Continúa la incertidumbre sobre la apertura de Amazon en Siero, aunque el alcalde se muestra optimista

ASTURIAS

Nave en construccción de Amazon en Bobes, Siero.
Nave en construccción de Amazon en Bobes, Siero.

«Han anunciado el cierre de varias instalaciones y aquí no, por lo tanto seguimos con vida», sostiene Ángel García

08 ene 2024 . Actualizado a las 14:28 h.

La nave de Amazon en el polígono de Bobes (Siero) sigue cerrada y, por el momento, a pesar de que las obras concluyeron hace más de un año, se mantiene la incertidumbre sobre su apertura, más ahora que el gigante norteamericano de la venta on-line ha decidido renunciar definitivamente a abrir una nave de dimensiones similares en La Muela (Zaragoza).

El diario Público se hizo eco recientemente de la decisión de la empresa de poner en alquiler la nave ubicada en territorio aragonés. En el mismo artículo, la empresa aseguraba que «no tenemos prevista fecha de apertura» para los centros que están aún pendientes, el de Siero y el de Badajoz.

El hecho de que la empresa no haya renunciado de forma definitiva a la apertura de la nave de Bobes permite, al menos, albergar esperanzas. Esa es la postura del alcalde de Siero, Ángel García, «Cepi». «Sigo siendo optimista, pero un optimista fundado; creo que Amazon abrirá en Siero», dijo en declaraciones a la TPA. En opinión del regidor sierense, «lo más positivo es que han anunciado el cierre de varias instalaciones, o la no apertura, y aquí no, por lo tanto seguimos con vida y ese es uno de los argumentos que me hacen ser optimista fundado». Ángel García confía «en que salga bien; no nos metemos en ningún proyecto con pesimismo».

Amazon cuenta con varios tipos de espacios distribuidos por el territorio español: los centros logísticos sin labores de clasificación en los que se se recogen, empaquetan y envían artículos voluminosos; los centros de clasificación, en los que se clasifican los pedidos y se preparan para la entrega; los centros de recepción, adonde llegan los pedidos de todo tipo que se asignan posteriormente a los centros logísticos y, finalmente, las estaciones logísticas, en las que los pedidos se preparan para la entrega directa a través de empresas de reparto independientes. La de Siero pertenece a esta última categoría.

La apertura de nuevos centros y estaciones logísticas obedeció a unas previsiones de expansión de la empresa que acabaron por no cumplirse. La venta on-líne, disparada a raíz de la pandemia en 2020, no creció en los años posteriores como esperaba la empresa, que se vio obligada a redefinir sus proyectos. Tuvo que revisar su estrategia de crecimiento, suspender algunos proyectos y echar atrás otros ya iniciados. Tenía previsto abrir dos nuevos centros logísticos en Cataluña y otro en Álava, cuyo desarrollo se ha suspendido. Y, por otra parte, cerró otros dos también en el Levante, uno en Paterna (Valencia) y otro en Martorelles (Tarragona). El de la Comunidad Valenciana contaba con 80 empleados, reubicados en un centro cercano en Picassent. El catalán, por su parte, contaba con cerca de 800 trabajadores, y su reubicación resultó más difícil. Tras varias negociaciones con la plantilla, finalmente hubo un acuerdo para que 300 trabajadores acudieran al centro de El Prat de Llobregat, que otros tuvieran la oportunidad de trasladarse a los centros de Zaragoza y Figueres con el pago de una bonificación, y que se indemnizase a quienes no quisieran acogerse al traslado.

Con todo, y a pesar de todas estas dificultades y reajustes, el freno al crecimiento de la empresa no se dio en todo el territorio español. Prueba de ello ha sido la ampliación del centro logístico del Puerto de Sevilla o el proyecto de un nuevo espacio en la comunidad de Málaga que todavía sigue en pie. Para las zonas de alta demanda, como es el caso ya consumado de Sevilla u otros proyectos que suenan para comunidades como la de Madrid, la empresa tiene previsiones robustas de crecimiento, y es muy probable que siga buscando la mejor manera de seguir su plan de desarrollo.

Lo que todavía no está del todo claro es si Asturias y su entorno están en esas zonas de posible crecimiento. La buena ubicación del polígono de Bobes, muy bien comunicado no solo con el resto de Asturias sino también con otras provincias cercanas al Principado, había jugado a su favor en la decisión de la empresa norteamericana de construir allí la nave.

El centro de Siero, construido sobre una superficie de más de 190.000 metros cuadrados, requirió una inversión cercana a los 100 millones de euros. La llegada de Amazon supuso, asimismo, un empujón para el polígono industrial, cuyo desarrollo sufrió vaivenes y contratiempos durante años, arrastrado por problemas con las licencias, con las expropiaciones, con la crisis económica de la primera década del siglo y, finalmente, con la pandemia.

La previsión en un principio era que la estación logística diera empleo directo a unas 2.000 personas. Por el momento, a falta de que se confirme la apertura —o la renuncia definitiva de la empresa a ponerla en marcha— la estación ha servido para reactivar el polígono, gracias al efecto llamada que tuvo la firma norteamericana para la llegada de otras empresas, para acelerar las obras de desdoblamiento de la carretera AS-17, fundamentales para la buena marcha de la actividad del polígono, y también para que el Ayuntamiento de Siero cobre una cantidad de dinero nada desdeñable a través del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI): 286.541 euros anuales, según datos facilitados por el propio municipio.