Las claves del suicidio en Asturias: «Todos tenemos que remar en el mismo sentido, aquí no sobra nadie»

ASTURIAS

María Pedreda

Juan José Martínez Jambrina, director del Área de Gestión Clínica de Salud Mental del Área III: «Quien ahora lanza una bengala sí recibe la ayuda que necesita»

12 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante los últimos meses de este 2023 el número de tentativas de suicidio o suicidios consumados ha copado las portadas asturianas. Una racha que se ha focalizado, sobre todo, en edades infanto-juveniles. Se trata de un incremento «preocupante» para expertos como Juan José Martínez Jambrina, director del Área de Gestión Clínica de Salud Mental del Área III. El médico psiquiatra explica las claves que en cada rango de edad podrían llevar a esta situación extrema. «Hemos salido de un tsunami como la pandemia y estamos en una situación confusa a nivel nacional», asegura Jambrina, quien añade que «no sobra nadie» y que «hay que remar todos a una en el mismo sentido» de cara a buscar una solución estructural para abordar esta problemática, tanto a nivel de Asturias como de España.

Cabe recordar que hace unas semanas el Principado presentó su Plan de Salud Mental 2023-2030, de cara a mejorar tanto la prevención como la atención en el sistema sanitario público. Esta iniciativa, dotada con 62 millones de euros, se desarrollará a través de 240 acciones en coordinación con servicios sociales y el sector educativo, además de la construcción de nuevos equipamientos por valor de 30 millones de euros en Gijón, Cangas del Narcea y Riaño. 

El pilar del plan es el refuerzo del personal del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). A día de hoy, hay una plantilla real con 120 profesionales en el área de Psiquiatría y 93 plazas cubiertas en Psicología Clínica. La previsión del plan es aumentar la red sanitaria hasta los 120 psicólogos y 143 psiquiatras para reforzar la asistencia a la ciudadanía en los próximos años. También se pretende ampliar la plantilla de Enfermería especializada en Salud Mental de 170 a 235 plazas. Su objetivo, según explicó por entonces la directora general de Salud Pública, Lidia Clara Rodríguez, pasa por la promoción de la salud mental del conjunto de la población, así como la potenciación de la atención comunitaria «reduciendo el estigma, sin olvidar principio de equidad y el enfoque de género».

«Es muy raro que alguien consume un suicidio mientras está en tratamiento»

Factores sociales, las principales causas

Entre los motivos que pueden llevar a una persona a atentar contra su propia vida uno de los principales tiene arraigo en factores sociales. Para Juan José Martínez Jambrina el aumento de casos en edad infanto-juvenil «descoloca». «Son cabezas inmaduras y los mecanismos de protección no están desarrollados por completo», señala el médico psiquiatra, añadiendo que la mejor forma de prevención en estas edades pasa por la educación. Además, Jambrina señala que el auge de las redes sociales y «el mundo tan siniestro que se genera alrededor». Por tanto, en edades tempranas el problema es doble.

Ya en edades adultas, Jambrina explica que los motivos ya pasarían por un «colapso» en varios aspectos sociales. «En edad adulta, los suicidios suelen ser de gente que lleva mucho tiempo pensándolo», asegura, indicando además algunos de los motivos que podrían llevar a esta decisión extrema: desde problemas económicos hasta laborales, pasando por dificultades matrimoniales o en las relaciones sociales. Una suma de problemas que, en edad adulta, podría derivar en un consumo habitual de tóxicos como alcohol o drogas de cualquier clase: «El consumo que hay de estas sustancias en estas edades es realmente muy elevado».

«Las ideas suicidas se mantienen entre dos y tres horas. Si en ese tiempo no tienes medios para ello, la situación puede pasar y no volver a aparecer»

A este respecto y relación con el aumento de las tentativas de suicidio, Jambrina apunta que «quien ahora lanza una bengala ayuda la tiene». Y es que en los últimos cinco años se ha dado seguimiento a cerca de 500 casos con ayuda de profesionales especializados: «Es muy raro que alguien consume un suicidio mientras está en tratamiento». El médico psiquiatra comenta que por cada suicidio consumado habría en torno a ocho tentativas, la mayoría sin una intención autolítica. 

En edades avanzadas, Jambrina explica que el principal problema pasa por la «soledad impuesta». «Entre los 50 y 70 años el tema de la soledad cada vez tiene más peso. Hablamos de soledad por limitaciones sociales, físicas o psíquicas, entre otras», señala el experto. Los 60, añade, sería otra punto crítico: «Es una edad en las que las personas hacen balance y se dan cuenta de que hay cosas que no han hecho que ya será complicado que hagan en adelante». Además, Jambrina sostiene la idea de limitar la accesibilidad a medio letales: «El que tiene una pistola en casa tiene más posibilidades de quitarse del medio. Las ideas suicidas se mantienen entre dos y tres horas. Si en ese tiempo no tienes medios para ello, la situación puede pasar y no volver a aparecer».