Marola Argüelles, la asturiana que vacía inmuebles: «Mucha gente no sabe ni lo que tiene en casa»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

La asturiana Marola Argüelles se encarga de vaciar aquellos inmuebles que necesitar recuperar espacio
La asturiana Marola Argüelles se encarga de vaciar aquellos inmuebles que necesitar recuperar espacio

Esta praviana es la fundadora de una empresa de vaciado de viviendas pionera en la región. Se encarga de desocupar aquellos hogares que necesitan liberar espacio y para ello organiza mercadillos en la propios domicilios. Cuenta cómo lo hace y el éxito que está teniendo está práctica

10 may 2024 . Actualizado a las 08:32 h.

Hay veces que por las circunstancias que sea uno se ve obligado a deshacerse de ciertos objetos personales o de las pertenencias de algún ser querido. Pero, a la hora de la verdad, esta labor no resulta nada fácil. Hay quienes por falta de tiempo no consiguen desprenderse de estos artículos, mientras que para otros el mero hecho de pensar que esos enseres van a acabar tirados en un contenedor o rotos por cualquier esquina hace que se les remuevan todos sus sentimientos y, por tanto, sean incapaces de tocar nada. Para acabar con este problema nace Orden Vintage. Esta empresa asturiana se encarga de vaciar «completamente» aquellos inmuebles que necesitan liberar espacio, mientras que al mismo tiempo da una segunda vida a todos los enseres.

«Después de tantos años la gente tiene muchísimas cosas en casa y a la hora de deshacerse de ellas ni siquiera ellos mismos dan abasto. Además no pueden llamar a nadie porque les cobraría por cualquier cosa y tampoco les dan la opción de llevárselo todo sino que a lo mejor se llevan un mueble o el armario que necesiten. En cambio, con nosotros, te sacas un beneficio económico por ello y encima te quitas de tener que gestionar y ocuparte de las ventas», asegura Marola Argüelles, quien está detrás de este proyecto pionero en la región. Ella misma se encarga de desocupar todo el inmueble, no sin antes dar salida a cada uno de los artículos en los mercadillos que organiza en la propia vivienda.

Expone cada artículo de la casa haciendo uso de mesas auxiliares y etiqueta con el precio cada uno de ellos. Indica además si este puede tener una pequeña tara
Expone cada artículo de la casa haciendo uso de mesas auxiliares y etiqueta con el precio cada uno de ellos. Indica además si este puede tener una pequeña tara

Tras regentar un negocio de segunda mano de ropa vintage esta praviana vio la necesidad de crear una empresa de estas características en la región. En su tienda siempre tenía el escaparate decorado con algún que otro objeto antiguo, bien fuese una tele o un mueble de los años 70. Los clientes le preguntaban si «podían traer alguna cosa o si conocía a alguien que estuviese interesado en artículos viejos». «Decían que tenían muchas cosas en casa que a lo mejor eran de sus madres y no sabían muy bien qué hacer con ellas», cuenta. Como de aquella además seguía a la empresa madrileña Arquitectura del Orden y veía que «allí tenía mucho filón» pensó: «Esto aquí igual también también, ¿por qué no?».

A sus 45 años se puso manos a la obra y con la ayuda de una compañera, que a día de hoy por circunstancias personales ya no forma parte del proyecto, creó en febrero del año pasado Orden Vintage. Desde entonces, la asturiana afincada en León se encarga de vaciar casas en Asturias y también de la provincia que la acoge. «La empresa tiene poco tiempo de vida pero la que tiene es muy intensa», confiesa Marola, quien libera principalmente todo el espacio de aquellos inmuebles situados en «las grandes ciudades». «Es donde más trabajo suelo tener porque realmente es donde más viviendas hay», asegura antes de señalar que en localidades como Pruvia o Pravia también ha intervenido.

Las casas que se encarga de vaciar esta asturiana suelen estar repletas de cosas
Las casas que se encarga de vaciar esta asturiana suelen estar repletas de cosas

«Lo bueno de todo esto es que de una casa siempre sale otra», confiesa esta asturiana, que normalmente se encarga de vaciar aquellos inmuebles que la gente pone a la venta «o bien porque se van a un sitio más pequeño o porque lo han heredado de algún familiar y como ya tienen su vivienda se ven en la necesidad de deshacerse de esta otra que está llena de cosas». Evidentemente, los clientes suelen quedarse con algo a modo de recuerdo o porque les gusta, pero el resto de artículos que conforman el hogar «no los necesitan para nada». Además, tampoco tiene sitio donde guardarlos dado que «al final todos tenemos también nuestras casas llenas de cosas».

