Rueda y Barbón amplían la alianza de Galicia y Asturias al sector turístico y energético

Xosé Vázquez Gago
X. Gago VEGADEO

ASTURIAS

Los dos presidentes se comprometen en los Encuentros en el Eo a mantener el frente común para exigir el corredor atlántico y un modelo justo de financiación

25 sep 2023 . Actualizado a las 21:41 h.

A pesar del complejo escenario político nacional, de que militan en partidos rivales y de que uno está a punto de terminar su legislatura y otro acaba de empezarla, el popular Alfonso Rueda y el socialista Adrián Barbón, presidentes de Galicia y Asturias, han hecho gala esta mañana de espíritu de cooperación y entendimiento en la quinta edición de los Encuentros en el Eo, promovidos por La Voz de Galicia, La Voz de Asturias y Banco Sabadell.

La presentación corrió a cargo del director general de Corporación Voz, Lois Blanco. El diálogo entre los presidentes estuvo además precedido por una intervención de Pablo Junceda, director general del Sabadell, quien hizo un llamamiento para que Asturias y Galicia afronten de la mano el desafío de «llegar a ser todo lo que pueden ser».

Rueda y Barbón cogieron el guante y se comprometieron a mantener y reforzar la alianza estratégica de las dos comunidades ante la «década del cambio», como la denomina el presidente asturiano, en la que deberán resolverse retos como la construcción del corredor atlántico noroeste de mercancías, la crisis demográfica o la financiación autonómica, en los que ya compartían posiciones comunes. Pero también mostraron coincidencia de criterios en otros frentes como el turismo, el desarrollo de las nuevas fuentes de energía o el progreso de la nueva sociedad. Durante el debate, moderado por el director de La Voz de Galicia, Xosé Luís Vilela, también repasaron sus objetivos y la gestión de sus gobiernos, coincidiendo en destacar que presiden dos de las comunidades menos endeudadas y que presentan una mayor ejecución de fondos europeos.

En materia de financiación, Rueda, quien también señaló su compromiso de mantener Galicia como una «isla de estabilidad» y destacó la incorporación de nuevas vacunas al calendario del Sergas, advirtió que se debe buscar una solución que satisfaga a todas las comunidades. «La bilateralidad nos mata», afirmó en una referencia indirecta a las negociaciones del PSOE con los independentistas para la investidura de Pedro Sánchez. El presidente gallego reiteró además su rechazo a la pretensión del partido de Carles Puigdemont de que se condone una supuesta deuda de más de 450.000 millones de euros a Cataluña. «Las deudas no se condonan, se mutualizan y solo falta que se distribuya entre quienes más hemos cumplido», afirmó.

Nuevos criterios y más fondos para la financiación autonómica

Tanto él como Barbón insistieron en la necesidad de que los futuros criterios de reparto de fondos tengan en cuenta la dispersión geográfica y el envejecimiento de la población. El presidente asturiano subrayó además que será preciso aumentar el volumen de fondos que reciben las comunidades. «Si el reparto de la cesta es el mismo que ahora no será suficiente», advirtió. El problema de la financiación «no es un combate del PP contra el PSOE», añadió, sino que será de unas comunidades frente a otras, las que quieren tener en cuenta solo el criterio de población y las que reclaman que se tengan en cuenta otros factores para así garantizar unos servicios similares a toda la población. «Es un asunto muy complejo, como un sudoku», remachó.

«Es fundamental que Asturias y Galicia vayan de la mano», insistió el mandatario socialista, para abordar la financiación o reclamar el corredor noroeste. Barbón recordó la importancia que tuvo la cumbre convocada el pasado mes de enero por Rueda para unir fuerzas con Castilla y León y Asturias y exigir avances en esa infraestructura. En ese encuentro, dijo, se visualizó la importancia de las comunidades «que también somos Estado». Rueda lamentó por su parte la falta de interlocución con el comisionado del corredor, José Antonio Sebastián, desde que fue nombrado por el Gobierno a principios de año. El presidente gallego celebró que «Adrián [Barbón] sí» ha podido hablar con él, pero «no le puedo mandar recados a través del presidente de Asturias», ironizó.

