La marca de moda inspirada en la Asturias rural que viste a grandes artistas: «Es un orgullo para nosotros»
ASTURIAS
Constantino Menéndez y Yolanda González son la cara visible de made by kÖs, una firma que mezcla tradición y vanguardia. Desde el taller que tienen en Pillarno se encargan de confeccionar a mano cada uno de los atuendo que luce Rodrigo Cuevas sobre el escenario. También han conseguido vestir a Rozalén y a Rossy de Palma
18 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El asturiano Constantino Menéndez aprendió a coser siendo un crío. Fue su madre quien le enseñó y desde entonces no ha dejado de confeccionar ropa. A medida que fue creciendo, aparte de perfeccionar la técnica, se sentía cada vez más atraído por el mundo de la moda. Estudió la historia de la industria textil y, además, como le apasionaba la recreación histórica, quiso «empaparse» de la indumentaria tradicional. Así, poco a poco, se fue formando, mientras que paralelamente sus diseños cobraban vida. Para dar identidad a esos trabajos, decidió crear su propia marca: made by kÖs. Un proyecto al que se sumó Yolanda González y que ha conseguido hacerse un hueco en los armarios de grandes artistas como Rodrigo Cuevas, Rozalén o la mismísima Rossy de Palma.
Made by kÖs es una marca de ropa que hoy en día se corresponde a lo que se conoce como slow fashion o moda lenta. Cada una de las prendas que conforman esta firma están confeccionadas sin prisa y con mucha calma. Todo el proceso de producción, desde el diseño hasta la elaboración, incluido el patronaje, es hecho por las propias manos de Constantino Menéndez y Yolanda González. Estos dos asturianos se sirven del taller que tienen en la localidad castrillonense de Pillarno para diseñar y crear cada uno de los atuendos en los que mezclan tradición y vanguardia.
Utilizan, además, materiales sostenibles para confeccionar las prendas. Y, en la medida de lo posible, también emplean paños y telas descatalogadas, «condenadas al olvido y al desperdicio». «Intentamos siempre que podemos dar una segunda vida a esas telas pasadas de moda y que no siguen la tendencia de la producción», asegura Constantino. En este sentido, el diseñador asturiano pone como ejemplo la colección Tornar, donde cada uno de los kpÖts —prenda basada en el dengue— que conforman la misma fueron realizados con «paños de una antigua sastrería».
Aunque la intención es muy buena, conseguir material sustentable no les resulta nada fácil. «De hecho no hay mucha producción de materia sostenible en España y eso hace que tengamos que recurrir a países de fuera y comprar por ejemplo en Alemania». Pero, siempre que pueden, tiran de producto nacional. Entre sus proveedores se encuentra Miguel Cordero, un artesano textil del Val de San Lorenzo, en León, con quien han sacado incluso una colección. «Veíamos como la lana entraba virgen a la fábrica y se transformaba en un paño que luego nosotros utilizamos para confeccionar», detalla.
Para diseñar cada uno de estos atuendos sostenibles, Constantino quien suele esbozar los mismos, se inspira principalmente en la tradición y también se basa sobre sus vivencias en Pillarno. «Aunque desarrollar un proyecto como el nuestro en un pueblo tiene sus desventajas, ya que por poner un ejemplo no tienes las mismas oportunidades de exposición que si estuvieses en Madrid, aquí estás más vinculado al territorio y eso es inspirador. Además nos viene muy bien para hacer los catálogos de moda porque el entorno también acompaña a nuestros diseños», confiesa el asturiano.
Al ser además conocedor de la indumentaria tradicional asturiana, el castrillonense tiene también libertad a la hora de reinterpretar la misma. Es más, dos de las prendas de made by kÖs más vendidas, asegura, están basadas en los trajes regionales. «Una es el kpÖt, que es una especie de capa inspirada en el dengue. Reinterpretamos también las monteras, haciéndolas más actualizadas. Para ello utilizamos pana y tela tejana para que así se pueda llevar la identidad asturiana en el día a día y no quede relegada a espectáculos folclóricos o del estilo», asevera.
Unos diseños que ha llegado a lucir el polifacético artista asturiano, Rodrigo Cuevas, a quien Constantino y Yolanda visten para cada una de sus giras o eventos. «Tenemos amigos en común y como rápidamente vimos que el proyecto de uno con el otro podía ir muy ligado comenzamos a vestirle. Al final él se inspira en la tradición para hacer una propuesta musical y escénica, mientras que nosotros lo hacemos para realizar una propuesta estética y de moda. La primera prenda que le hicimos fue para ir al programa Late Motiv de Andreu Buenafuente. Después hicimos toda la imagen y el vestuario para el primer espectáculo potente que tuvo, El Mundo por Montera, y desde ahí ya trabajamos siempre juntos», relata Menéndez.
