La administración quiere doblegar la curva demográfica atrayendo a población extranjera, dando prioridad a los asturianos emigrados
05 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Por primera vez en décadas, si exceptuamos un pequeño repunte en torno a 2009, la población de Asturias habrá crecido en el año 2023 y podría hacerlo también en 2024. La previsión oficial, sin embargo, sigue siendo por el momento el descenso demográfico y consiguiente envejecimiento, si se cumplen las predicciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), que augura un descenso continuado en los próximos años. Pero esto tal vez pueda cambiar.
La Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) publicó en octubre de este año una estadística que habla de un crecimiento de 3.000 habitantes en el primer semestre del año, en tanto que la estimación procedente de los resultados provisionales de la Estadística Continua de Población (EPC) del INE, que se renuevan cada trimestre, indica que, si el 2022 se finalizó con un padrón de 1.004.686, a fecha 1 de julio de 2023 el dato provisional era de 1.007.518. Es decir, 2.832 habitantes más.
De confirmarse esto en 2024, para Asturias supondría un inesperado punto de inflexión en la curva de la evolución de la población que, tras unos años oscilando entre 1.070.000 y 1.080.000 habitantes entre los años 2000 y 2007, registró un ascenso al alcanzar 1.085.289 residentes en 2009 para, a partir de ese año, iniciar una caída en picado del número de ciudadanos.
El aumento de población en 2023 conllevaría también una modificación en la línea de proyección de la población de Asturias, que se calcula en función de la evolución de la población en los últimos 30 años y que ahora Sadei, con esa estimación, dibuja en descenso hasta el año 2037, estableciendo en 2024 el año en el que Asturias bajaría del millón de habitantes.
¿A qué se debe este aparente cambio de tendencia? En realidad, el saldo entre nacimientos y defunciones sigue en números rojos. La población con pasaporte español desciende en Asturias bastante por debajo del millón, pero eso se compensa con la llegada de inmigrantes. Esta cifra, al contrario que la nacional, es creciente de forma sostenida desde el año 2015 (exceptuando un parón en el año de la pandemia, 2020).
Así, siempre según datos del INE, la población extranjera en la comunidad asturiana se elevó de los casi 72.000 censados en 2015 a rozar los 100.000 en 2023, es decir, casi un 10% de la población. Y, si atendemos a la tendencia en otras comunidades españolas, esa cifra todavía puede crecer, pues aún estamos muy lejos del 22% de Madrid o el 23% de Cataluña.
Vuelta a la «tierrina»
En el contexto demográfico asturiano, que precisa actualmente de la inmigración para rejuvenecer la población -y por tanto las personas cotizantes que sostengan el Estado de Bienestar- el nuevo gobierno del Principado se comprometió a adoptar a partir del próximo año lo que Galicia llama el «Plan Retorna», y que ya ha tenido buenos resultados allí.
Se trata, en resumen, de una Ley de Impulso Demográfico mediante la que se quiere atraer a asturianos y sus descendientes que residan en el extranjero. Según las cifras oficiales, al menos 140.000 podrían beneficiarse del plan, basada en una estrategia de ofrecer acompañamiento integral (social, laboral, económico, administrativo, etcétera) a quienes deseen volver a su tierra de origen.