uno de los objetivos que la compañía podría resolver este mismo año para empezar a fabricar vehículos en Europa cuanto antes, sobre todo cuando se quieren manejar elevados volúmenes con tiempos de entrega muy competitivos.

En España, donde también ya han echado a andar sus primeras tiendas en Barcelona y Madrid, se han presentado varios modelos de vehículos -uno de ellos se presentaba de hecho por primera vez en Europa- y está previsto que se abran más puntos de venta en ambas localidades, así como en Valencia, Canarias, Málaga y Sevilla, a lo largo de este año.

Visita de la ministra de Transportes al estand de BYD en el Salón del Automóvil de Barcelona 2023
Visita de la ministra de Transportes al estand de BYD en el Salón del Automóvil de Barcelona 2023 BYD Spain

BYD puede ser una desconocida para los consumidores, pero no para los inversores: en 2008, el multimillonario estadounidense Warren E. Buffet adquirió una participación de casi un 10% por unos 230 millones de dólares que hoy tiene un valor de 8.000 millones de euros dado el imparable crecimiento de la empresa.

Decena de localizaciones preseleccionadas

En septiembre trascendía que para su primera fábrica europea de coches eléctricos, que tendría esa capacidad máxima de 800.000 unidades anuales con la previsión de que pueda comenzar a operar a partir de 2025, descartaban Reino Unido debido al Brexit y que, en su lugar, tenían preseleccionadas una decena de localizaciones en Francia, Alemania, Hungría, Polonia y España. «Como inversionista, queremos que un país sea estable. Abrir una fábrica es una decisión de décadas», decía entonces el presidente de BYD para Europa, Michael Shu, al Financial Times.

A esa planta se podría sumar también otra de fabricación de baterías para respaldar la producción europea, además de que la compañía también ha ido avanzando que ejecutará un plan piloto para su propia red de carga dado el «terrible» estado de la infraestructura actual en Europa, con un sistema de carga rápida de automóviles. A la compañía china le interesan, aparte de la estabilidad del país en el que se ubiquen, que sus primeras instalaciones en Europa lógicamente estén bien comunicadas.

BYD forma parte desde el 18 de abril de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). España, uno de los países que estaría dentro de la quiniela para la fabricación de los coches chinos en Europa, podría tener a su favor al menos dos factores. Por un lado, es uno de los cinco principales mercados automovilísticos del continente -el primero es Alemania- y, por otro, a la compañía china podría resultarle interesante las líneas de ayudas del PERTE de automoción, con una segunda convocatoria con más de 2.000 millones de euros sin asignar en la primera que además tiene una línea específica para fábricas de baterías.

Uno de los emplazamientos que podrían interesar en España se localiza en Asturias: a finales del mes pasado el Gobierno asturiano confirmaba que una delegación de la empresa china había visitado la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA), que este mes quedaba conectada con la AS-19 a la altura de La Peñona. La primera fase de la urbanización de la ZALIA se iniciaba hace casi 13 años y sigue a la espera de desarrollar su «gran potencial» como plataforma logística próxima al puerto de Gijón, que también tendría una oportunidad para diversificar sus tráficos si los terrenos asturianos fueran los elegidos. 

Mientras tanto, y por comparar las posibles necesidades de espacio, este marzo pasado comenzaban las obras de una nueva planta fuera de China, en Tailandia, similar a la que se quiere construir en Europa, que fabricaría unos 150.000 vehículos al año a partir de 2024 y que se ubica en una parcela de 96 hectáreas en un polígono industrial situado en una de las provincias bañadas por el Golfo de Tailandia en la zona este, próxima a Pattaya.