Turismo «con sentidiño» y regulación de los pisos turísticos

En materia turística los dos presidentes sintonizaron en el análisis de la situación y en compromisos de futuro. Defendieron la utilidad de las limitaciones para acceder a espacios naturales. Pusieron como ejemplo las Cíes o la playa de As Catedrais. «Son controles inevitables», dijo Rueda, quien consideró que en algunos casos pueden ser medidas «polémicas, pero no se puede chegar e encher» . «Coincido plenamente», añadió Barbón, quien dijo ser un defensor «radical» del intervencionismo para preservar espacios naturales que «no son nuestros», sino que pertenecen también las próximas generaciones.

Además comparten que es necesaria una regulación de los pisos turísticos para paliar el impacto que tienen en el mercado de la vivienda, y señalaron que esa normativa debe desarrollarse teniendo en cuenta las decisiones que se tomen en la comunidad vecina. «Prohibirlos es ponerle puertas al campo (...) Pero la solución no es dejarlo estar hasta que sea ingobernable», indicó Rueda. Añadió que debe ser una «solución global», porque no es viable que «en una comunidad esté acotadísimo y al lado haya barra libre», dijo Rueda. «Lo ha dicho Alfonso muy bien», señaló Barbón, quien afirmó que hay trabajadores del sector turístico que «duermen en tiendas de campaña» por la imposibilidad de encontrar vivienda en los lugares donde residen.

También cargaron contra los «negacionistas del turismo», como los calificó el presidente socialista. «A quienes dicen que el turismo no crezca más les digo lo mismo que Alfonso: de eso nada», subrayó Barbón. El titular del Ejecutivo gallego había ironizado con la postura del BNG, al que no citó, y de otros que después del covid se preguntaban «qué hace la Xunta por el turismo y ahora preguntan qué hace para frenar la afluencia turística».

Aunque no la rechazaron, ninguno de los dos se mostró partidario de aplicar ya una tasa turística. Insistieron en que es necesario estudiar cómo se podría aplicar y unificar criterios entre las comunidades para evitar desigualdades. Rueda recordó que ese tipo de impuesto existe en algunos países europeos, pero en muy pocos lugares de España, cuando hay zonas mucho más saturadas de visitantes que Galicia. Para el titular de la Xunta, la comunidad aún puede asumir la llegada de muchos más turistas si se actúa con «sentidiño» y advirtió que es «peligrosísimo» extender el mensaje de que no se sabe gestionar la afluencia actual.

Barbón recordó que a finales de los 80 se ridiculizaron las propuestas para impulsar el turismo en Asturias, aunque ahora es una de las principales industrias de la comunidad. Cuando él mismo habló de que el noroeste de España podría ser un «refugio climático» hubo «carcajadas en el Parlamento, pero ahora todo el mundo habla de refugio climático», subrayó.

Apoyo a la eólica marina y las renovables

También los dos presidentes coincidieron en la necesidad de avanzar en nuevas fuentes de energía y en particular en la eólica marina. Rueda mostró su rechazo a eslóganes como «eólica sí, pero non así» o «o noso mar non se toca, o noso mar non se vende», porque las empresas necesitan fuentes de energía accesibles para competir. «Hay que hacerlo y es urgente. Es compatible con la sostenibilidad ambiental y con la preservación de la costa, pero o nos ocupamos ahora o no nos ocupamos. Otros cogerán el tren de las energías del futuro» advirtió.

Barbón elogió la «postura valiente» del presidente gallego y subrayó que «necesitamos abaratar el coste de la energía» porque en Asturias, como en Galicia, hay industrias «altamente consumidoras de energía». Fue tal la coincidencia que el socialista afirmó incluso que anotaría los argumentos de Rueda para esgrimirlos en los debates que se abran en Asturias a propósito del desarrollo de la eólica marina.

La quinta edición de Encuentros en el Eo tuvo lugar en la Casa de Cultura de Vegadeo y contó con la presencia de miembros de los gobiernos de ambas comunidades y una nutrida representación de personalidades de la vida social, cultural y económica de Asturias y Galicia.