«Con su marcha, la paz que deje será nuestro bien»: las críticas al arzobispo de Oviedo desde la Iglesia asturiana

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes Eloy Alonso

El sermón de Covadonga ha causado «hartazgo» entre sacerdotes y cristianos de base que consideran que Sanz Montes «no se representa más que a sí mismo»

13 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sacerdotes, religiosos y laicos conforman la Iglesia católica y, teóricamente, todos son igual de importantes. Y al menos a una parte de quienes conforman la Iglesia católica en Asturias no les ha gustado en absoluto que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, haya a vuelto a «aprovechar» el acto religioso que se celebra en Covadonga todos los 8 de septiembre, con motivo del Día de Asturias, con otro sermón reaccionario con el que, por poner dos ejemplos, cargaba contra la Agenda 2030 y los «ecolojetas» o se refería a la «leyenda del beso» al hablar del caso Rubiales.

Como todos los años desde que se hizo cargo de la archidiócesis de Oviedo, desde la izquierda se le ha criticado que se dedique a ofender y generar crispación con un discurso «más propio de Vox» e incluso se le ha animado a dejar los hábitos y meterse en la politica. Pero también un grupo de sacerdotes asturianos, a través de una carta de un cura anónimo publicada en la plataforma Religión Digital, cargan contra la «campaña camorrista y panfletera» que viene protagonizando todos estos años Sanz Montes en Covadonga, «un lugar que une a todos los asturianos sean creyentes o no».

Consideran que en esta ocasión su sermón llegó al «límite del hartazgo» por ser todo lo contrario a una homilía en un día de fiesta y utilizar a la Santina para sus intereses personales. «No tuvo ni una palabra de recuerdo a la Escolanía de Covadonga, que se despide de la vida del santuario. Escandaloso», remarcan, explicando que «ëstamos hartos y queremos que esta persona se vaya» porque «ya no nos representa, no es imagen de la Iglesia asturiana y no concilia, divide».

Es más, dicen, «nos escandaliza profundamente con sus palabras y su tren de vida», señalando además que el problema de que Sanz Montes esté representando a la Iglesia católica en Asturias «no solo lo tiene quien le nombró, sino quienes, siendo conocedores de sus actuaciones, comportamientos y posicionamientos contrarios al Papa Francisco, mantienen a alguien así al frente de una diócesis: ¿qué barbaridad más ha de hacer para que se tomen decisiones al respecto?», se preguntan.

Y, concluyen, «con su marcha, la paz que deje será nuestro bien». Pero no solo, y a través del mismo medio digital, se ha manifestado, de forma anónima eso sí, este grupo de sacerdotes asturianos, también otras voces de la Iglesia asturiana muestran su rechazo al mensaje de Sanz Montes. 

«Elimina de un plumazo la encíclica del papa»

Desde el movimiento Revuelta de mujeres en la iglesia, formado por un grupo de católicas y feministas y que tiene presencia en Asturias, en otra carta abierta al conservador arzobispo, aseguran estar consternadas por su sermón. «Sonó como una bofetada en la cara de todas las autoridades presentes», dicen, refiriéndose expresamenre al presidente asturiano, Adrián Barbón. «Nos ha dolido que no hubiera ni una sola alusión concreta a Asturias, ni a la Iglesia asturiana», señalan, mencionando también que al cargar contra la Agenda 2030 aprobada por las Naciones Unidas en 2015 «elimina de un plumazo la encíclica del papa, la Laudato si, cuando está a punto de publicarse la segunda parte, y que ha sido reconocida mundialmente como una de las miradas más lúcidas sobre el desastre medioambiental y las amenazas que conlleva». 

Pero también, añaden, «se carga de un plumazo al feminismo: queremos decirle que muchas mujeres en la Iglesia somos feministas y agradecemos a este movimiento las aportaciones que ha hecho y hace a la igualdad y la mejora de la condición femenina y el progreso social». Y, sobre la «leyenda del beso», les sorprende la incapacidad del arzobispo para «entender las causas del malestar profundo» que causan «tantos abusos de poder y tanto comportamiento ilegítimo de los varones en el mundo del deporte».

También José María Álvarez Rodríguez, del Foro de Cristianos Gaspar García Laviana, a través de Religión Digital, le dedica otra carta al arzobispo. «Lo que algunos temían sucedió. Mismo Día de Asturias, mismo lugar: en Covadonga, lenguaje de improperios excluyentes, dirigidos ante los mismos personajes políticos y contra los mismos ciudadanos: la gente de izquierda y algunos de derechas que son nacionalistas o independentistas, todos ellos con cabida neta en la Constitución Española, pero no en el evangelio de este monseñor, que con discursos semejantes no se representa más que a sí mismo y, si cabe, a aquellos que tienen parecidos ideales políticos a los suyos».

Es más, añade, «este señor más que obispo de Asturias lo que parece que quiere ser es animador político-religioso de la ultraderecha, con lo que ello significa de exclusión de todos aquellos que no están alineados en ese entorno». Y, si así fuera, «estaría abusando de su situación al haber aceptado ser obispo de la diócesis de Asturias, ya que su modo de posicionarse políticamente nos excluye a muchos».