«Por fin estamos teniendo el espacio que creemos que este campo merece», celebran Bassler y Greenberg

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

Bonnie L. Bassler y Peter Greenberg, galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica
Bonnie L. Bassler y Peter Greenberg, galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica JORGE PETEIROEUROPA PRESS | EUROPAPRESS

Los estadounidenses premiados con el Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica reconocen sentirse abrumados por el reconocimiento de una disciplina que tildaban de «ciencia muerta»

17 oct 2023 . Actualizado a las 19:08 h.

La bioquímica Bonnie L. Bassler y el biólogo Peter Greenberg han dado su primera conferencia de prensa en el Hotel Reconquista de Oviedo. Bassler se ha referido a la lucha de las mujeres científicas para ganarse la credibilidad. «Me hizo más dura, más resiliente y con más determinación para conseguir resultados», ha dicho respecto a sus inicios hace más de 35 años, durante la rueda de prensa celebrada con motivo de los Premios Princesa de Asturias.

Bassler comparte el galardón en la categoría de Investigación Científica y Técnica junto a Peter Greenberg, quien ha asegurado que él siempre ha estado «ahí, creyendo en ella». De este modo, ambos han resaltado el ambiente colaborativo que ha caracterizado su disciplina durante su trayectoria de décadas.

Además, han valorado «el renacimiento de los estudios bacterianos». «Por fin estamos teniendo el espacio que creemos que este campo merece», han aseverado, a la vez que han reconocido sentirse «abrumados» por el reconocimiento al duro trabajo en microbiología, un campo que les decían que era una «ciencia muerta». Por el contrario, destacan la relevancia de las aplicaciones de su trabajo en nuevas terapias y fármacos.

Bonnie L. Bassler y E. Peter Greenberg son pioneros en el estudio de la comunicación entre bacterias mediante la emisión de ciertas sustancias, y de cómo la formación de grandes grupos genera un comportamiento diferente al que tienen cuando están aisladas. Es lo que se denomina quorum sensing (término acuñado por Greenberg en un artículo científico de 1994).

También han compartido sus conocimientos con jóvenes de instituto a los que han animado a dedicarse a la investigación y a los que han trasladado cómo se adentraron en el mundo de la ciencia y los descubrimientos que han hecho en torno al papel imprescindible que juegan las comunidades de microorganismos en la vida sobre el planeta y en la de los seres humanos. Bassler ha reconocido que cuando empezaron a investigar sobre este campo sus colegas pensaban que estaban «superlocos», pero que transcurridos 35 años desde entonces, la microbiología está ocupando el espacio que se merece.

«Ahora está otra vez en la palestra, como lo demuestra este galardón», ha subrayado este biólogo que en 1994 acuño el término «quorum sensing» para referirse a la comunicación que hay entre las bacterias mediante la emisión de ciertas sustancias y de cómo con la formación de grandes grupos actúan de una forma diferente a la que lo harían de forma aislada.Según han constatado con sus investigaciones, cada especie bacteriana tiene una molécula propia, a modo de idioma, que secretan y que reconocen sólo las de su especie, de manera que saben cuándo hay otras alrededor y tienden a formar una comunidad (el quorum) que regula la expresión de algunos genes.

«Son pequeñitas, simplonas y tienen una barbaridad de años, pero hacen un trabajo milagroso», ha admitido Bassier, que ha incidido en que es «fascinante» la manera nueva de tratar a las bacterias, con unos microbiólogos muy interesados en modificar su comportamiento, sin que sea necesario matarlas, y en aspectos que pueden llevar a curaciones específicas y terapias prometedoras.

Greenberg ha coincidido en que es preciso aprender a controlar a las «bacterias malas para que no consigan superarnos o derrotarnos y que no se pierda el control». Los trabajos de los galardonados han constatado que la comunicación bacteriana es importante como parte de la microbiota del organismo humano y por su papel en las infecciones, en las que hay una etapa de baja actividad hasta que se forma un grupo numeroso que acaba realizando un ataque masivo al organismo.

Junto a ellos, ha sido también reconocido Jeffrey Gordon por su estudio del microbioma humano, el conjunto de microorganismos que habitan nuestro intestino (decenas de billones: varias veces más que el total de nuestras propias células) y su influencia en la salud humana, no solo en la nutrición, la digestión y el metabolismo (diabetes, obesidad, malnutrición) sino también en el desarrollo neurológico e inmunitario de niños y jóvenes.