Pero, ¿cómo es realmente trabajar con una «diva del folklore»? «Como nos conocemos desde hace unos cuantos años es fácil hacerlo. Sabemos ya sus gustos, cómo le gusta llevar las prendas y la funcionalidad que estas tienen que tener, si son para llevar a un escenario o por ejemplo a una entrevista. Entonces, sabiendo todo eso ya sabemos por donde tirar», asegura el diseñador asturiano, antes de señalar que previamente a realizar los correspondientes diseños escuchan las canciones del artista. «Vemos un poco la línea en la que va a ir el espectáculo para así saber qué imagen quiere dar. De esta manera, su propuesta estética la acompañamos con nuestro diseño», asegura Menéndez.
También la cantante albaceteña Rozalén lució un vestido confeccionado por made by kÖs. Lo hizo en los Grammy Latinos en los que C. Tangana triunfó por todo lo alto. La artista llevaba un traje «cuyos bordados eran de un atuendo que le había hecho su abuela y que también nos sirvió como inspiración», tal y como asegura Constantino Menéndez, quien se siente «orgulloso» por todo el trabajo realizado mano a mano con su compañera Yolanda González. De igual modo fue el encargado de realizar el traje de asturiana con el que Rossy de Palma dio el pregón en las fiestas de El Bollo en Avilés.
«Con Rossy de Palma nos pasó lo mismo que con Rozalén. Como regresaba a Asturias después de mucho tiempo y se volvía a vestir de asturiana, toda esa historia nos conmovía para hacer algo concreto, al igual que nos conmueve la raíz que tanto defiende Rozalén», asegura Constantino, quien diseña en función de los sentimientos que esa persona o artista le remueva.
«Todo tiene que tener siempre un discurso y una lógica»
«Si el proyecto me inspira y me apetece hacerlo porque me genera satisfacción creativa me da igual a quién hacérselo. Para mí todo tiene que tener siempre un discurso y una lógica. Tiene que tener, además, una coherencia con nuestro estilo y con nuestros principios. No es hacer por hacer», cuenta, y apunta que en ciertas ocasiones es el propio artista quien se pone en contacto con made by kÖs. «Si es alguien que nos inspira o tenemos un diseño que creemos que le podría encajar perfectamente nos ponemos personalmente en contacto», reconoce.
No solo las piezas que Constantino y Yolanda confeccionan con sus propias manos son respetuosas con nuestro planeta tierra. Al no tener una tienda física y comercializar sus productos por internet el impacto medioambiental que generan con sus ventas es mínimo. «Tratamos de aglutinar varios envíos a la vez para economizar en viajes. Generalmente los mandamos por mensajería pero muchas veces invitamos a la gente a quedar en un punto de encuentro y entregar el pedido en mano. Así precisamente evitamos hacer todos esos viajes y dejamos menos huella de carbono», asegura el diseñador, a quien le resulta «relativamente sencillo» llevar un proyecto con el suyo en el mundo rural.
«Estar en un pueblo tiene sus pros y contras. La ventaja es que estás vinculado al territorio y es inspirador. Está además alineado con nuestra imagen de marca y con nuestra filosofía de trabajo, ya que si estuviésemos en una gran ciudad donde el ritmo es otro no podríamos producir tan lento», afirma antes de reconocer que una de las grandes desventajas es la visibilidad de la marca.
«No tenemos las mismas oportunidades de exposición que si estuviéramos en Madrid. Nosotros estamos muy especializados en ropa de escenario y de artistas y, aquí no hay el mismo movimiento cultural y de espectáculos como puede haber en una gran ciudad. Además, al hacerlo todo nosotros y encima a medida requiere hacer pruebas y por tanto nos obliga a desplazarnos. Pero bueno, no cambiamos trabajar aquí por nada».
«A nivel de producción me parece un despropósito total lo que se hace, me gustaría que se produjera menos y de mejor calidad»
Si hablamos de futuro, ni Constantino ni Yolanda tienen planes en su mente. «Somos poco ambiciosos. Lo que queremos es mantener nuestra filosofía de trabajo. No queremos crecer rápidamente y vernos superados o agobiados por no poder abarcar más de lo que podemos y de momentos estamos bien así», asegura el diseñador, a quien sí que le gustaría que la industria textil cambiase de aquí a unos años, que tuviese un buen lavado. «A nivel de producción me parece un despropósito total lo que se hace, me gustaría que se produjera menos y de mejor calidad».
Bajo esta premisa, el asturiano pone como ejemplo las prendas que portaban nuestros padres o abuelos. «Esa ropa tiene más de 30 años y, como es de buena calidad, está intacta», un objetivo que ellos mismos persiguen. «Como nuestra forma de trabajar es muy minuciosa y lleva muchas horas, no podemos utilizar materiales que no sean de calidad, porque no es lógico ni rentable. No podemos invertir un montón de tiempo en fabricar una prenda que se va a estropear en dos días porque la tela sea mala», resalta.
Pero encontrar tejidos que sean «satisfactorios» también resulta complejo. «Hecho en falta materiales de buena calidad, duraderos y que no se produzcan a lo loco por seguir tendencias. No es normal que haya telas tan baratas porque en realidad son porquería muchas de ellas», asegura Constantino, quien junto con su compañera seguirá aportando su granito de arena para hacer un mundo mucho más sostenible.