Así es el proceso de vaciar las viviendas

Ante esta situación, los propietarios se ponen en contacto con Marola en busca de una solución. «Me llaman y me dicen que tienen este problema, porque realmente para ellos es un problema, ya que no solo es que no tengan tiempo sino que además no saben qué hacer con todas esas cosas», dice. Tras esa breve conversación, la responsable de Orden Vintage acuerda una cita con las personas interesadas en contratar sus servicios para poder intercambiar personalmente sus experiencias y saber de primera mano «qué es lo que quieren y cuál es la necesidad que tienen».

Una vez que ya sabe cuál es la idea del cliente y qué es lo que tiene ambas partes firman un contrato. Luego Marola se encarga de inventariar todo lo que hay en la casa para vender, «normalmente es todo salvo alguna cosa que se quieran quedar», y a continuación hace una tasación de los artículos. «Eso es lo que más trabajo me lleva, dependiendo de la casa puedo tardar cerca de un mes», confiesa. Después de poner precio a todos los objetos del hogar organiza un mercadillo para dar salida a los mismos. Concreta un fin de semana y desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la noche, las puertas de la casa están abiertas para que todo aquel que lo desee pueda visitar la misma y llevarse lo que quiera.

El menaje de cocina suele ser el más reclamado por aquellas personas que acuden a los mercadillos que organiza Marola
El menaje de cocina suele ser el más reclamado por aquellas personas que acuden a los mercadillos que organiza Marola

En Orden Vintage ponen absolutamente «todo» lo que hay en la casa a la venta. Eso sí, los artículos tienen que estar en buen estado, que funcionen y además sean útiles. Desde electrodomésticos hasta textiles, pasando por el menaje de cocina o los enseres del baño, forman parte de la amplia oferta. Comercializan además butacones, armarios, cómodas, así como cualquier otro mueble del hogar. Y cualquier elemento decorativo también es objeto de ser despachado. «He tenido incluso cuadros de pintores asturianos relevantes como Nicanor Piñole. Y en algunas viviendas también vendemos ropa, zapatos y joyas», señala Marola.

«Esto es como el Ikea, todas las habitaciones están montadas y tú mismo vas viendo las cosas y coger lo que quieras», señala esta asturiana, quien ha llegado a tener entre sus manos hasta un ojo de buey de un barco. «Ya me he acostumbrado a ver cosas de todo tipo», confiesa. Y no es de extrañar puesto que en los inmuebles que se encarga de vaciar siempre encuentra de «todo», principalmente objetos antiguos que ya no se usan. «A cada casa que voy siempre veo cosas que nunca antes había visto y que ni siquiera sé para qué son. Es más, mucha gente no sabe ni que lo tiene. Cuando abro armarios y saco todo lo que hay dentro hay quien se sorprende con lo que hay dentro. Dicen "meca y esto, hacía 40 años que no lo veía" y a lo mejor si les gusta pues se lo quedan», asegura.

Cualquier objeto del hogar en buen estado es objeto de venta
Cualquier objeto del hogar en buen estado es objeto de venta

¿Qué requisitos debe de cumplir una casa para que Marola se encargue de vaciarla?

Para poder solicitar sus servicios es imprescindible que la vivienda tenga «un poco de todo». «Date cuenta que el mercadillo dura tres días y yo necesito tener a la venta cosas todos los días», apunta. Además de la cantidad, es también relevante la calidad. «Si alguien me dice que tiene para vender muebles del Ikea y cuatro cosas más pues le digo que no porque sé que la gente eso no lo va a comprar», garantiza. Sin embargo, el tamaño del inmueble no importa: «He trabajado ya en casas de 90 y hasta de 500 metros cuadrados», señala.

Por el momento, Orden Vintage opera en Asturias y León pero su responsable no descarta vaciar viviendas de otros puntos de nuestro país. Su objetivo, como es lógico, es que la empresa pueda seguir creciendo y continuar solventando muchos más dilemas relacionados con el hecho de deshacerse de los objetos personales. «Esto es una labor social, al fin y al cabo no dejas de ayudar a las personas», manifiesta Marola, que a día de hoy cuenta con el apoyo de su marido, su hermana y sus padres para poder llevar a cabo cada uno de los mercadillos. «Tengo un séquito familiar detrás que sin él no sería posible», confiesa orgullosa, mientras planea la próxima jornada de puertas abiertas.